• ¿Cuando vamos a hablar de los abusos sexuales contra hombres negros en la epoca colonial y de sus consecuencias en la actualidad?

    ¿Cuando vamos a hablar de los abusos sexuales contra hombres negros en la epoca colonial y de sus consecuencias en la actualidad?

    El estudio de la trata transatlántica ha estado históricamente centrado en la explotación económica y la violencia física hacia las personas esclavizadas. Sin embargo, una de las dimensiones más ocultas de este sistema ha sido la violencia sexual ejercida sobre los hombres negros. Desde una perspectiva decolonial, es crucial analizar cómo estos abusos no solo formaban parte de la opresión racial, sino que también buscaban desarticular la autonomía, la dignidad y la integridad de las personas esclavizadas.

    La violencia sexual contra hombres negros ha sido escasamente documentada, en parte debido a las narrativas coloniales que construyeron la sexualidad negra desde una perspectiva estereotipada y racializada. Pascal Blanchard, en Sexe, race & colonies (2018), analiza cómo la hipersexualización de los cuerpos africanos ha servido para justificar múltiples formas de violencia, incluidas las agresiones sexuales dentro del sistema esclavista. Thomas A. Foster, en Rethinking Rufus: Sexual Violations of Enslaved Men (2019) expone relatos de hombres esclavizados que fueron sometidos a abusos sexuales por parte de sus esclavistas, de otros esclavizados obligados por los ‘dueños’ y de mujeres blancas esclavistas que ejercían poder sobre sus cuerpos. Uno de los casos documentados es el de Rufus, un hombre esclavizado que, según los testimonios recogidos en archivos, no solo fue forzado a mantener relaciones sexuales con una mujer esclavizada bajo las órdenes de su ‘amo’, sino que él mismo fue víctima de agresiones por parte de los esclavistas de la plantación.

    En América Latina y el Caribe, los estudios históricos también han encontrado pruebas de estas violencias. Archivos judiciales en Brasil y Cuba registran casos de sodomía forzada y violaciones cometidas por esclavistas blancos sobre hombres y niños negros, pero estos documentos han sido históricamente ignorados o minimizados en los relatos oficiales sobre la esclavitud. Aline Helg, en Libertad e igualdad en el Caribe: Haití y Colombia, 1793-1835 (1995), argumenta que la violencia sexual no solo se dirigía contra las mujeres esclavizadas, sino que también era una herramienta de control sobre los hombres, quienes eran despojados de su capacidad de decisión y autodeterminación.

    Los abusos sexuales perpetrados contra los hombres esclavizados no pueden entenderse únicamente como actos individuales de violencia, sino como una estrategia de dominación colonial que operaba en múltiples dimensiones. La deshumanización y supresión de la autonomía de los esclavizados era un objetivo central del sistema esclavista, que no solo buscaba explotar su trabajo físico, sino también anular cualquier sentido de autodeterminación. La violencia sexual formaba parte de un sistema de castigo y control en el que los esclavizados eran tratados como cuerpos disponibles para cualquier forma de uso. La reafirmación del poder racial también estaba en juego, ya que la sodomización forzada y las agresiones sexuales de hombres blancos sobre hombres negros constituían un acto de supremacía racial, diseñado para demostrar que los cuerpos negros estaban sometidos completamente a la voluntad de los colonizadores. Al mismo tiempo, se ha documentado que algunas mujeres blancas también ejercieron violencia sexual sobre hombres esclavizados. Daina Ramey Berry, en The Price for Their Pound of Flesh (2017), señala que en las plantaciones del sur de Estados Unidos existían relaciones sexuales impuestas, en las que los y las esclavistas blancas consideraban a los esclavizados como propiedad sexual, lo que incluía la explotación de hombres jóvenes para su placer.

    El silencio en torno a la violencia sexual sufrida por los hombres negros esclavizados responde a múltiples factores. En primer lugar, la narrativa colonial construyó la imagen del hombre negro como hiperviril y agresivo, lo que ha dificultado que se le reconozca como víctima de violencias sexuales. Pascal Blanchard (2018) destaca que la representación del esclavizado como un ser puramente físico y sexualizado ha contribuido a negar su vulnerabilidad dentro del sistema esclavista. Por otro lado, la historiografía tradicional ha omitido estos casos debido a los tabúes que existen en torno a la violación de hombres. La violencia sexual masculina sigue siendo un tema poco abordado en los estudios históricos, en parte debido a la resistencia a reconocer que los cuerpos negros masculinos también fueron utilizados como espacios de opresión sexual. Además, el racismo científico del siglo XIX, con figuras como Arthur de Gobineau, promovió la idea de que los hombres negros poseían una sexualidad descontrolada y salvaje. Este discurso no solo sirvió para justificar la esclavitud, sino que también desvió la atención sobre la realidad de que los hombres negros fueron víctimas de agresiones sexuales sistemáticas.

    Las secuelas de estos abusos no desaparecieron con la abolición de la esclavitud, sino que han dejado una huella epigenética y sociocultural en las comunidades afrodescendientes. La repetición de patrones de dominación sexual ha sido un mecanismo de reproducción del trauma colonial, en el que la violencia sexual se convirtió en una herramienta de poder dentro de las relaciones sociales. Foster (2019) argumenta que la herencia de la esclavitud ha influido en la construcción de modelos de masculinidad hipervigilantes, en los que la vulnerabilidad y el reconocimiento del trauma son reprimidos en favor de una imagen de fortaleza impuesta por la historia colonial. La hipersexualización de los hombres negros y la violencia sufrida han generado, a lo largo de generaciones, una hipersensibilidad ante cualquier forma de cuestionamiento de su virilidad, lo que se traduce en actitudes de rechazo hacia otras orientaciones sexuales y en la interiorización de la agresión como forma de afirmación identitaria.

    Estudios en neurociencia y epigenética han demostrado que el trauma puede transmitirse de generación en generación a través de modificaciones en la expresión genética (Yehuda et al., 2016). En el caso de las comunidades afrodescendientes, la violencia sexual histórica y la deshumanización han influido en patrones psicológicos y sociales que persisten hasta la actualidad. La intolerancia hacia la diversidad sexual dentro de ciertos sectores de la diáspora africana puede leerse, en parte, como un reflejo de la violencia colonial que criminalizó cualquier expresión de disidencia frente a los roles impuestos por el sistema esclavista. La utilización de la sexualidad como herramienta de poder durante la esclavitud ha dejado marcas en la manera en que se conciben las relaciones de género y poder en las sociedades afrodescendientes.

