La cantante Aya Nakamura, francesa de origen maliense, ha sido diana de ataques racistas desde que se filtrara su posible participación en la ceremonia inaugural versionando a Edith Piaf.
Conocida por hits como ‘Djadja’ o ‘Doudou’, la cantante franco-maliense Aya Nakamura ha recibido una oleada de críticas e insultos racistas por parte de la derecha y la extrema derecha después de que el presidente francés Emmanuel Macron le propusiera actuar en la ceremonia de los Juegos Olímpicos.
La idea era que cantara una canción de Edith Piaf, según la revista L’Express, sin embargo, algunos grupúsculos de la extrema derecha no consideran apropiado que Aya Nakamura represente a la sociedad francesa en la ceremonia que tendrá lugar el 26 de julio.
La cantante de 28 años, es la artista más escuchada en Francia y solamente su canción ‘Djadja’ acumula más de 950 millones de reproducciones en YouTube.
Su actuación en los Juegos Olímpicos no se ha confirmado oficialmente de momento, ni por parte de la cantante ni de los organizadores de los Juegos, ni tampoco por la presidencia francesa.
La investigación policial se abrió después de recibir la Fiscalía el pasado 13 de marzo el informe de la Licra (Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo) que denunciaba “publicaciones de carácter racista en perjuicio de Aya Nakamura“. Se hará cargo de ella el Centro Nacional de Lucha contra el Odio en Internet (PNLH), ha informado la Fiscalía.
La asociación SOS Racisme ha anunciado en un comunicado que emprenderá a su vez acciones legales, denuncia “olas de odio racista contra Aya Nakamura” y cita como ejemplo la difusión el pasado fin de semana en las redes sociales de una pancarta del colectivo fascista Les Natifs (los nativos), que rezaba: “De ninguna manera Aya, esto es París, no el mercado de Bamako”.
“El objetivo de esta pancarta era afirmar que Aya Nakamura, aunque es una artista francesa, no tiene legitimidad para representar a Francia debido a sus orígenes malienses, claramente descalificantes a ojos de la extrema derecha”, denuncia SOS Racismo.
Además, un diputado de la derecha francesa, Sébastien Chenú, afirmó preferir que Lara Fabian cantara en ese acto, demostrando así que los ataques a Aya Nakamura son, simple y llanamente por el color de su piel, pues Lara Fabian ni siquiera es francesa, es belgo-canadiense.
Aya Nakamura ha reaccionado en las redes sociales, y señala directamente el racismo. “Me estoy convirtiendo en el objetivo número uno del Estado, y eso duele”, ha dicho, antes de concluir: “¿Qué es lo que os debo?” También añadió: “Podeis ser racistas, pero no sois sordxs, eso es lo que hacéis mal” haciendo referencia a que es la artista francesa numero uno del mundo.
Ante los repetidos ataques contra la cantante francófona más escuchada en el mundo desde que publicara Djadja, la ministra de Cultura Rachida Dati ya dio un paso al frente el martes: “Cuidado con los pretextos puramente racistas para atacar a alguien”, dijo, y agregó: “Atacar a una artista por lo que es es inaceptable, es un delito”.
