Miles de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro han invadido este domingo en Brasilia el Congreso Nacional, el Palacio presidencial y la Corte Suprema, los tres poderes del Estado, y han reclamado una intervención militar para derrocar al presidente Lula da Silva, que ha decretado la intervención federal para imponer la fuerza de la ley ante “un asalto sin precedentes” a la democracia brasileña.
Poco antes de las 16.00 de la tarde en Brasilia (20.00 hora peninsular española), una marea humana de manifestantes, vestidos de amarillo y verde, irrumpió en las sedes de los tres principales poderes del país, en unas imágenes que recuerdan la invasión del Capitolio en Washington en enero de 2021. El asalto duró más de tres horas y, tras el caos inicial, la policía ha conseguido retomar el control de los edificios institucionales.
Graves daños materiales e imágenes que recuerdan al asalto del Capitolio
Los radicales de extrema derecha, que defienden tesis golpistas, sobrepasaron la barrera policial y se dirigieron a la plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran el Palacio de Planalto, el Congreso Nacional, y la Corte Suprema, sedes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. En los tres edificios rompieron cristales y causaron graves daños en el interior, según imágenes difundidas por las televisiones brasileñas y las redes sociales.
Las policías del Legislativo y de la Fuerza Nacional de Seguridad, un grupo de élite de agentes de los diferentes estados, lanzaron gases lacrimógenos para dispersar, sin éxito, a los manifestantes.
El área alrededor del Congreso había sido acordonada por las autoridades, pero los bolsonaristas, que se niegan a aceptar el resultado electoral y el nombramiento de Lula como presidente, lograron romper los cordones de seguridad y varias decenas de ellos lograron subir la rampa de este edificio de arquitectura moderna para ocupar la azotea.
Los extremistas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, también atacaron algunos vehículos de la Policía Legislativa, que brinda seguridad al Congreso. Además, destruyeron barreras de protección y armados con palos se enfrentaron a los agentes que intentaron contener, sin éxito, la entrada de los manifestantes.
El presidente brasileño ha señalado directamente a su predecesor, Bolsonaro, como responsable de “estimular” las protestas y la invasión de las sedes de los tres poderes de la democracia brasileña y de “huir” a EE.UU. para no colocarle la banda presidencial.
“Vamos a descubrir a los financiadores” de esas protestas violentas y de cuño golpista, que “destruyeron todo lo que encontraron a su paso”, ha indicado Lula, que ha reconocido fallos de seguridad por parte del Gobierno del Distrito Federal de Brasilia.
El Procurador General de la República, Augusto Aras, ha solicitado al Ministerio Público Federal en el Distrito Federal abrir una investigación para responsabilizar a los involucrados en las invasiones a la sede de los tres Poderes en Brasilia, según ha informado el diario Globo. Por el momento hay 300 detenidos, según han informado fuentes oficiales. El ministro de Justicia, Flávio Dino, ha avisado que el número de detenidos por el intento de golpe de Estado puede aumentar “en las próximas horas”.
Fuente: rtve