    Para construir una memoria histórica más justa, es fundamental reconocer que la violencia sexual en la esclavitud no solo afectó a las mujeres negras, sino también a los hombres. El reconocimiento de estos abusos no solo implica visibilizar las agresiones cometidas por los ‘amos’ blancos, sino también cuestionar los mitos coloniales que han perpetuado la negación de los cuerpos negros masculinos como víctimas. Desde una perspectiva decolonial, es necesario desmontar las narrativas hegemónicas que han invisibilizado estos crímenes y abrir espacio para una historiografía que considere todas las dimensiones de la violencia esclavista. La reparación histórica no solo debe abordar la explotación laboral y física de los esclavizados, sino también las formas de violencia sexual que marcaron sus vidas. Este artículo busca contribuir al debate sobre la memoria de la esclavitud y la necesidad de reconocer todas las formas de opresión que definieron ese sistema, incluyendo aquellas que han sido silenciadas por el peso del racismo, el machismo y el colonialismo.

    Una reflexión. de Jackson Jean

    Referencias :

    Berry, D. R. (2017). The Price for Their Pound of Flesh: The Value of the Enslaved, from Womb to Grave, in the Building of a Nation. Beacon Press.

    Blanchard, P. (2018). Sexe, race & colonies: La domination des corps du XVe siècle à nos jours. La Découverte.

    Foster, T. A. (2019). Rethinking Rufus: Sexual Violations of Enslaved Men. University of Georgia Press.

    Helg, A. (1995). Libertad e igualdad en el Caribe: Haití y Colombia, 1793-1835. Fondo de Cultura Económica.

    Yehuda, R., et al. (2016). “Epigenetic mechanisms and the transgenerational effects of trauma.” American Journal of Psychiatry, 173(8), 872-879.

  • Más de 100 mujeres fueron violadas y quemadas vivas en la fuga masiva de una cárcel en la República Democrática del Congo

    Más de 100 mujeres fueron violadas y quemadas vivas en la fuga masiva de una cárcel en la República Democrática del Congo

    Más de 100 mujeres han sido violadas y quemadas vivas después de que el grupo rebelde M23 —apoyado por Ruanda— irrumpiera en la ciudad de Goma, situada al este de la República Democrática del Congo, y se hiciera con el control de la prisión de Munzenze. Estos crímenes se cometieron durante una fuga masiva en la cárcel, en la que se produjeron varios tiroteos mortales entre los funcionarios de prisión y los rebeldes. Las mujeres privadas de su libertad fueron “asesinadas brutalmente” tras la entrada del M23 en la prisión, lo que provocó una situación “caótica”, según la ONU.

    Durante la fuga, miles de hombres privados de su libertad consiguieron salir de la prisión. Sin embargo, la parte de la cárcel reservada para las mujeres fue incendiada, según ha informado la jefa adjunta de la fuerza de paz de la ONU, Vivian van de Perre. “Hubo una fuga de 4.000 prisioneros. También había unos cientos de mujeres en esa prisión… Todas fueron violadas y luego prendieron fuego al ala de mujeres. Todas murieron después”, confirmó.

    Los informes señalan que fueron, al menos, 163 las mujeres que murieron quemadas. Junto a ellas había 28 niñes, quienes también fueron asesinades.

    Desde el año 2023, la violencia sexual hacia las mujeres ha aumentado hasta convertirse en “una emergencia médica y humanitaria de primer orden”, según denuncia Médicos sin Fronteras. Solo en este periodo de tiempo, la organización atendió a 25.166 mujeres víctimas de violencia sexual en todo el país, es decir, “más de dos pacientes cada hora”. Ha sido en la provincia de Kivu Norte, en la que se encuentra la ciudad de Goma, donde se ha registrado el mayor número de casos de este tipo de violencia.

    Además de la presencia de grupos armados existen otros factores que intensifican este tipo de crímenes como la insuficiente respuesta humanitaria, las condiciones de vida inhumanas, la escasez de alimentos y agua, la falta de saneamiento, la ausencia de refugios seguros para mujeres y niñas y la carencia de oportunidades para generar ingresos, de acuerdo con los datos de la ONU.

    Desde principios de este año, más de 400.000 personas han sufrido desplazamiento forzado a raíz de los enfrentamientos. Antes del avance del grupo rebelde en el país, la República Democrática del Congo contaba con una de las mayores crisis humanitarias de migración interna, con más de 6 millones de personas.

    Más de 2.000 personas han muerto en la ciudad de Goma por los combates entre el Ejército congoleño y el grupo rebelde, según ha informado el portavoz del Gobierno de la RDC, Patrick Muyaya. “Se han enterrado más de 2.000 cadáveres, para que se hagan una idea de las masacres que se han cometido en la ciudad”, señaló. Sin embargo, en esta cifra no están incluidas el número de personas que han sido asesinadas y enterradas en fosas comunes.

    Fuente: El Confidencial

  • Tolerancia Cero ante la Mutilación Genital Femenina: una vulneración a los derechos humanos de miles de niñas y mujeres alrededor del mundo

    Tolerancia Cero ante la Mutilación Genital Femenina: una vulneración a los derechos humanos de miles de niñas y mujeres alrededor del mundo

    Cada 6 de Febrero se conmemora el día contra la mutilación genital femenina, internacionalmente reconocido como el Día de la Tolerancia Cero de la MGF. Esta práctica consiste en la lesión o extirpación parcial o total de los tejidos de los órganos genitales femeninos. Siendo las niñas pequeñas de hasta 15 años de edad las que corren mayor riesgo de sufrirlo, aunque ocasionalmente también, mujeres adultas, conllevando una violación de los derechos humanos pero también de los derechos de las menores.

    Si bien es cierto que las razones y causas de esta práctica pueden variar dependiendo de la región, zona y país en la que se lleva a cabo, a nivel general estaríamos hablando de razones:

    • Socioculturales: como forma de iniciar a la joven en la vida adulta, o como forma de ser completamente aceptada por la sociedad.
    • Tradicionales: como forma de reafirmar la identidad de la comunidad y de pertenencia.
    • Sexuales: como forma de controlar la sexualidad de la joven (con la pretensión de asegurar la “virginidad” hasta el matrimonio), y con la intención de reducir el deseo y placer sexual de la mujer. Además de existir la creencia de que la MGF incrementa el placer masculino, lo que acaba dejando el cuerpo de las mujeres como un instrumento sexuales a disposición de ser utilizado y cosificado por externos.

    Pero, a diferencia de las creencias que se puedan tener, no hay razón médica que avale o justifique esta práctica.

