La supremacía blanca es la ideología que sostiene que las personas blancas son superiores a las personas no blancas, esa ideología se ha sostenido a través de los años y se ha utilizado para someter a pueblos y continentes enteros. Eso incluye la creencia de que las personas blancas tienen derecho a dominar la política y la cultura de un país, y entre los elementos que se utilizan para sostener esto está también la prensa.
La prensa influye en la forma en que se percibe y se trata a las personas no blancas, debido a que es uno de los medios de comunicación más extendidos en el mundo actual y a que en su mayoría, la prensa está controlada por personas blancas, pues si hacemos un análisis de lo que se publica, nos damos cuenta que la prensa es más que una aliada de la supremacía blanca, ya que no hace más que reforzar los estereotipos que perjudican a las personas no blancas.
Un claro ejemplo es lo que pasó el pasado 22 de febrero de 2019, cuando el cantante y compositor sudamericano R. Kelly, fue sentenciado por un juez federal de Chicago a 20 años de prisión por delitos de pornografía infantil y seducción de menores con fines sexuales.
Quiero que quede más que claro que yo no apoyo la violación ni defiendo los actos cometidos por el cantante. Yo más que nadie soy fiel al ideal de que todo el mundo debe ser juzgado por sus actos y en este caso, por haber abusado de menores.
Sin embargo, la cobertura de los medios en el caso de R. Kelly fue compleja y planteó una serie de cuestiones sobre cómo se presentan y se perpetúan los estereotipos raciales. Aunque los medios informaron sobre las acusaciones y el juicio de R. Kelly, algunos críticos argumentaron que la cobertura tendía a centrarse en la raza del cantante, lo que podría haber reforzado los estereotipos negativos sobre los hombres negros en general.
El caso de Jeffrey Epstein, un financiero estadounidense que fue acusado de delitos sexuales, incluida la explotación sexual de menores, da cuenta de esto que ocurre en los medios. A pesar de la gravedad de las acusaciones en su contra, los medios a menudo no resaltaron su raza blanca de la misma manera que lo hicieron en el caso de R. Kelly. Estos casos ilustran la importancia de abordar las disparidades en la cobertura mediática y de fomentar una presentación justa y equitativa de la información, sin destacar la raza de los individuos de manera selectiva.
La disparidad en la forma en que los medios de comunicación representan a personas de diferentes grupos raciales en casos de delitos y crímenes, está relacionada con el fenómeno más amplio de la supremacía blanca. En el contexto de la cobertura mediática, la falta de énfasis en la raza de los delincuentes blancos en comparación con los delincuentes de otras razas puede reflejar un sesgo arraigado en la sociedad, en el que los crímenes cometidos por personas blancas pueden ser percibidos como incidentes aislados, mientras que los crímenes de personas de otras razas se asocian a menudo con estereotipos más amplios sobre la criminalidad de esos grupos.
Este sesgo puede perpetuar la noción de que las personas blancas son inherentemente más respetables o menos propensas a la criminalidad, lo que refuerza las estructuras de poder y desigualdad basadas en la raza. Es importante reconocer y abordar estas disparidades para trabajar hacia una sociedad más equitativa y justa, que promueva la igualdad de trato y oportunidades para todas las personas, independientemente de su raza o etnia.
Muches de nosotres no tenemos idea de la historia, política y demás cosas que ocurren en el mundo. Nos informamos a través de lo que vemos en los medios de comunicación, lo que leemos en nuestros periódicos locales, que muchas veces son sensacionalistas y refuerzan ideales opresores.
Todo lo que nos dan, principalmente desde los medios sobre nuestras comunidades, es algo con lo que tenemos siempre que ser críticos al analizarlo, porque muchas veces no sólo se nos lo presenta como una información, sino con fines de seguir demostrando al mundo que elles son mejores personas y que son superiores tanto en aspectos de moral, sociedad, economía, organización y demás.
Es importante reconocer que la cobertura mediática no siempre es neutral y puede estar influenciada por sesgos y prejuicios inconscientes. Los medios tienen la responsabilidad de informar de manera justa y equitativa, evitando la promoción de estereotipos raciales y trabajando para fomentar una comprensión más profunda y matizada de los problemas sociales y culturales.
Para avanzar hacia una sociedad más equitativa y justa, es fundamental que los medios de comunicación adopten prácticas periodísticas más imparciales y reflexivas, que eviten destacar la raza de los individuos de manera selectiva y sensacionalista. Además, es necesario abordar los problemas estructurales de discriminación racial y trabajar hacia la eliminación de la supremacía blanca, promoviendo una mayor conciencia y comprensión de las complejidades del racismo sistémico.
Una reflexión de Adela Obono