Sobre cómo nuestras vivencias diferenciales exigen poner la salud mental en el centro de la conversación
Estudios comprueban que la discriminación racial tiene un impacto negativo en la salud mental de las personas que la han sufrido o la sufren, se hablan de diferentes consecuencias como la ansiedad, baja autoestima, depresión y directamente se habla de traumas raciales.
Los organismos o instituciones del gobierno colombiano no le han dado suficiente visibilidad a esta problemática, sabiendo que según el Banco Mundial (2018) Colombia es uno de los países latinoamericanos con la mayor población afrodescendiente y que además es la minoría más invisibilizada, al ser la discriminación racial y otras derivaciones de este fruto de conductas sociales que se están intentando erradicar la salud mental con un enfoque a las personas afro del país es un tema de salud pública.
Si quisiéramos determinar una causal por la cual no se han aplicado acciones suficientes o investigaciones en la salud mental de la comunidad afrodescendiente una de las razones puede deberse a que en general el sistema en salud mental es precario, Pan American Health Organization (PAHO) en el estudio titulado “la carga de los trastornos mentales en la región de las Américas, 2018” informa que la inversión en salud mental en la región de las Américas oscila entre el 2% y el 8,6% y que la mayoría de este porcentaje es destinado para los hospitales psiquiátricos y es por ello que proponen aumentar la inversión, ubicando esta situación en el contexto colombiano en donde el acceso a la salud ya es precario en las regiones que son azotadas por la violencia y en donde se ubica mayoritariamente población afrodescendiente en el país.
En la conclusión de un artículo se dice que “El racismo institucional se revela en la asociación intrínseca con la condición de pobreza, interfiere con el tipo de atención y la forma en que los servicios de salud se ofrecen a esta población, sin tener en cuenta, por ejemplo, las singularidades del territorio, tanto desde el punto de vista organizativo del espacio, así como en relación con los modos de vida producidos en la vida cotidiana de estas comunidades”.
Con lo que podemos concluir que el racismo no solo trae consecuencias a la salud mental, sino que también ilustra por qué del difícil acceso a la salud para las comunidades.
Indagando acerca del tema me recomendaron escuchar un podcast de Huellas de africanía (2022) sobre salud mental afrocentrada en el que había tres profesionales de la salud como invitadas que ampliaron mi percepción, Yoerly Mosquera, una psicóloga, afirmaba que era importante una atención diferencial porque en las comunidades afro existen huellas diferenciales a lo que Brenda Zambrano una psicoterapeuta complementa esto con lo que llama trauma intergeneracional que es el dolor o las vivencias que tuvieron nuestros ancestros, manifestado en el comportamiento de las nuevas generaciones.
Y me llamó la atención, porque además se aclara que el deterioro de las comunidades podría ubicarse también en los patrones con los que conllevan su estilo de vida debido a las necesidades desarrolladas y por los estereotipos ya marcados en la sociedad. Por otro lado, Ángela Machado es una psiquiatra que también dice algo clave y es que cuando estaba estudiando sus profesores no sabían nada acerca del tema, por lo que da a entender que el problema está en la educación, debemos educarnos para avanzar y ayudar en la salud mental de las personas afrodescendientes.
Diría que escuchar este podcast es una gran oportunidad para avanzar, además estas profesionales se han dedicado a la atención afrocentrada y eso demuestra que el estudio y el trabajo del tema avanza de todas formas.
Escribiendo este artículo me he dado cuenta de que las luchas que llevan activistas antirracistas y distintas organizaciones afro centradas están cambiando el origen de esta problemática; sin embargo, se deben abrir más espacios e investigaciones de especial interés en la salud mental de nuestras comunidades.
Una reflexión de Diana Sinisterra
Referencias bibliográficas:
Camargo González, M. (2011). Las comunidades afro frente al racismo en Colombia. Revista Encuentros, 9(2), 51–60.
Dimenstein, M., Hugo Belarmino, V., Emanuelly Martins, M., Dantas, C., Paulo Macedo, J., Ferreira Leite, J., & Alves Filho, A. (2020). Desigualdades, Racismos E Saúde Mental Em Uma Comunidade Quilombola Rural. Amazônica: Revista de Antropologia, 12(1), 205–229.
Freire, G., Diaz-Bonilla, C., Schwartz Orellana, S., Soler Lopez, J., & Carbonari, F. (2018). Afro-descendants in Latin America. World Bank, Washington, DC.
Molina, M. R., Torres, A. C., Machado, A., Zambrano, B., & Mosquera, Y. (2022). Huellas de africania-Salud mental afrocentada.
Pan American Health Organization. (2018). The burden of mental disorders in the Region of the Americas, 2018. Paho.
Pineda G, E. (2018). Las heridas del racismo: Efectos psicosociales de la discriminación racial en las personas afrodescendientes en América Latina. Iberoamérica Social: Revista-Red de Estudios Sociales, XI, 46–64.