En Francia se acaba de aprobar en la cámara baja del parlamento un proyecto de ley que prohíbe la discriminación basada en el peinado, el color o la textura. Se trata de una medida histórica que está enfocada, especialmente, en acabar con situaciones de discriminación en el ambiente laboral.
El impulsor de esta medida es Olivier Serva, diputado independiente por el territorio colonizado por Francia, Guadalupe, y la ha justificado argumentando que se provoca mucho sufrimiento por esta llamada discriminación capilar, sobre todo en las mujeres afrodescendientes a las que en muchas ocasiones se las anima a cambiar su peinado en las entrevistas de trabajo. Una manera de no respetar su identidad.
Supone un gran éxito, según él mismo ha confesado en el periódico The Guardian: “¡Qué emoción! Hoy es un día histórico. Francia es el primer país del mundo en adoptar un arsenal legislativo a nivel nacional destinado específicamente a combatir la discriminación capilar en el lugar de trabajo y en el ámbito público”.
El proyecto de ley ha sido aprobado por una amplia mayoría de 44 legisladores contra dos, pese a que muches de los legisladores de la Asamblea Nacional no votaron. Para convertirse en ley, también debe ser aprobada en el Senado, la cámara alta de Francia, donde se espera que tenga más oposición.
Es un primer paso que ha sido recibido con entusiasmo y son muches quienes esperan que las cosas cambien. Aude Livoreil-Djampou, estilista, en declaraciones al medio galo AP, asegura que no se trataba sólo de un problema capilar. “Le dará fuerza a la gente para poder responder cuando se les pide que se alisen el cabello. Pueden decir: ‘No, esto no es legal, no puedes esperar eso de mí, no tiene nada que ver con mi competencia profesional”, aclara.
Aunque para alguns sectores pueda parecer que no es un problema frecuente, hay muchos casos de discriminación de este tipo y también casos judiciales. Una persona negra de la tripulación de Air France ganó en 2022 una batalla legal por el derecho a trabajar con el pelo trenzado en los vuelos, lo que le costó diez años de lucha.
Como era de esperar, el proyecto de ley francés también tiene detractores que aseguran que es una norma innecesaria porque la discriminación de una persona por su apariencia ya es ilegal, así que no es necesario regularla de nuevo. Fabien Di Filippo, del partido conservador Les Républicains, aprovechó para plantear preguntas de este tipo: “¿Deberíamos esperar mañana un proyecto de ley sobre la discriminación contra las personas calvas, que creo que están subrepresentadas en los anuncios de champús?”.
La realidad es que este proyecto es similar a una legislación aprobada en más de 20 estados en Estados Unidos. También en Reino Unido, la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos, ha publicado directrices contra la discriminación capilar en las escuelas.
Fuente: El Español