Familiares de lxs dos hermanxs de doce años aseguran que lxs niñxs sufrían burlas y mofas en el instituto por su procedencia de Argentina y que sus padres habían pedido hora en el psicólogo.
Sean cuales sean las causas que el martes por la tarde llevaron a dos gemelxs de 12 años a precipitarse al vacío desde el balcón de su casa en Sallent, muriendo unx de lxs hermanxs mientras que la otra evolucina favorablemente, lo ocurrido es tan desgarrador que los Mossos d’Esquadra investigan el origen. La causa está judicializada, se han decretado secreto de las actuaciones, y este miércoles el alcalde del municipio Oriol Ribalta, pidió absoluto respeto por lxs víctimxs y su familia, al tiempo que admitía que el consistorio hacía tiempo que había ofrecido ayuda asistencial a los padres de lxs pequeñxs.
En el lugar en el que se precipitaron lxs dos hemanxs, amigxs y vecinxs llenaron este miércoles la acera de velas, flores, peluches y mensajes. “Te has ganado el cielo pequeñx, justicia”. Los Mossos d’Esquadra no descartan ninguna hipótesis, aunque este miércoles Educació difundió un comunicado descartando que los investigadores hayan identificado una situación de bulling. Sin embargo, fuentes al corriente de la investigación aseguraron a La Vanguardia que lxs dos pequeñxs estaban pasando por una mal momento, una situación de incomidad con algunxs compañerxs prácticamente desde que llegaron a la localidad de Sallent, con sus padres y un hermano más pequeño, hace ya dos años.
Los insultos y mofas por su acento, eran argentinxs, y su procedencia empezaron en el colegio y se habían trasladado al instituto Llobregat al que asistían, y que este miércoles activó sus protocolos de acompañamiento a los compañeros de clase de lxs víctimxs. Kevin, un primo segundo de lxs hermanxs, fue el más claro al explicar lo que ocurría. “Sus padres hablaron con la dirección del colegio y del instituto. Eran dos niñxs muy buenxs que no se metían con nadie pero había un grupo que se reía de ellxs por su acento. Dos criaturas hermosxs y pequeñxs que no habían aprendido todavía a vivir y que siempre estaban sonriendo. Lo estaban pasando mal, y de hecho tenían hora para ir al psicólogo. Pero sus padres no eran conscientes de que la situación era tan grave”.
Los problemas de lxs pequeñxs, el acoso y los insultos se intensificaron cuando unx de lxs niñxs, Alana, precisamente la que falleció al caer, pidió en el Instituto que quería que la llamaran con un nombre masculino. El joven había manifestado en su casa que quería iniciar un proceso de cambio de sexo. Una decisión que los padres aseguraron durante el día de ayer a los investigadores desconocer, según fuentes al corriente del caso.
“El menor fallecido había pedido que se le llamara con un nombre masculino y quería iniciar un proceso de cambio de sexo”
El martes por la tarde, mientras la madre trabajaba en la cafetería del pueblo y el padre estaba trasteando en una punta de la vivienda, lxs dos hermanxs acercaron sendas sillas a un balcón y se precipitaron al vacío, según avanzó La Vanguardia este martes. Antes escribieron a mano sendas cartas en poder de los investigadores.
En el lugar en el que se precipitaron lxs dos hemanxs, amigxs y vecinxs llenaron este miércoles la acera de velas, flores, peluches y mensajes. “Te has ganado el cielo pequeña, justicia”. Los Mossos d’Esquadra no descartan ninguna hipótesis, aunque este miércoles Educació difundió un comunicado descartando que los investigadores hayan identificado una situación de bulling. Sin embargo, fuentes al corriente de la investigación aseguraron a La Vanguardia que lxs dos pequeñxs estaban pasando por una mal momento, una situación de incomidad con algunos compañerxs prácticamente desde que llegaron a la localidad de Sallent, con sus padres y un hermano más pequeño, hace ya dos años.
El suceso ha provocado consternación e impotencia en la pequeña localidad de Sallent, en el Bages, que este miércoles convocó dos minutos de silencio al que acudieron numerosos vecinos. El consistorio suspendió todas los actos del carnaval y reiteró su apoyo a la familia de lxs dos pequeñxs.
Antes de recalar en Sallent, la familia había vivido en otros municipios catalanes. La pareja sufría constantes idas y venidas, pero ahora pasaban por un momento de estabilidad y estaban juntxs, según las mismas fuentes.
fuente: Lavanguardia