Los medios se han inundado de racismo e islamofobia ante la llegada de más de una treintena de personas el pasado miércoles a las playas de Sancti Petri y Camposoto.
Sobre las seis de la tarde del pasado miércoles, 29 de noviembre, los medios de comunicación se hacían eco de un “suceso espeluznante”: cuatro personas migrantes habían muerto al precipitarse desde una narcolancha en las costas de Cádiz en un intento de acceder de manera irregular a España.
Javier González, gerente de la empresa Naútica Gurri, es sorprendentemente uno de los protagonistas de esta noticia. Y es además, uno de los pocos nombres que podemos leer cuando intentamos informarnos sobre el tema -sin ser él víctima, ni nada de eso-.
“Jamás habíamos visto una aberración semejante”, declaraba Javier mientras narraba en directo cómo, con la ayuda de tan solo su pequeña zodiac y otros 15 trabajadores, fue capaz de salvar la vida de más de una veintena de personas que se ahogaban en el mar. Aunque, por supuesto y de acuerdo con su testimonio, para él no son personas, son “inmigrantes magrebíes.”
“Vimos llegar una lancha de narcotráfico, pero no era de tráfico de drogas, venía con inmigrantes”, relata González en declaraciones a Canal Sur.
Como comenta en el vídeo, Javier no daba crédito. Incluso alega que “hay algún vídeo en el que se ve a uno de los patrones, uno de los moros, porque se ve que eran cuatro, poniéndoles la pistola en la cabeza en plan ‘o saltas o te pego un tiro'”.
Según los supervivientes, la lancha era pilotada por cuatro personas, dos españolas -un hombre y una mujer- y dos marroquíes. Conciden en que habían sido amenazados e incluso, según el equipo de Cruz Roja, uno de los supervivientes afirma que le amenazaron con un cuchillo.
En la lancha iban aproximadamente 35 personas, de las cuales 8 fueron lanzadas en la playa de Sancti Petri en Chiclana y 27 fueron auxiliadas en la costa de la playa de Camposoto en San Fernando.
Un individuo que se encontraba en la playa de Sancti Petri grabando un anuncio publicitario, captó justo la imagen de las ocho personas que fueron obligadas a tirarse por la borda en el remolino con más corriente de esa zona de las costas gaditanas. El vídeo ha sido cedido (o probablemente vendido) a las agencias de comunicación y está circulando por todas las informaciones que se dan sobre este suceso.
Según apunta Canal Sur, en la playa de Camposoto fueron auxiliadas 27 personas, de las que 23 pudieron ser rescatadas con vida y otras cuatro fallecieron ahogadas. Y por otro lado, en Sancti Petri fueron obligadas a lanzarse al mar ocho personas (o “migrantes magrebíes varones mayores de edad” de acuerdo con la terminología que emplean en este medio) para ser posteriormente atendidas por el personal sanitario y la Guardia Civil.
Aquí es donde Javier González entra en juego con su lancha salvadora para, según declara, “íbamos amontonando a los inmigrantes literalmente en la zódiac como si fuera una lata de anchoas, tirándolos uno a uno”.
“Lo que ha podido ocurrir es que esta gente… han salido 32 de Marruecos, han ido tirando por la costa, pero como hay mucho temporal hoy se han ido ahogando. Entonces van a aparecer cadáveres, seguro.”
Cuatro de las personas rescatadas fueron ingresadas en el hospital de Puerto Real debido a la presencia de cuadros de hipotermia, y por suerte dos de ellos ya han recibido el alta.
“Los que podían hablar nos daban las gracias, eran todos jóvenes, como entre los 15 y los 20 años. No te puedes imaginar sus caras, estaban aterrados. Han contado que pagaron 5.000 euros por este viaje”.
En el dispositivo, además del equipo de la empresa del salvador blanco que todos los medios citan de manera heróica, han trabajado Salvamento Marítimo con embarcación y helicóptero, efectivos de la Policía Nacional, la Guardia Civil tanto por tierra como con el Servicio Marítimo con una embarcación y miembros de la Cruz Roja.
Ahora mismo, la Guardia Civil está centrando sus esfuerzos en identificar la narcolancha que ha facilitado la entrada de estas personas al territorio español; y aunque no han detenido a nadie, los dispositivos de búsqueda se mantienen activos todavía.
A pesar de que a Asociación Pro Derechos Humanos asegura que esto es una práctica habitual, la poca cobertura que ha tenido en los medios está más inclinada a alabar la labor solidaria-humanitaria de esta empresa náutica, fomentar el miedo de la población ante la migración irregular y continuar deshumanizando los cuerpos sin vida de las personas negro-africanas en el Mediterráneo; que a realmente informar de manera objetiva sobre el tema.
Espeluznante, aberrante, atónito, traumático, inolvidable… son sólo algunos de los adjetivos con los que las personas que presenciaron esta escena, o informan sobre ella, describen lo ocurrido. Como de costumbre, se habla de salvar vidas, pero no se cuestiona por qué están en peligro. Se comenta, con el máximo morbo posible, cómo han sido obligados a punta de pistola a tirarse de la embarcación, pero no por qué han acabado ahí en un primer momento. Se señala que intentan entrar de forma irregular pero no exponen las dificultades y riesgos que supone “hacerlo de manera regular”.
Por el momento, algunos medios de comunicación se han hecho eco de la opinión y presencia de un par de influencers que se encontraban en Cádiz en ese momento. Y según ha reportado Onda Vasca durante la mañana del viernes 1 de diciembre, “la Guardia Civil ha abierto una investigación por el hallazgo esta mañana de una narcolancha encallada en el caño de Sancti Petri, muy cerca del lugar donde se produjeron los hechos”.
Mientras tanto, quedaremos pendientes de alguna información sobre el estado de salud y situación de regularización de las víctimas y verdaderos protagonistas de estas historia. Por el momento, dos permanecen ingresados en el hospital y con el resto, una vez han sido atendidos por la Cruz Roja, se ha efectuado su trasladado inmediato al Centro de Atención Temporal a Extranjeros (CATE) de Crinavis en San Roque.
Un artículo de Ana Bueriberi