    La mutilación genital femenina no solo es una practica que atenta contra el derecho a la salud sexual y reproductiva, y a la vida (pues hay casos donde la menor muere), sino que también viola la seguridad e integración física de las niñas desde edades tempranas y su derecho a no estar sometidas a torturas. A consecuencia de esta práctica, muchas de las niñas y mujeres que han pasado por ello acaban padeciendo diferentes problemas de salud, además de complicaciones a la hora de dar a luz. Vemos así, que esta práctica no trae consigo ningún beneficio, al contrario, tiene afectaciones en la salud integral de quiene la sufren, ya que entre las problemáticas de salud que pueden resultar de ella se encuentran sangrados severos, problemas a la hora de orinar, dificultades en las menstruaciones, infecciones, etc. Todo esto sin mencionar las consecuencias emocionales y psicológicas que puede llegar a causar, y el impacto en el libre desarrollo y disfrute de una sexualidad plena, aspectos que acaban siendo invisibilizados e ignorados y por ende, pueden llegar a durar incluso más que los traumas y daños físicos.

    La MGF es ilegal y se ha prohibido en más de 44 países, pero hay comunidades que de cara a evitar repercusiones legales por realizarlo, llevan a cabo lo que se conocería como la mutilacion genital femenina transfronteriza. Es decir, que saldrían de un país donde se ha prohibido hasta otro donde aún se lleva a cabo, con el fin de realizarla.

    La ONU, junto a UNFPA y UNICEF, llevan a cabo un programa mundial, (compatible con las iniciativas regionales y estatales de los diferentes países), para acelerar la eliminación de esta práctica. Este programa se llegó a aplicar en 17 países africanos y de Oriente Medio, pero aun así, queda mucha labor por hacer, muchos países en los que implementar este programa, y asegurar el derecho de las mujeres y niñas víctimas de la MGF. 

    Si bien es cierto que en el 2008 desde la Asamblea Mundial de la Salud se pasó una resolución para la eliminación de la mutilación genital femenina, haciendo énfasis en la toma de acciones en sectores como la educación, la salud, la justicia, la finanzas, a día de hoy se sigue practicando en algunas comunidades (de África, Oriente Medio y Asia), como indicamos, dejando a otras 4 millones de niñas en riesgo. Sin mencionar las más de 230 millones que experimentaron esta práctica.

    Una nota de Favour Ekaezunim

  • México desaparece y asesina a les portadores del Patrimonio Cultural Afromexicano

    México desaparece y asesina a les portadores del Patrimonio Cultural Afromexicano

    El 24 de enero se conmemoró el Día Mundial de la Cultura Africana y de les Afrodescendientes, ese mismo día, el cadáver de Miguel Ángel Ventura Medel, director de Cultura del ayuntamiento de Cuajinicuilapa, Guerrero, quien además también era ferviente promotor y portador de la Danza de los Diablos (una de las expresiones más representativas de la cultura afromexicana), apareció con signos de violencia.

    De acuerdo con el informe oficial, Miguel Ventura habría sido secuestrado un día antes en su domicilio y, pese a los esfuerzos coordinados entre la policía estatal, el Ejército y la Guardia Nacional, no fue posible rescatarlo con vida. 

    Actualmente, el municipio de Cuajinicuilapa atraviesa por uno de los momentos más álgidos de violencia debido a la expansión de grupos del crimen organizado. Desde el año pasado se han reportado numerosos episodios que han puesto en riesgo la vida de los habitantes de Cuajinicuilapa que van desde balaceras, secuestros, desapariciones hasta asesinatos. Pese a que el Gobierno Estatal y Federal tiene conocimiento de esto, no se han implementado acciones para atender la delicada situación de seguridad de asedia a los pueblos afromexicanos. 

    Enaltecer la identidad afromexicana debe pensarse más allá de la folclorización y la reiteración discursiva sobre el borramiento histórico, no porque se niegue, sino porque al hablar de la identidad y de la historia del pueblo afromexicano únicamente aludiendo al pasado, hace que la actualidad quede a la intemperie. Estamos ante un nuevo borramiento perpetuado por el estado y la política del narcotráfico. ¿Necesitamos que pasen veinte años para denunciar el racismo y la corrupción? ¿Necesitamos acumular mártires para hacer legítima la demanda por una vida libre de violencia? ¿Necesitamos que el legado cultural de los pueblos afromexicanos penda de un hilo para dirigir nuestra atención a la importancia de políticas culturales de base comunitaria con enfoque de justicia racial?

    La Danza de los Diablos

    Entre las tradiciones más representativas de las comunidades afromexicanas de los estados de Guerrero y Oaxaca, se encuentra la Danza de los Diablos. Dado su valor histórico y la relevancia en términos de cohesión social, ha sido objeto de estudio de diversas corrientes disciplinarias, entre ellas la antropología. La representación de esta danza es diversa, sin embargo, la fiesta grande está reservada para las celebraciones de Día de Muertos, es decir, entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre. 

    Dadas sus peculiaridades rituales y performáticas, esta danza constituye un elemento importante del patrimonio cultural inmaterial de los pueblos afromexicanos de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca. 

    Ejecutar esta danza requiere de un profundo nivel de involucramiento territorial, corporal y afectivo, pues sintetiza los valores de generaciones. La Danza de Diablos se distingue por la peculiaridad de sus máscaras y los instrumentos musicales, principalmente. Tanto la elaboración de las máscaras como la ejecución de las melodías musicales requieren de conocimientos que han sido aprendidos y difundidos mediante la oralidad. Resulta significativo mencionar esto para dimensionar la importancia de las memorias vivas y el territorio como puntos centrales del Patrimonio Cultural Inmaterial Afromexicano. 

    Proteger la vida es preservar el Patrimonio Cultural Inmaterial

    La región de la Costa Chica, que comprende territorios del estado de Guerrero y Oaxaca, presenta altos índices de violencia de género, empobrecimiento y rezago educativo. Sin embargo, el análisis de los impactos de la desigualdad estructural se ve mermado por la falta de transparencia y de datos desagregados. Los habitantes de distintos pueblos han denunciado la preocupante situación de violencia de género y de la crisis de seguridad, como consecuencia de la expansión de grupos del crimen organizado. Los niveles de violencia han llegado al punto de establecer toques de queda o incluso, suspender actividades escolares como medidas emergentes. 

    No obstante, existe un silencio generalizado sobre esta situación. Mientras el discurso oficialista vitupera el reconocimiento constitucional de las personas afromexicanas como el máximo logro en materia de derechos culturales y de inclusión pluriétnica, pueblos, comunidades, familias y personas afromexicanas enfrentan un complejo panorama de exclusión, violencia sistemática y opresión.

