El Gobierno de Portugal declaró el pasado sábado que se niega a iniciar cualquier proceso para pagar reparaciones por las atrocidades cometidas durante la época colonial y de la esclavitud transatlántica, en contra de los comentarios previos del presidente Marcelo Rebelo de Sousa.
Entre los siglos XV y XIX, más de 6 millones de personas africanas fueron transportadas a la fuerza a través del Atlántico por navíos portugueses y vendidas para ser esclavizadas, principalmente en Brasil.
Rebelo de Sousa había dicho anteriormente que Portugal podría utilizar varios métodos para pagar las reparaciones, como cancelar la deuda de las antiguas colonias y proporcionar financiación.
En un comunicado remitido a la agencia de noticias portuguesa Lusa, el gobierno manifestó su deseo de “profundizar las relaciones mutuas, el respeto a la verdad histórica y una cooperación cada vez más intensa y estrecha, basada en la reconciliación de los pueblos hermanos”.
Pero añadió que no tiene “ningún proceso o programa de acciones específicas” para pagar reparaciones, señalando que esta línea fue seguida por gobiernos anteriores.
El presidente sugirió el martes la necesidad de reparaciones, lo que desató fuertes críticas de los partidos de derecha, entre ellos el socio menor de la coalición gubernamental Alianza Democrática, CDS-Partido Popular, y el ultraderechista Chega.
“No podemos meter esto debajo de la alfombra o en un cajón. Tenemos la obligación de liderar este proceso (de reparaciones)”, declaró el presidente a la prensa el sábado.
La era colonial de Portugal duró más de cinco siglos, con Angola, Mozambique, Brasil, Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe, Timor Oriental y algunos territorios de Asia sometidos a su dominio.
La descolonización de los países africanos y el fin del imperio en África se produjeron meses después de que la “Revolución de los claveles” portuguesa, el 25 de abril de 1974, derrocara la dictadura fascista más larga de Europa e instaurara la democracia.
Fuente: Microsoft Start