El racismo inmobiliario, desigualdades frente al acceso a la vivienda: “No os lo vamos a alquilar, preferimos que en nuestra casa viva un español”

El 72,5 % de migrantes han sufrido en algún momento discriminación absoluta y al 81,8% le han aumentado las exigencias en sus contratos de alquiler.

El acceso a la vivienda es uno de los problemas que ha marcado el 2024 en España. Numerosas protestas y manifestaciones han sucedido a lo largo del año en todas las grandes ciudades españolas, y en otras más chicas. A este problema se le suma una barrera extra en el caso de las personas migrantes, el racismo inmobiliario. Es decir, rechazar a posibles compradores o personas que quieren alquilar una casa debido a su identidad racial, y a que son migrantes.

Es el caso, por ejemplo, de Ana, una chica costarricense de 25 años que tras acabar su carrera en su país vino a España a continuar con sus estudios. Ana cuenta que la búsqueda ha sido “mortal”, ella tenía todos los recursos necesarios que exigían les arrendadores pero aún así no conseguía superar lo que, para ella era la primera barrera, el racismo. Ana relata como en uno de los apartamentos en donde intentaba alquilar le dijeron que no, y al preguntar los motivos la respuesta fue clara y directa: “Como no sois españolas no os lo vamos a alquilar, preferimos que en nuestra casa viva un español”. No fue la única vez que le ocurrió. En otro intento, los prejuicios fueron suficientes para que, ni siquiera llegaran a enseñarles la casa.

Un episodio de discriminación absoluta, es decir, eres migrante, no te alquilo el piso. Lo mismo le ocurrió a Jhorman, un colombiano de 32 años que al ir a visitar varios pisos notó que la única respuesta que recibía era: “No te voy a alquilar el piso, suerte”.

Pero no sólo existe esta discriminación tan directa y evidente, también hay una que puede ser tipificada como relativa. Elena Martínez, coordinadora del informe ‘Racismo y Xenofobia en el mercado del alquiler’ explica que a las personas migrantes se les exige muchísima más documentación y garantías. Además de que se imponen cláusulas abusivas en los contratos, el engaño en la disponibilidad en la vivienda e incluso habla de los conflictos vecinales que genera. Pone varios ejemplos de personas que han acudido a asociaciones en contra del racismo explicando que en su comunidad se les ” mira mal solo por el hecho de ser de fuera”.

Esta situación, se agrava con la discriminación presente en el sector inmobiliario así quienes tienen hijes. Erik es un nicaragüense padre de familia y cuenta que las pocas personas que le responden y le dejan hacer la visita, en cuanto se enteran de que tiene una hija la respuesta siempre es la misma : No. Según Erik, para los caseros es un problema añadido el tener niñes porque “tienen muy metido en la cabeza que con un hijo es mucho más difícil echarles “.

El racismo inmobiliario en datos

El 72,5 % de migrantes han sufrido en algún momento discriminación absoluta en este ámbito, es decir, el bloqueo total en el acceso a una vivienda. En cuanto a la discriminación relativa, la que trata el aumento de requisitos específicos en el acceso a la vivienda, el 81,8% lo ha sufrido.

En desglose, en la discriminación relativa, hay varios requisitos extra. La exigencia de documentación excesiva es el principal, a las personas migrantes se les solicita un contrato indefinido el 62,2 % de las veces frente al 34,8 % a las españolas. En cuanto a las garantía exigidas, a las personas migrantes se les requiere avalistas el 32,3 % de las veces frente al 19,9% a las españoles.

Todos los datos han sido extraídos del informe ‘Racismo y Xenofobia en el mercado del alquiler’, un informe de Provivienda financiado por la Dirección General de Inclusión y Atención Humanitaria de la Secretaría de Estado de Migraciones del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Fuente: Cadena SER


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