¿Quieres saber si tienes fragilidad blanca? Mira las siguientes preguntas.
1- ¿Me siento a la defensiva cuando una persona racializada dice “lxs blancxs“?
2- ¿Me enfado cuando alguien me dice que me beneficia el privilegio de ser blanco?
3- Cuando una persona racializada habla de racismo, ¿me siento a la defensiva porque describe cosas que yo hago o pienso que son actos racistas?
4- ¿Me siento enfadado o molesto por las preguntas anteriores?
5- ¿Decir “no todos lxs blancxs” o frases similares me hace sentir mejor cuando alguien denuncia a los blancos por algo?
6- ¿Espero una disculpa cuando considero que he sido acusado injustamente de racismo?
7- ¿Intento convencer a las personas racializadas de que se han equivocado sobre el racismo, señalando a las personas de su grupo que están de acuerdo conmigo?
8- ¿Siento la necesidad de hablar de las dificultades que tuvieron mis antepasados o de explicar mis propias dificultades cuando una persona racializada me habla de su opresión?
9- ¿Creo que el racismo desaparecería si la gente dejara de hablar de él?
10- ¿Siento la necesidad de declarar que tengo amigxs/familiares que son personas racializadas cuando alguien me acusa de racismo?
11- ¿Siento la necesidad de demostrar que no soy racista?
12- ¿Siento que mis opiniones y puntos de vista sobre el racismo deben tener el mismo peso que los de una persona racializada, porque tengo algo único e importante que aportar a la conversación sobre el racismo, y/o que es injusto que se me diga que escuche más que hable?
13- ¿Siento la necesidad de defenderme en alguno de los puntos anteriores en la sección de comentarios?
Si has respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas, significa que tienes un problema de fragilidad blanca.
Tómate un tiempo para pensar por qué te sientes así. Recuerda las preguntas que más emoción te han producido y piensa en ellas. Tómate un tiempo para escuchar diferentes perspectivas y (empezar a) deconstruirte.