    Mientras en ciudades capitales y en diversos eventos de difusión cultural se convoca a grupos de la Danza de los Diablos como parte de muestras culturales, los portadores de esta expresión están siendo desaparecidos y asesinados y con ello, el patrimonio cultural inmaterial afromexicano está en riesgo. 

    Debemos entender que la protección, preservación y conservación del Patrimonio Cultural Inmaterial es, ante todo, una defensa por el derecho a la vida digna y libre de violencia de las personas afromexicanas. De otro modo, solo se reproducen estigmas y narrativas de despolitización cultural en torno a las manifestaciones culturales afromexicanas. 

    Las condiciones de desigualdad en que viven detentores y portadores del Patrimonio Cultural Inmaterial son reiterativas, lo que expone una perspectiva antirracista e intercultural deficiente en la promoción de los derechos culturales.

    Promover la cultura; salvaguardar la memoria

    Miguel Ventura Medel contribuyó a la transmisión de saberes y conocimientos sobre la Danza de los Diablos mediante la enseñanza de la música, la ejecución e, incluso, la elaboración de las máscaras. En el entendido de que gran parte del Patrimonio Cultural Inmaterial se vale de la transmisión generacional, el desinterés del estado mexicano para atender las crisis de seguridad no puede tener otra lectura que no sea la de una manifestación del racismo estructural orientado al etnocidio.

    Un reconocimiento cultural efectivo debe contemplar la perspectiva de justicia racial en amplitud, ello implica romper con las dinámicas de expoliación y mercantilización, donde expresiones como la Danza de los Diablos solo son instrumentalizadas para el entretenimiento. Es necesaria una política pública con enfoque de paz y antirracismo que comprenda la preservación del Patrimonio Cultural Inmaterial como acciones de protección y restitución de derechos humanos. 

    Una reflexión de Ana Hurtado

  • En medio de una exacerbación de la ultraderecha, la marcha LGBTIQ+ antifascista y antirracista en Argentina prevé más de 100 manifestaciones alrededor del mundo

    En medio de una exacerbación de la ultraderecha, la marcha LGBTIQ+ antifascista y antirracista en Argentina prevé más de 100 manifestaciones alrededor del mundo

    Tras días de asamblea y movilización popular, finalmente llegó el día. La marcha antifascista y antirracista convocada por colectivos LGTBIQ+ en Argentina para este sábado, contra el presidente Javier Milei y su discurso de odio en el Foro Económico Mundial de Davos, será respaldada no sólo en distintos puntos del país, sino mediante protestas en ciudades de diferentess países de Europa y toda América.

    La denominada Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista ha recibido el apoyo de incontables organizaciones de la sociedad civil, y se perfila como una de las movilizaciones más masivas contra el gobierno de Milei desde su llegada a la Presidencia en diciembre de 2023.

    “Con el acompañamiento y la participación de una enorme diversidad de sectores sociales afectados, logramos torcer la agenda y le decimos ‘BASTA’ a Milei”, señalaron los organizadores a través de un comunicado, en el que expresaron su rechazo contra el discurso del presidente en Davos, en el que atacó “la agenda LGBTIQ+” y vinculó la homosexualidad con la pedofilia. Durante aquel discurso, Milei también atacó al feminismo, describiendo al aborto como una “aberración” y sugiriendo la eliminación de la categoría jurídica de feminicidio en el código penal.

    “Este accionar tiene un nombre: FASCISMO”, señalaron les organizadores de la movilización antifascista y antirracista en respuesta a los dichos del presidente.

    La convocatoria cuenta con el respaldo de sindicatos, organizaciones sociales y políticas y agrupaciones como Madres de Plaza de Mayo y Abuelas de Plaza de Mayo, y llama a luchar contra las distintas medidas antipopulares del gobierno de Milei, como el vaciamiento de la salud pública, el cierre de sitios de memoria y derechos humanos, el desfinanciamiento de comedores populares y de universidades y en defensa de les jubilades, la educación pública, les trabajadores y los recursos naturales del país.

    Así, diversos colectivos en Europa y toda América anunciaron que acompañarán la movilización principal en Buenos Aires, prevista para las 16:00 hora local (19:00 GMT) y que partirá desde el Congreso de la Nación y terminará en la Casa Rosada, sede del poder ejecutivo.

    Según les organizadores, además de las más de 100 manifestaciones previstas en otros puntos del territorio argentino, se esperan concentraciones en ciudades como Santiago de Chile, Lisboa, Londres, Granada, Barcelona, Madrid, Amsterdam, Berlín, Ginebra, Ciudad de México, Montevideo, Nueva York, París, Roma, Rio de Janeiro y São Paulo, entre otras. Las manifestaciones de apoyo serán desde plazas y zonas cercanas a las embajadas de Argentina en esos países.

    En paralelo con el ascenso de estos discursos de odio, se registró un intento de lesbicidio en la localidad boanerse de Cañuelas, donde prendieron fuego la casa de una familia de lesbianas con una hija menor. Agui, una de las víctimas, señaló en una entrevista para Página12, la relación entre este ataque de su vecino con el discurso de Milei en Davos: “Los discursos de odio traen estas repercusiones. traen violentos que se sienten identificados y creen que pueden hacer uso de esa violencia, porque no van a tener ningún castigo después.”

    El gobierno de Miei no lleva tan siquiera 2 años en Argentina, y ya ha causado estragos y recortes en distintas políticas públicas orientadas a combatir las barreras y desigualdades de las comunidades más marginalizadas, como las personas jubiladas, LGBTIQ+, con discapacidad, indígenas, afrodescendientes y africanas, y migrantes. Tal como señala Kadie Morgan, integrante de la asamblea y de AfrosLGBTIQ+ “El colonialismo y el racismo siguen vigentes con las políticas de exterminio que se acentuaron de forma exponencial durante el gobierno de Milei: el despojo de tierras, la estigmatización de migrantes, el fuego en los territorios, la destrucción de las pocas políticas antirracistas, el cierre del INADI y la violencia institucional son algunos de los ejemplos de ello.”

    Fuente: Infobae


  • Inicia la gestión Trump: Cancelación de la app CBP One deja a una gran cantidad de personas migrantes varadas en México

    Inicia la gestión Trump: Cancelación de la app CBP One deja a una gran cantidad de personas migrantes varadas en México

    Decenas de miles de citas que estaban programadas hasta febrero fueron canceladas, según se les informó a les miles de solicitantes.

    Vinieron desde Haití, Venezuela y otras partes del mundo, arrastrando sus maletas repletas de ropa y juguetes para mantener a sus retoños entretenidos. Se aferraban a sus teléfonos celulares que mostraban que, después de varios meses de espera, finalmente tenían citas para entrar regularmente a Estados Unidos.

