Las mujeres negras tenemos mucho que decir con respecto al racismo y su manera de penetrarse en la salud mental. Las vivencias que compartimos tienen un factor en común que lo hace único y nadie más que nuestras voces tienen el poder de rectificarlo.
La manera en como los estereotipos incursionan en nuestra cotidianidad hacen que cada vez más nuestra percepción se debilite ante nuestros ojos, el racismo nos cambia y nos impacta.
El racismo, hasta un punto muy esclarecido, logra un efecto bastante inmenso en la salud mental debido a que, las personas que son víctimas del mismo, empiezan a sentirse en desconfianza en sus ambientes y pueden poseer ideas que los invitaron al propio cuestionamiento. Pero ¿Qué tenemos por decir las mujeres negras?
Al comenzar a tener un poco más de conciencia de nuestros vínculos en los que participamos, el racismo posee sus efectos en la salud mental que se pueden manifestar en diferentes formas. La más común de ella es el empezar a cambiar el aspecto físico por las ideas erróneas que han sido impuestas durante un tiempo en específico.
Los estereotipos y el desconocimiento de las personas empiezan afectar nuestra manera de observarnos como tal.
Cuando eres capaz de reconocerlo, es muy común que cambies tus opiniones y tus alrededores. Los comentarios racistas empiezan a influir en como tendrías que lucir o como deberías comportarte. Es un proceso difícil de manejar, puesto que, vivir en un ambiente racista condiciona a tener diferentes puntos de vista que nos hacen dudar y cambiar nuestra propia percepción.
Como testimonio pongo en palabras mi situación. Yo, Genesis Guerrón he vivido bajo el constante observatorio de comentarios dirigidos a mi color de piel y mi cabello. Una que recuerdo más a menudo es cuando empecé a aclarar mi piel por menciones a que el color lucía “más negro de lo habitual” como si ello estuviese mal.
Me constó entender que fue por el racismo en mis exteriores lo que logró que mi salud mental empezara a deteriorarse con el paso del tiempo. Aquí estoy ahora para enfrentarme a una problemática que es real y que me impacta a mí como mujer negra.
Un texto de Genesis Guerrón