Cuando el mundo no tiene problemas para romantizar a un abusador

La nueva serie sobre Jeffrey Dahmer, el canibal y asesino en serie, ha dejado mucho que decir. Recientemente, Netflix sacó la serie “Dahmer”, la cual es una dramatización sobre la vida del abusador, caníbal y asesino cuyas víctimas eran hombres y niños queer y racializados. La serie fue creada y producida por Ryan Murphy, quien es un director y productor conocido por sus trabajos como “Glee”, “American Horror Story,” y “Nip/Tuck”. 

Antes de analizar la serie, hay que repasar los hechos: Jeffrey Dahmer solía atacar específicamente a personas negras y marrones porque él sabía que a la policía no les importaban sus vidas. Uno de los casos fue el de Konerak Simthasomphone un niño Laosiano de 14 años.

Luego de ser raptado, abusado, y drogado por Jeffrey, Konerak logró escapar, desnudo y ensangrentado. Por suerte, una señora reportó esto a la policía, pero lamentablemente este fue otro caso de negligencia policial. El asesino le mintió a la policía diciendo que Konerak era su “noviecito”. Esto causó que la policía se burlara del niño y lo dejaran nuevamente con Dahmer, sabiendo que eventualmente este lo terminaría de asesinar.

Luego del estreno de la serie, hay vídeos en las redes babeando por el personaje de Jeffrey Dahmer y mucha gente que dice “empatizar más con él que con sus víctimas”. Hay memes burlándose del tema, y personas utilizando joyería en honor a Dahmer. Hay otras personas que dicen ver la serie para aprender del caso y simpatizar con las víctimas. Pero, ¿Qué hay de las familias de las víctimas?  

La familia de una de las víctimas ha hablado públicamente sobre cómo no se les pidió permiso para utilizar sus historias reales, y cómo sus vidas están siendo imitadas para el entretenimiento del mundo. También han hablado sobre cómo estos contenidos no les benefician de ninguna forma, e incluso, vuelven a detonar esas experiencias traumáticas y dolorosas. 

Como consumidorxs de contenido, sería bueno pensar en las siguientes preguntas: Luego de leer los hechos de este caso, ¿Realmente necesitamos una dramatización para simpatizar con las víctimas? ¿No les basta solo con escuchar lo horrorífico que fueron los hechos?

La realidad es que ya existen documentales, los cuales no romantizan a estos abusadores. ¿Qué posiblemente nuevo podríamos aprender de una serie dramatizada? Al contrario de los documentales, estas series tienden a omitir varios detalles a propósito. Si realmente fuera contenido para que aprendamos y simpaticemos con las víctimas ¿por qué no centralizar a las víctimas? ¿Por qué hacer una serie romantizada, darle protagonismo al abusador, y castear a un actor reconocido? ¿Por qué no contactar a las familias de las víctimas y ver cómo pueden aportarles?

La realidad es que este tipo de series y películas son romantizadas y dramatizadas para que en algún punto TÚ empatices con el asesino. Crear este tipo de cosas y consumirlo, demuestra una sociedad que no tiene problemas con entretenerse a base del dolor de la gente racializada… y más allá de esto, de la gente racializada y queer. Es importante resaltar que el creador de esta serie, Ryan Murphy es un hombre blanco gay, y sus series muchas veces tratan temas de la comunidad LGBTQ+. La comunidad LGBT+ en sí, tiene muchísima historia racista y antinegra.

Vivimos en un mundo donde hoy en día es común ver biografías de Grindr y Tinder que dicen “No salgo con asiáticos” y “No salgo con negros”. Todavía estamos lidiando con la brutalidad y negligencia policial. Movimientos como #BlackLivesMatter y #StopAsianHate siguen siendo relevantes. Crear y consumir estas cosas es irresponsable. 

Como personas racializadas, es incómodo cuando la gente blanca ignora nuestras quejas sobre este tipo de contenido. El hecho de que nos ignorarnen y disfruten de este tipo de cosas indica que no tienen problema entreteniéndose a base del dolor de gente como nosotres. Aún sabiendo todo el daño que causan estas series, la gente elige SU entretenimiento y “conocimiento” sobre el bienestar de las víctimas y sus familias.

Digamos las cosas como son: ver “Monster: la historia de Jeffrey Dahmer” no te hace criminólogx ni psicólogx. Simplemente te hace una persona más que no tiene problema con entretenerse a base del dolor de la gente queer y racializada. 

Dale mente a eso.

Una reflexión de Móni MLQ

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