    Ahora, fuera de varios cruces fronterizos en el norte de México —donde laberintos de muros de concreto y gruesas vallas eventualmente desembocan en Estados Unidos— la esperanza y la emoción se convirtieron el lunes en desesperación e incredulidad momentos después de que el presidente Donald Trump asumió el cargo.

    La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus iniciales en inglés), anunció el lunes que la aplicación CBP One, que apenas esta mañana seguía en operaciones, ya no sería utilizada para permitir el ingreso de migrantes, luego de que el servicio permitió la entrada de casi 1 millón de personas solicitantes de asilo desde enero de 2023.

    Decenas de miles de citas que estaban programadas hasta febrero fueron canceladas, se les informó a les solicitantes.

    Eso fue todo. No había forma de apelar, y nadie con quién hablar.

    En Tijuana, donde a diario se admitía a 400 personas en la aplicación en un cruce fronterizo con San Diego, María Mercado tuvo que armarse de valor para revisar su teléfono.

    Una vez que se atrevió a mirar, las lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas. Su familia tenía una cita programada para la 1 de la tarde, una par de horas más tarde.

    “No sabemos qué vamos a hacer”, dijo junto a su familia, a pocos metros de suelo estadounidense.

    María salió de Colombia hace varias décadas debido a la violencia del narcotráfico y del conflicto armado, y emprendió camino rumbo a Ecuador. Cuando los carteles asediaron su nuevo hogar, la familia huyó nuevamente en junio pasado, esta vez hacia México con la esperanza de llegar a Estados Unidos.

    “No pido nada del mundo —sólo pido a Dios. Pido a Dios que nos deje entrar, por favor. Sólo Dios puede ayudarnos”, añadió.

    La app de CBP One ha sido extremadamente popular, especialmente entre migrantes de origen venezolano, cubano, haitiano y mexicano. Ahora, se encuentran a la espera en la frontera con Estados Unidos o en otras partes del territorio mexicano.

    Jairo Polo pasó seis meses tratando de conseguir una cita desde Ciudad de México, hasta que finalmente obtuvo una para el miércoles en Matamoros, una ciudad limítrofe con Brownsville, Texas. El cubano de 38 años tomó un vuelo el lunes desde la capital mexicana sólo para enterarse al llegar a la frontera que su cita había sido cancelada.

    Las personas que tenían cita por la mañana pasaron según lo programado. Andrum Román, un venezolano de 28 años, fue parte del último grupo que cruzó la frontera con una cita de CBP One en Ciudad Juárez, del otro lado del río Bravo con El Paso, Texas.

    Antes de entregar sus documentos expresó que se sentía un poco más seguro ya en territorio estadounidense, pero aún se veía abrumado por la incertidumbre. Por la tarde, la app ya no servía.

    CBP One funcionaba como una especie de sistema de lotería, otorgando 1450 citas al día en uno de ocho cruces fronterizos. Las personas entraban a Estados Unidos bajo un permiso condicional, un poder presidencial que el exmandatario Joe Biden utilizó más que cualquier otro presidente desde que se introdujo la medida en 1952.

    Su desaparición se apega a las promesas de campaña de Trump y complacerá a los detractores de la medida, quienes la consideran un imán excesivamente generoso que atrae a las personas hacia la frontera entre México y Estados Unidos.

    A pesar de pasar problemas durante su lanzamiento en enero de 2023, rápidamente se convirtió en una pieza fundamental de la estrategia fronteriza del gobierno de Biden para expandir las vías regulares, mientras se endurecía el asilo para quienes no lograban ingresar de esta forma al país.

    Muchos albergues para migrantes en México se encuentran actualmente ocupados por personas que a diario entraban a sus teléfonos con la esperanza de conseguir una cita. La CBP señala que unas 280.000 personas intentan a diario obtener uno de los 1.450 espacios.

    La desaparición de CBP One se combina con el regreso de la política de “Permanecer en México”, un remanente del primer mandato de Trump que obligó a unas 70.000 personas solicitantes de asilo a esperar en México a que llegara su fecha de audiencia en una corte de migración de Estados Unidos.

    Matthew Hudak, quien el año pasado se retiró como subdirector de la Patrulla Fronteriza, dijo que la desaparición de CBP One podría alentar a las personas a cruzar irregularmente, exponiendo su vida en los distintos pasos fronterizos.

    “El mensaje con el cierre de CBP One es básicamente, ‘Oye, no vamos a permitir que te presentes; la puerta no va a estar abierta’. Para que eso tenga sentido, debe haber algún nivel de consecuencia si evitas cualquier medio legal y lo haces ilegalmente”, explicó.

    La noticia del abrupto final de CBP One conmocionó a cientos de migrantes en todo México, y en los distintos países de tránsito de camino a Estados Unidos.

    Juan Andrés Rincón Ramos, un venezolano de 19 años, lloró de alegría a principios de enero cuando obtuvo una cita de asilo a través de CBP One después de intentarlo durante meses. Fue un rayo de esperanza después de cinco años en Perú y siete meses en México en su intento por llegar a Estados Unidos, donde vive su hermano.

    En el campamento improvisado de migrantes en Ciudad de México en el que vive, la fantasía de una vida que soñó para sí mismo se evaporó cuando recibió la notificación de que su cita había sido cancelada.

    “Fue un momento de esperanza, pero no duró mucho”, declaró. “Todos se confiaron en el sueño americano, pero todos nos equivocamos”.

    Fuente: La Voz


  • Racismo y violencia vicaria: La lucha de India por recuperar a su hijo en Buenos Aires

    Racismo y violencia vicaria: La lucha de India por recuperar a su hijo en Buenos Aires

    Entre las distintas formas de violencia de género se encuentra la violencia vicaria, un tipo particular de violencia donde los hijos e hijas son utilizadas con el fin de generar daño y ocasionar dolor a la madre. Este es el caso de India, una mujer migrante y afrobrasileña a quien le arrebataron a su hijo Benicio de 7 años en Brasil, a pesar de haberlo cuidado desde su nacimiento y de las previas denuncias por violencia de género, incumplimiento de la pensión alimentaria y agresiones racistas que había hecho a su expareja desde 2019. 

    A la fecha, van más de 4 meses en que India no tiene ningún tipo de información sobre su hijo, a pesar de haber retornado a Buenos Aires con su hijo más pequeño e iniciar todo un proceso para recuperar la tenencia de Benicio y desmentir las pruebas falsas presentadas en Brasil que lograron su deportación. 

