Voces amputadas: queremos sentir en amazige 

Comienzo a grabar en audio la conversación, como suelo hacer en todas mis entrevistas. La primera pregunta es: ¿piensas que tu bilingüismo español-amazige es equilibrado? A lo que Dunia responde con un sí rotundo. Conforme avanzo en preguntas, ella misma se va percatando de que en realidad no domina el amazige como creía en un principio. 

“Cuéntame en amazige una anécdota graciosa vivida por ti” le pido. Ella se ríe y me comenta que no se ve capaz y lo cierto, es que no me resulta sorprendente, no es la primera vez que me ocurre cuando entrevisto a jóvenes. “No te preocupes, tómate tu tiempo” le indico para que no se rinda tan fácilmente. Al acabar de contar su anécdota, no puedo dejar de pensar en la infinidad de léxico español que ha tenido que utilizar para no trabarse en cada palabra que desconocía en amazige. 

Les melillenses amaziges no pretendemos dejar de ser españoles, esa no es la cuestión, no se trata de un Marruecos versus España en el que erróneamente nos quieren introducir cada vez que celebramos nuestra etnia amazige. Solo deseamos evitar lo que ya está ocurriendo con miles de lenguas en el mundo: que desaparezca y que además, perdamos con ella parte de nuestra identidad. Por lo que debemos entender, que fomentar una lengua no va en detrimento de otras

“Me gustaría poder decir ‘te quiero’ en amazige y sentirlo”, me comenta una de mis informantes. Estamos dejando de elegir el amazige para expresar emociones, no porque queramos, sino porque les jóvenes melillenses bilingües se expresan con mayor soltura en español. Les expertes hablan de Emotion-Related Language Choice (ERLC), este fenómeno explica cómo las palabras y expresiones con una fuerte carga emocional no suelen ser suficientes en una lengua con menor dominio. No basta con conocer las palabras, debemos sentirlas. 

Está claro que una nueva generación de melillenses está creciendo y por desgracia, cada vez cuesta más encontrarse con jóvenes que utilicen la lengua amazige de forma fluida. Por ello, no puedo dejar de preguntarme ¿Por qué no se fomenta el amazige en Melilla? Y no me refiero a un pequeño cursillo o unos cuantos carteles escritos en tifinag una vez al año, sino a medidas con un impacto real en la sociedad

¿Por qué no es una lengua co-oficial de España? ¿Acaso les melillenses no somos españoles? El amazige no es una lengua de inmigración en esta ciudad, sino una lengua autóctona (no debemos olvidar que Melilla está situada geográficamente en el Norte de África) y sin embargo, parece que esta lengua no debe formar parte de España. ¿Acaso Melilla no es España? 

En el artículo 3 de la Constitución Española, se asegura que «las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos y que la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.» 

Sin embargo, la realidad que se vive en Melilla dista mucho de estas palabras. En los propios Estatutos de la Ciudad Autónoma, en concreto en el artículo 5.2, se puede ver cómo uno de los objetivos básicos es la promoción y estímulo de los valores de comprensión, respeto y aprecio de la pluralidad cultural y lingüística de la población melillense. No aparece de forma explícita la lengua amazige, pero sí se hace mención a la pluralidad lingüística que tanto caracteriza a la Ciudad. Nuevamente, papel mojado. Las instituciones son plenamente monolingües, algo que queda confrontado con la realidad plurilingüe que existe. 

La gran mayoría de la población melillense, (se estima que más del 50%) es amazige . Pero, vemos cómo los jóvenes están viviendo una fuerte aculturación lingüística y es que, pese a que ambos padres hablen amazige, han crecido hablando español. “Mi madre me habla en amazige, pero yo le respondo en español y así nos entendemos bien”, me comenta otro joven.

En Melilla se vive a diario una fuerte desigualdad institucional, un estatus a nivel estatal y social muy desequilibrado, relegando completamente el amazige a un segundo plano. Por supuesto, esto ha causado que los propios amaziges sientan que en ese paradigma de capitalizar las lenguas, la suya no es la lengua del pan, por lo que no es tan útil. 

Esta discriminación institucionalizada se ve agravada en el plano educativo, en el que de nuevo, se observa un sistema escolar monolingüe para una sociedad multilingüe. Y es que está comprobado que enseñar amazige en Melilla, podría ser una herramienta educativa extraordinaria para combatir el fracaso escolar, ya que les profesionales de la salud mental y docentes así lo afirman. Así, podemos concluir que es de vital importancia introducir en el sistema educativo las afinidades culturales, sociales y familiares del alumnado como la lengua materna, ya que les permite adquirir habilidades de lectura, escritura, tal y como lo manifiesta la convención de la UNESCO. No se puede obviar el gran esfuerzo que se está realizando por parte de algunas Instituciones, se ven negociaciones dictadas por La Carta europea de las lenguas regionales o minoritarias para que esto cambie, pero siendo sinceres, no vamos a la velocidad que deberíamos, les jóvenes estamos creciendo sin poder expresarnos en nuestra lengua, una lengua oral que ha sido transmitida de generación en generación. No queremos que la nuestra sea la última capaz de entender y hablar este maravilloso patrimonio lingüístico.

Una reflexión de Salma Halifa Elidrissi 

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