Giovanni Quintella Bezerra, un hombre blanco anestesiólogo en el Hospital de la Mujer de Vilar dos Teles, São João Meriti, Brasil, ha sido arrestado este domingo tras haber sido filmado por lxs trabajadores del centro en un acto de violencia sexual hacia una mujer negra embarazada en plena cesárea bajo los efectos de la sedación.
Según el personal del hospital, este acto no era la primera vez que ocurría; sospechaban que algo pasaba. Razón por la cual las enfermeras tuvieron que esconder las cámaras y planificar la acción de grabación para poder llevarla a cabo sin levantar sospechas con un teléfono móvil oculto. En varias ocasiones, Giovanni Quintella había cubierto la zona del cuello y la cara de las mujeres a las que practicaba cesáreas, con un campo estéril, impidiendo la visión al resto del equipo.
El nivel de sedación al que sometía a las mujeres fue el detonante de la sospecha del personal, siendo mucho mayor al límite establecido y adecuado. “El nivel de sedación, los pacientes estaban sedados hasta el punto de que no podían ni siquiera sostener a sus bebés” asegura una integrante del equipo.
El video ha sido difundido por redes sociales en las que se está compartiendo sin ningún tipo de pudor ni respeto por la víctima de la agresión (lo cual contribuye a su normalización). Según El Comercio, “en el video se observa a la paciente tumbada en la camilla, inconsciente, a punto de dar a luz. En el lado izquierdo de la pantalla, el equipo quirúrgico del hospital comienza la cesárea. Mientras tanto, en el lado derecho, a un metro de distancia de sus compañeros y con una sábana de por medio, Bezerra se baja la bragueta del pantalón, saca el pene y lo introduce en la boca de la embarazada. El delito dura aproximadamente 10 minutos. Mientras abusa de la víctima, el anestesista se mueve para que nadie en la sala se dé cuenta. Cuando termina, toma un pañuelo y limpia a la víctima para ocultar los rastros.”
Ahora, se ha abierto una investigación para descubrir a posibles víctimas anteriores del violador.
Este acto machista, pero también racista, constituye un tipo de violencia, la violencia obstétrica, que es grave y desoladora. Se considera violencia obstétrica cualquier acto, práctica o conducta llevada a cabo por personal profesional de la salud, hacia personas embarazadas, en el parto o en el puerperio, por acción o por omisión. Es también perpetrada en gran medida hacia mujeres negras. En Brasil, varias organizaciones y asociaciones han denunciado casos de violencia obstétrica hacia mujeres negras en este país.
De la misma manera, se han realizado investigaciones cuyos datos como resultado son alarmantes: Según el informe ‘Situación de las personas afrodescendientes en América Latina y desafíos de políticas para la garantía de sus derechos’ publicada por las Naciones Unidas y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Brasil es el país en el que mayor incidencia de violencia hacia mujeres afrodescendientes acumula con un aumento de la mortalidad de mujeres afrodescendientes entre 2005 y 2015, hasta de 20,9% llegando a la tasa de 5,2 muertes por cada 100.000 mujeres negras.
Este incremento se traduce de manera directa en el aumento de la desigualdad étnico-racial en ese contexto, y de las inequidades que se extrapolan a la mayoría de los estados. De la misma manera, el trabajo de investigación ‘Mulheres negras vítimas de violência obstétrica’ de Ellen Hilda Souza de Alcântara Oliveira, publicado por el Instituto Nacional de la Salud de la Mujer en 2018, en el cual realiza una investigación con 13 mujeres negras embarazadas, concluye que la violencia contra la mujer es objeto de investigación en materia de cuidado de la salud y que las desigualdades de género y raza/color también representan elementos estructurantes de la desigualdad social brasileña.
La violencia obstétrica es un fenómeno global y estructural que reiteradas veces la sociedad civil organizada y, especialmente, el movimiento negro, feminista y antipatriarcal en las últimas décadas han puesto sobre la mesa. El conocimiento de una noticia como esta profundizar la reflexión sobre la violencia obstétrica, como identificarla y sobre cómo en sororidad debemos actuar para erradicarla, sobre todo siendo profesionales de la salud.
Para ello, es necesario un conocimiento amplio sobre las bases y la historia de violencia obstétrica profundamente racistas en la medicina, completamente normalizada e integrada en las instituciones de estudio, lo cual, se explicará en otro artículo.
Desde Afrocolectiva, nos solidarizamos con las víctimas de violencia obstétrica y pedimos justicia y reparación para ellxs.