    Mientras que el juez que está llevando el proceso, Raúl Augusto Montesano, no ha tomado en cuenta las denuncias preliminares al progenitor de Benicio que además fueron registradas en la Comisaría de la Mujer, poniendo en riesgo la integridad física y emocional del niño, y actuando en favor de su progenitor. Además de prohibir que India difunda el caso por sus propias redes sociales y medios de comunicación para darle celeridad a la situación, mediante la imposición de una multa y la orden de una perimetral. 

    Hoy, Rubén Javier Michel cuenta con la tenencia provisoria de Benicio de manera indefinida, e India denuncia tanto la violencia vicaria que caracteriza el caso, como la violencia psicológica y alienación parental que seguramente está sufriendo su hijo. 

    En Argentina, el 73% de las denuncias por violencia de género corresponden a violencia ejercida por una pareja o ex pareja, según la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Esta negligencia por parte de la justicia debe terminar, para así garantizar la protección de los y las niñas y los derechos de las mujeres en Argentina. 

    Exigimos que Benicio sea devuelto a su madre, y que todos los casos similares sean tratados con la seriedad y urgencia que requieren. 

    ¡Justicia por Benu!

  • Libertad para Sonia María de Jesús y castigo para sus esclavizadores Jorge Luiz De Borda y Ana Cristina Gayotto de Borda

    Libertad para Sonia María de Jesús y castigo para sus esclavizadores Jorge Luiz De Borda y Ana Cristina Gayotto de Borda

    Sonia María de Jesús, una mujer negra de 50 años que cuenta con una discapacidad auditiva, está siendo esclavizada por Jorge Luiz De Borda y Ana Cristina Gayotto de Borda en una casa de Florianópolis, Brasil. 

    Después de 40 años siendo esclavizada, Sonia fue rescatada en el 2025 durante un operativo realizado en la casa del juez del Tribunal de Justicia de Santa Catarina, Jorge Luiz de Borba y de  su compañera, Ana Cristina Gayotto de Borda quienes estaban siendo investigades por haber sometido a Sonia a condiciones de trabajo inhumano. Sin embargo negaron la acusación, sosteniendo que Sonia es una familiar.

    Aun así, dos meses después, el juez solicitó visitarla en el albergue donde fue enviada tras el rescate, y obtuvo autorización del Superior Tribunal de Justicia, que le permitía regresar a la casa de les esclavizadores, pese a las condiciones inhumanas y de cautiverio en las que se encontraba Sonia.

    Hoy esta mujer se encuentra nuevamente en cautiverio, en la casa de sus esclavizadores Jorge Luiz De Borda y Ana Cristina Gayotto de Borda, porque la justicia racista y colonial le ha negado la libertad y las atenciones para que Sonia pueda emanciparse dignamente de sus abusadores, quienes en vez de haber sido castigados con con la ley, se les ha beneficiado y aplaudido más de 40 años de abusos.

    La Inspectora que lleva el caso, Luciana Xavier, explica que Sonia no tuvo la oportunidad de comprender todas las violaciones que sufrió. “Ella no sabe que tenía una familia que la quería, no sabe que tenía derecho a ir a la escuela, aprender y tener vida comunitaria. Era una mujer invisible, recién obtuvo su cédula de identidad en 2019, cuando tenía 45 años. No tenía tarjeta de crédito, ni celular, no hizo amigos y ni siquiera tenía derecho a enamorarse. ¿Cómo se comunicaría ella?”.

    Debido a esto, el periodista Beto Almeida destaca la importancia de la audiencia pública realizada en el Senado Federal, coordinada y convocada por el senador Paulo Paim, del PT de Rio Grande do Sul. Destaca que la sociedad brasileña quedó sorprendida por una decisión provisional que favoreció el regreso de Sonia a la casa que ella tenía , que de hecho, era el entorno de su prisión.

    Sonia tiene una familia que ya la ha buscado y quiere recuperarla, por esta razón hacemos esta denuncia para que se haga justicia, se castigue a sus esclavizadores y les caiga todo el peso de ley. Invitamos también a toda la comunidad digital a compartir esta noticia para dar visibilidad a este caso de esclavitud moderna.

     ¡Sonia merece libertad, justicia, reparación y respeto!

    Una nota de Betty Zambrano Zabaleta

  • La geografía de la empatía: Los Ángeles, Angola y el Amazonas

    La geografía de la empatía: Los Ángeles, Angola y el Amazonas

    Los recientes incendios en Los Ángeles han generado una ola de solidaridad internacional: trending topics en redes sociales, donaciones masivas y una cobertura mediática constante que humaniza a las víctimas y exalta los esfuerzos por contener el fuego. Sin embargo, este nivel de atención y empatía brilló por su ausencia cuando, en una sola semana, el 6% del territorio de Angola fue arrasado por incendios forestales. Una tragedia de dimensiones inmensas que también quedó eclipsada por la insuficiente respuesta a los incendios en el Amazonas, el pulmón del planeta.

    ¿Qué nos dice esto sobre cómo el mundo reacciona ante el sufrimiento humano y los desastres ambientales? Desde una perspectiva antirracista y decolonial, esta desigualdad no es casual; responde a sistemas históricos de poder que jerarquizan qué vidas y geografías son dignas de atención.

    Colonialismo mediático: Lo visible y lo invisible

    El silencio mediático sobre los incendios en Angola es un ejemplo claro de cómo las tragedias en el Sur Global suelen ser invisibilizadas. Que el 6% de un país entero se queme en una semana debería haber sido noticia mundial. Sin embargo, Angola, como parte de África, sigue siendo relegada al imaginario global como un lugar de sufrimiento normalizado, un espacio donde las tragedias “siempre ocurren”.

    En contraste, los incendios en Los Ángeles no solo ocuparon titulares, sino que movilizaron recursos y solidaridad a nivel internacional. Estas narrativas mediáticas suelen estar diseñadas para resaltar la resiliencia de las sociedades occidentales, mientras que los desastres en África o América Latina se presentan como producto del caos inherente a estas regiones.

    Incluso en el caso del Amazonas, una región vital para el equilibrio ambiental global, la empatía y la acción suelen llegar tarde, cuando las consecuencias empiezan a sentirse en el Norte Global. Esto refleja una desconexión colonial que ve al Sur Global como un espacio de recursos, pero no de vidas humanas dignas de protección.

    Racismo estructural: ¿Qué vidas importan?

    El racismo estructural también desempeña un papel clave en esta diferencia de reacciones. Las vidas africanas y las de las comunidades indígenas del Amazonas son sistemáticamente deshumanizadas en el imaginario global. Mientras que las imágenes de los incendios en Los Ángeles muestran hogares destruidos y familias desplazadas, las tragedias en lugares como Angola o el Amazonas se presentan como estadísticas frías y anónimas, sin rostro ni historia.

