La administración de Donald Trump eliminó una prohibición explícita de ‘instalaciones segregadas’ como salas de espera, restaurantes y bebederos para contratistas federales, según un memorando emitido por la Administración de Servicios Generales de Estados Unidos.
El memorándum se emitió durante febrero, pero los medios de comunicación tomaron nota de él durante abril, después de un informe de NPR.
Desde que asumió el cargo el 20 de enero, Trump ha tomado múltiples medidas destinadas a desmantelar los programas de diversidad, equidad e inclusión en el gobierno federal y el sector privado.
En una de esas órdenes ejecutivas, Trump revocó las políticas ejecutivas que databan de 1965 sobre la igualdad de oportunidades de empleo, las acciones ambientales diseñadas para proteger a las comunidades racializadas y los esfuerzos de “equilibrio de la fuerza laboral” de contratistas federales basados en la raza, el género y la religión.
La acción de 1965 tenía como objetivo poner fin a las prácticas discriminatorias en la contratación y el empleo por parte de los contratistas del gobierno de los Estados Unidos.
El memorándum del 15 de febrero decía que estaba haciendo cambios impulsados por esa orden ejecutiva de Trump. El memorándum declara que “al emitir nuevas solicitudes o contratos”, las agencias civiles ya no deben incluir la disposición y cláusula sobre la “Prohibición de Instalaciones Segregadas”.
Las leyes federales y estatales aún prohíben la discriminación y la segregación, y aunque el paso del memorándum fue simbólico, los defensores de los derechos civiles lo señalaron como parte de una tendencia en la formulación de políticas de Trump. A su vez, señalaron que cualquier paso que pudiera dar la impresión de retroceder el reloj de la segregación racial no era bienvenido.
“Si bien la segregación sigue siendo ilegal, este cambio envía un mensaje claro”, dijo el abogado de derechos civiles Ben Crump.
Los defensores de derechos humanos dicen que las medidas que Trump está tratando de desmantelar tenían como objetivo reparar a los grupos marginados, y abordar los efectos continuos de la desigualdad histórica y generacional.
Mientras tanto, Trump y sus aliados defienden sus acciones diciendo que sus órdenes tienen como objetivo eliminar lo que llaman ‘discriminación contra otros estadounidenses’, refiriéndose en realidad a la gente blanca y los hombres.