Como bien sabemos, el pasado 21 de Mayo se vivió un acontecimiento desagradable durante un encuentro deportivo en España donde unos de los jugadores del Real Madrid, se vió fuertemente afectado por los cánticos racistas en el estadio de Mestalla.
Vinícius Jr. fue atacado con insultos haciendo referencia a su color de piel por parte de la hinchada del equipo contrario presente en el estadio. Debido a la situación, el delantero del Real Madrid denunció públicamente las atrocidades en contra de su persona durante el partido.
Les internautas no se hicieron esperar y muches de elles recibieron este desagradable suceso como algo de lo que Vinícius Jr. tuviera que asumir la culpa, minimizando así lo que vivió y revictimizándolo pues fue él quien experimentó violencia racista.
Las personas que buscan justificar el hecho son mayoritariamente blancas y por tanto no experimentan racismo, por lo que desconocen por completo cómo es vivirlo. Es decir que al tener este privilegio nunca van a saber cómo verdaderamente es experimentar el racismo y esto va a percibirse como poco importante o algo que se exagera. También, se suelen hacer sugerencias respecto a cómo se debería responder ante una situación de racismo, reduciendo así su impacto y poniendo a la persona negra en una posición donde su experiencia en primera persona no tiene valor.
Es así como desde una perspectiva privilegiada, se pone a Vinicius Jr. como alguien quien está agigantando demasiado la situación cuando en realidad es todo lo contrario, pues esta no es la primera vez en la que una persona negra involucrada en el deporte sufre este tipo de ataques.
Por ejemplo, Carlos Kameni pensó en abandonar un Zaragoza ante Espanyol por los gritos de la afición local, aunque finalmente no lo hizo. Iñaki Williams fue insultado en un Espanyol contra Athletic de Bilbao y avisó a Íker Muniaín, su capitán, para advertir al árbitro de lo que estaba sucediendo. A Dani Alves, entonces lateral del Barcelona, le tiraron un plátano en un juego ante el Zaragoza para burlarse de él, el brasileño le dio un mordisco a la fruta en una reacción muy aplaudida por el público en general. Incluso Samuel Eto’o intentó abandonar La Romareda en un Zaragoza contra Espanyol en 2005, al ser abucheado con los desgraciados gritos de “mono” y Félix Torres, jugador afroecuatoriano, recibió comentarios racistas hacia su persona por uno de sus compañeros de fútbol (ESPN, 2021). Lo que demuestra que el racismo es un problema real dentro de este deporte y que muchas de las personas que desconocen estos casos, también tratan de restarle importancia al impacto en la salud mental de los jugadores negros expuestos a estas prácticas racistas.
Mientras que, una de las alternativas que se están usando para frenar al racismo en los estadios, son multas a las hinchadas que busquen agredir verbalmente con cánticos racistas a un jugador. Un ejemplo de ello es la multa por parte de la CONMEBOL a la hinchada del equipo Racing de Avellaneda, por comportamientos racistas.
Es sumamente importante que este tipo de casos sean visibilizados y que se pueda brindar la oportunidad a las personas afectadas de denunciar y expresar desde su perspectiva cómo vivieron la situación, ya que en la mayoría de veces se ignora el problema sin escuchar y darle valor a la versión de los hechos desde la perspectiva de quien fue violentade. Como personas negras tenemos una voz, la cual merece ser escuchada y es digna de ocupar espacios, incluyendo aquellos que aparentemente son externos a nuestra lucha antirracista, como lo es el fútbol.
Una reflexión de Génesis Guerrón