‘Cuentos chinos’: la nueva apuesta racista de Telecinco para deshumanizar a la población asiaticodescendiente

La semana pasada Telecinco, uno de los canales principales de la televisión española, anunciaba la vuelta de Jorge Javier Vázquez a la televisión con el programa ‘Cuentos chinos’, una apuesta que pretendía competir con ‘El Hormiguero’ (el programa de Antena3 presentado por Pablo Motos) en el prime time español. 

Desde su estreno ha habido distintas opiniones por parte de la población. La mayoría de ellas estaban enfocadas en los niveles de audiencia y el morbo del polémico descanso que el presentador se vio obligado a tomar tras la cancelación de ‘Sálvame’, el conocido programa del mundo del corazón.

Sin embargo, la comunidad antirracista se puso en alerta: además del título, todo el decorado y el hilo conductor del programa parecía peligrosamente racista.

Tras los primeros programas, algunas personas han expresado su disgusto con la nueva propuesta de Telecinco a través de redes sociales. El director, guionista, productor y fotógrafo Jiajie Yu Yan, denunciaba vía Twitter la gravedad del asunto, señalando la cantidad de “estereotipos hacia la comunidad china, la exotización, el orientalismo y la apropiación cultural” presentes en este nuevo formato:

El artista Chenta Tsai, más conocido como putochinomaricón en sus redes sociales, se pronunció vía Instagram Stories analizando la situación. A su parecer, este programa está repleto de orientalismo y le preocupa la normalidad con la que una de las colaboradoras (o cuentistas, como se empeñan en llamar a la gente que participa en esta hora y pico de ofensas continuas) imita el chino de manera irrespetuosa.

Susi Caramelo presenta su sección y habla en chino ‘inventado’.

‘’No es una cuestión de sensibilidades personales ni viene desde una superioridad moral. Simplemente señalo lo que es evidentemente racista. Pero como siempre todo cae por su propio peso.”

Desgraciadamente, y en la misma línea de las declaraciones de Chenta, el fracaso de ‘Cuentos chinos’ no se está debiendo a todos estos aspectos negativos que comentamos; aunque los índices de audiencia hablan por sí solos. España sigue prefiriendo ‘El Hormiguero’: un racismo conocido, ya procesado, masticadito y fácil de digerir para toda la población. 

El pasado jueves eldiario.es publicaba un impecable artículo de opinión de la autora, novelista, ilustradora y divulgadora Quan Zhou sobre el tema:

“Tras más de 10 años de experiencia trabajando con medios, dando ponencias y asesorando, la falta de autocrítica, voluntad y ganas para cambiar nada o hacer contenidos antirracistas es tan grande, es tan arrasadora, que, más allá de la rabia, me resulta descorazonadora.

Ya no es sólo el desinterés y la constante invisibilización al contenido antirracista, también es la impunidad ante los hechos (pues, el presentador entiende que por ser rojo y homosexual no puede ser racista) y la respuesta del público general ante la propuesta.

La mismísima Ana Rosa Quintana, comentaba en la publicación promocional de JJ Vazquez en Instagram, al hilo de su polémico comentario en el que menospreciaba el barrio de Usera porque ‘’ahora se había convertido en Chinatown’’.

Lo peor peor peor peor peor de todo es que pongo la mano en el fuego y estoy segurísima de que, de toda esta gente, nadie se considera racista, ni JJ, ni Susi Caramelo, ni los directivos de la cadena, ni la productora que hizo la adaptación del Castillo de Takeshi, ni absolutamente nadie de una cadena mainstream en España.” 

Quan Zhou en su artículo No son ‘cuentos chinos’, es racismo

Por otro lado, aunque en la misma línea de denuncia, Leyao Rovira, activista, conferenciante antirracista y fundadora del proyecto No me llames chinita en Instagram, considera que se trata de un estigma común generalizado

“La familiar concepción de esta comunidad como la otredad exótica, mística, sumisa, sutil, silenciosa, misteriosa y extraña. Todo se realiza con el imaginario de la mirada blanca y eurocentrista de este tipo de programas.”

La activista pone sobre la mesa una cuestión crucial: las personas asiaticodescendientes tienen que ser parte de los espacios de debate antirracistas, ya que esta parte de la población también es discriminada por una cuestión de raza.

Pone el foco en la importancia de deconstruir el lenguaje, planteando como raíz del problema la normalización de expresiones y términos racistas que discriminan sistemática e inocentemente a la comunidad asiaticodescendiente que reside en España.

Leyao entiende la expresión ‘cuentos chinos’ como un insulto racial que “connota la percepción de los sinodescendentes como mentirosos, poco fiables, que están dispuestos a fabular y a exagerar.”

Desde Afrocolectiva creemos que es fundamental proporcionar un altavoz a la comunidad asiaticodescendiente y a les activistas antirracistas que se han pronunciado contra el racismo explícito y el orientalismo visiblemente presente en este programa.

Consideramos que, mientras los medios de comunicación sigan sin asumir la responsabilidad de evitar la promoción de estereotipos raciales y culturales, seguirán contribuyendo a la normalización de conductas racistas y, en consecuencia, el racismo seguirá siendo un complemento más de la sociedad española.

Además, reincidimos en la relevancia de la deconstrucción del lenguaje en nuestra lucha y en el porqué debemos eliminar todas estas expresiones y términos en el castellano que perpetúan estereotipos y prejuicios racistas en la población hispanohablante.

Por ello, ante la negativa de les espectadores para identificar algo tan evidentemente racista, nos planteamos, una vez más, varias cuestiones:

¿Qué revela esto sobre la percepción generalizada del racismo en España y la falta de conciencia sobre el impacto de ciertos comentarios y contenidos? ¿Entiende la sociedad el poder del lenguaje en esta cuestión? ¿Serán los medios algún día capaces, con su mayoría o totalidad de personas blancas en el equipo, de comunicar con una perspectiva antirracista?

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