    Esta deshumanización perpetúa la idea de que el sufrimiento en ciertas regiones es inevitable, un trasfondo constante que no merece la misma atención ni acción que las tragedias en el Norte Global.

    El impacto del cambio climático y la colonialidad del poder

    El cambio climático, que intensifica la frecuencia y magnitud de los incendios forestales, afecta desproporcionadamente al Sur Global. Sin embargo, estas regiones no solo enfrentan los mayores riesgos ambientales, sino que también son excluidas de las narrativas globales sobre justicia climática.

    Los incendios en Angola, el Amazonas y otros territorios del Sur Global son una consecuencia directa de un sistema extractivista impulsado principalmente por el Norte Global, que además decide qué desastres merecen atención y cuáles no.

    Descolonizar la empatía: Un cambio necesario

    Para responder de manera justa a estos desastres, necesitamos descolonizar nuestra forma de pensar, informar y actuar. Algunas claves:

    1. Visibilizar las crisis del Sur Global: Reconocer la magnitud de tragedias como la de Angola y exigir que sean tratadas con la misma urgencia que las del Norte Global.
    2. Ampliar nuestras redes de solidaridad: Apoyar a las comunidades indígenas, africanas y afrodescendientes que están en la primera línea de defensa contra el cambio climático y las catástrofes ambientales.
    3. Cuestionar las narrativas mediáticas: Reflexionar sobre cómo los medios jerarquizan el sufrimiento y quiénes controlan estas narrativas.
    4. Exigir responsabilidad global: Reconocer que las crisis ambientales en el Sur Global no son fenómenos aislados, sino el resultado de siglos de explotación colonial y desequilibrios de poder.

    La empatía no puede depender de qué cuerpo habitas ni de la ubicación geográfica. Si el mundo realmente quiere combatir el cambio climático y proteger la vida humana, debe aprender a preocuparse igual por un incendio en Los Ángeles, el Amazonas o Angola. Porque lo que arde no es solo un territorio; es nuestra humanidad compartida.

    Una reflexión de Chaimaa Boukharsa

  • En el nombre del poder: la violencia sexual en la matanza de La Saline, Puerto Príncipe 2018

    En el nombre del poder: la violencia sexual en la matanza de La Saline, Puerto Príncipe 2018

    Han pasado siete años desde que los tiroteos, la persecución y el castigo público lanzaron un mensaje contundente a la organización popular del Barrio de La Saline, en Puerto Príncipe, Haití: que los intereses geopolíticos por la isla son brutales, sanguinarios y pueden pasar por encima de cualquier marco de derechos. 

    El 13 de noviembre del 2018, el barrio de La Saline en Puerto Príncipe, Haití, fue blanco de un ataque paramilitar donde al menos 70 personas fueron masacradas, otras fueron torturadas y expuestas al castigo público e, incluso, algunas mujeres sufrieron violencia sexual. Estos crímenes ocurrieron en el marco de las protestas contra la crisis económica del 2018, intensificada por el desfalco petrolero que reportaba desvíos millonarios.

    Nueve meses después, el 15 de agosto de 2019, el “Bureau de Droits Humains en Haití (BDHH), del “Cabinet Jean-François & Associés” y del “Bureau des Organisations de Défense de Droits Humains” envió una solicitud de medidas cautelares a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), solicitando la protección para las personas que integraban el Comité de Víctimas de La Saline y otros barrios de Puerto Príncipe, Haití.

    A partir de entonces la CIDH comenzó con un proceso de revisión y documentación que incluyó el análisis de informes, una visita in Loco, y entrevistas con víctimas, sobrevivientes y organizaciones de derechos humanos. No obstante, pese a las solicitudes de la CIDH, el estado haitiano no presentó ningún informe. Los solicitantes señalaron que durante los días de las agresiones- es decir, entre el 13 y el 17 de noviembre- habían tenido lugar “más de setenta fallecidos, al menos once mujeres o niñas violadas, decenas de saqueos e incendios o destrozos, sumándose a lo anterior numerosos vecinos que tuvieron que desplazarse”. (CIDH, 2019; 1)

    Además, un reporte elaborado por la Red Nacional de Defensa de Derechos Humanos (RNDDH) y de la Misión de Naciones Unidas (Minujusth) reveló vínculos entre las autoridades gubernamentales y grupos paramilitares, comúnmente conocidos como “bandas criminales”. Aunado a ello, un informe de la Dirección Central de la Policía Judicial (DCPJ) tanto Fednel Monchéry, ex director general del Ministerio del Interior y de la Colectividades Territoriales, como Joseph Pierre Richard Duplan, ex representante presidencial directo, eran sospechosos de estar involucrados en la matanza de La Saline.

    A manera de contexto, es importante mencionar que el barrio de La Saline ha jugado un papel crucial en la organización política de base popular, por lo que dichos ataques no pueden ser leídos en total desvinculación de una economía política de la guerra centrada en la disuasión organizativa. 

    El 31 de diciembre del 2019, la CIDH falló a favor del Comité de Víctimas de La Saline determinando que eran beneficiarias de medidas cautelares, dados que el análisis de los hechos evidenciaba la urgencia, gravedad e irreparabilidad de los actos de violencia ocurridos en noviembre del 2018. 

    ¿Cómo reportó la prensa la matanza de La Saline del 2018?

    Latinoamérica

    28 de diciembre, 2018.

    La sección Internacional del Europa Press dedicaba su edición al recuento de “Los 10 acontecimientos relevantes en la escena internacional en el 2018” y en el párrafo introductorio se declaraba que la estelaridad del 2018 trascendía por la muerte de Fidel Castro en Cuba, la paz entre Etiopía y Eritrea y el encuentro en el que Donald Trump- entonces presidente de Estados Unidos- y Kim Jung Un, líder de Norcorea, estrechaban sus manos en la Zona Desmilitarizada de las dos Coreas.

    20 de diciembre, 2018.

    El Confidencial. El diario de los lectores influyentes, publicaba la nota “Los acontecimiento que cambiaron el mundo en el 2018” y en lo que a Latinoamérica respecta se mencionaron cuatro cosas: la “crisis migratoria más grande” provocada por el desplazamiento forzoso de personas venezolanas hacia el exterior, el cara a cara entre los líderes de Estados Unidos y Norcorea, el fin del castrismo en Cuba, y el despliegue militar contra una caravana de migrantes en la frontera de México con Estados Unidos. 

    3 de enero, 2019.

    El portal de noticias France 24 publicaba una breve nota titulada “los acontecimientos que tuvieron mayor impacto en el 2018”, en tres párrafos sintetizaba las coyunturas políticas de Costa Rica, Paraguay, Venezuela, Colombia, México, Brasil, Perú y Ecuador. 

    29 de diciembre, 2019. 

    La nota introductoria de la Redacción de la BBC News Mundo resumía una década de virajes políticos matizados, para variar, por el descontento social y la siempre citada desigualdad económica: Sismos devastadores, giros políticos históricos, muertes de carismáticos líderes, protestas desbordadas… América Latina termina una década llena de historias de gran impacto en la región. BBC Mundo te cuenta cuáles fueron algunos de los acontecimientos más relevantes de los últimos diez años.” El recuento de los 10 hechos recopilados inicia con los terremotos de Haití y Chile en el 2010, pasando por la muerte de Hugo Chávez, el relevo democrático en Cuba, la firma de los tratados de paz en Colombia, el ascenso de Bolsonaro en Brasil, el triunfo de Andrés Manuel Lopez Obrador en México y, finalmente, se mencionaban las protestas en Ecuador, Chile, Bolivia y Colombia.

    Caribe

    21 de febrero, 2019. 

    El Nuevo Diario, República Dominicana. La agencia de noticias EFE, publicó un reportaje sobre las condiciones de hacinamiento y pobreza extrema en que vivían alrededor de 30,000 personas de La Saline. Si bien el tema central no es la matanza de La Saline, someramente se menciona que en noviembre del año pasado (2018), 50 personas habrían perdido la vida en una matanza de Estado. Se incluye una referencia sobre el desplazamiento forzoso de aproximadamente 300 personas tras lo ocurrido en los ataques del 13 de noviembre. 

    13 de enero, 2019. 

    The Gleaner, Jamaica. “Hombres armados vestidos de policías masacran a civiles en Haití”, esta nota recupera testimonios de sobrevivientes y describe cómo fue una operación encubierta que tomó por sorpresa a la mayoría de les habitantes de La Saline. Elementos armados irrumpieron en las casas, algunos cortaron fuego y otros asesinaron con armas blancas. Adicionalmente, incorporaban el primer balance de pérdidas humanas donde una organización de derechos humanos y un grupo eclesial católico, reportaron el hallazgo de 21 cuerpos masculinos que fueron abatidos en las primeras 24 horas del ataque. 

    Desde 2018, el periódico “Le Nouvelliste” de Haití ha desarrollado diversos reportajes sobre la matanza de La Saline, incluyendo dossiers temáticos y reportes de diferentes organismos. El 1 de diciembre de 2018, publicaron “Los detalles de la Masacre de La Saline, según la RNDDH”. Este es uno de los trabajos periodísticos más completos, dado que recupera una cronología de los hechos, detalla las disputas territoriales entre grupos armados y mediante la recopilación de testimonios, detalla las violencias sexuales que se ejercieron contra mujeres jóvenes haitianas. 

    El papel del periodismo antirracista y con perspectiva de género para la justicia sexual

    La cobertura periodística sobre la matanza de La Saline en el 2018 arroja datos interesantes sobre la forma en que las narrativas contribuyen a la desestimación de la gravedad de violaciones de derechos. En una lectura comparativa, es significativo observar cómo la prensa internacional hace un tratamiento generalizado en torno a la crisis política y económica de Haití, mientras que, en la regional, si bien existe un abordaje más detallado, mantiene una línea narrativa distante y acrítica, hasta cierto punto.

    Revisitar el tratamiento narrativo sobre un caso de violencia sexual, perpetuada en el marco de ataques armados contra un barrio, sirve para analizar las fraternidades de poder que blindan a los estados y emiten un mensaje a la escena internacional sobre el control territorial, corporal e incluso afectivo de una condición de vulnerabilidad. 

    Un periodismo antirracista con perspectiva de género debe trascender el hecho informativo- descriptivo y posicionarse como una práctica adscrita a la justicia sexual restauradora, es decir, pensar en el periodismo como parte de un sistema continuo de micro reparaciones narrativas para transformar el discurso en acciones efectivas de protección y cuidado para la sexualidad de las mujeres afrodescendientes. 

    La justicia sexual habría de apuntar a la reivindicación de la historia cultural de la sexualidad afrodescendiente, para señalar cómo el ejercicio del castigo, la sanción y la tortura contra los cuerpos racializados es una expresión del colonialismo. Bajo ese orden de ideas, una pregunta fundamental sería ¿cómo construir una historiografía afectiva de nuestros cuerpos? ¿qué narrativas corporales existen después y más allá de las violencias coloniales y patriarcales?

    Una lectura geopolítica de la violencia sexual

    La Organización de las Naciones Unidas define la Violencia Sexual Relacionada con los Conflictos (VSRC) como una táctica intrínsecamente ligada al control territorial o de recursos, causando una subordinación que tiene como fin último el despojo material, afectivo, patrimonial y territorial. Pese a lo reiterativo que pueda parecer, precisamos enfatizar que la Violencia Sexual siempre ocurre en contextos forzosos: violaciones, torturas, esterilizaciones, abortos, matrimonios, y demás. 

    En el Informe del Secretario General para las Naciones Unidas sobre Violencia sexual relacionada con los conflictos, se menciona que, a nivel internacional “todavía no hemos invertido lo suficiente en combatir las causas estructurales profundas que impulsan y perpetúan esa violencia, en particular, la desigualdad entre los géneros, que se ve exacerbada por los conflictos y la militarización.” 

    Debemos ser claras al respecto: para que la violencia sexual deje de ser entendida como una estrategia de guerra, no basta con rastrear las causas estructurales de la desigualdad y la violencia en sí, es necesario apuntar a la transformación de todo un modelo económico que implicaría el debilitamiento del capitalismo, así como la separación entre seguridad nacional y militarización. De otra manera, apelar a la “causa estructural” de la VSRC, se convierte apenas en una justificación, o una especie de lubricante categórico que justifica la opresión territorial del colonialismo. 

    Los aparatos estatales no son capaces de comprender la dimensión humana del dolor debido a que el sufrimiento constituye una estrategia de largo aliento para mantener intacto el lugar del poder en la distribución de los espacios geográficos. Esa es la razón por la cual la historia de la violencia sexual se repite, al ser un arma de guerra, los compromisos de los estados para combatir, erradicar y prevenir son volátiles. Los cuerpos también son fronteras. 

    El caso de La Saline aún sigue impune. Las personas víctimas y sobrevivientes no sólo no han accedido a medidas efectivas de reparación integral, también han quedado expuestas al conflicto. ¿Cómo estamos trabajando para que los enjuiciamientos ante crímenes de violencia sexual sean efectivos?

    Una reflexión de Ana Hurtado