• Derechos humanos y reparaciones para la diáspora africana: Naciones Unidas proclama el 2° Decenio Internacional Afrodescendiente (2025-2034)

    Derechos humanos y reparaciones para la diáspora africana: Naciones Unidas proclama el 2° Decenio Internacional Afrodescendiente (2025-2034)

    A partir del 2025, el mundo estará en un nuevo decenio para promover el reconocimiento, la justicia y el desarrollo de los pueblos afrodescendientes. Tras los avances y las limitaciones del primer decenio, el desafío ahora es transformar los compromisos pactados en acciones concretas que impacten y transformen la vida de millones de personas afrodescendientes en todo el mundo, enfrentando el racismo estructural y las desigualdades persistentes.

    La Asamblea General de las Naciones Unidas anunció el pasado martes 17 de diciembre la proclamación del Segundo Decenio Internacional de los Afrodescendientes. La resolución, adoptada a fines de noviembre, establece que este nuevo período comenzará el 1 de enero de 2025 y finalizará el 31 de diciembre de 2034. Aunque se buscan consolidar los avances logrados durante el primer decenio, persisten críticas sobre los desafíos pendientes. Entre estas destaca la postura de la Articulación Regional Afrodescendiente de las Américas y el Caribe (ARAAC), una red que agrupa a organizaciones afrodescendientes de izquierda y progresistas de toda la región, la cual emitió un comunicado poco después de conocerse la noticia.

    El programa del Segundo Decenio, según lo anunciado por el Secretario General de la ONU, Volker Türk, mantendrá los tres ejes principales del primero: reconocimiento, justicia y desarrollo. La nueva resolución busca abordar las formas contemporáneas de racismo y garantizar los derechos económicos, sociales y culturales de las personas afrodescendientes en todo el mundo. 

    Durante el Primer Decenio, se crearon espacios claves como el Foro Permanente de Afrodescendientes, un órgano asesor que reunió a diversos actores de la sociedad civil y funcionarios de distintos gobiernos. Para este nuevo período, la ONU ha instado a los Estados miembros a garantizar recursos financieros y apoyo institucional que permitan fortalecer las acciones a nivel global y local.

    La proclamación del Segundo Decenio no sorprendió a las organizaciones afrodescendientes de la región, ya que los debates sobre esta posibilidad han estado en curso al menos desde hace dos años. En ese marco, surgieron posturas divergentes. Por un lado, algunos sectores conservadores propusieron alinear el decenio con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, destacando los avances en visibilidad y reconocimiento. Por otro lado, movimientos sociales, académicos y redes internacionales señalaron deficiencias y plantearon críticas más profundas.

    En un comunicado difundido tras el anuncio de la ONU, ARAAC destacó la necesidad de un cambio radical en la implementación del decenio:

    “De los tres objetivos que definieron el decenio que termina este mes, el único que obtuvo resultados significativos fue el Reconocimiento porque verdaderamente no hubo avances importantes ni en la Justicia, ni en el Desarrollo. La mayoría de las/los afrodescendientes de la región siguen en situación de pobreza crítica y con carencia de poder político (…). Es imperativo trascender la retórica de bienestar colectivo en acciones concretas de cambio y convertir el reconocimiento en medidas de redistribución de poder y riqueza para las mayorías afrodescendientes”.

    Otra crítica del documento de ARAAC, que se viene repitiendo hace algunos años, está vinculada al Foro Permanente y su creciente burocratización:

    “Es necesario convertir el Foro permanente en un espacio amplio de participación, plenamente democrático, representativo de la pluralidad, de los intereses y aspiraciones de las mayorías negras del mundo”.

    Sin dudas los debates más álgidos en estos años han sido los vinculados a los intereses imperialistas y su búsqueda de cooptar la agenda. De cara al Segundo Decenio y con un escenario global muy distinto al que dio marco al primero, este tema resulta particularmente urticante:

    “Los grandes centros de poder económico y geopolítico jugaron a domesticar y cooptar nuestra agenda colectiva de transformación y liberación, usando los mismos liderazgos de las/los afrodescendientes para confundir el apoderamiento de una élite con el empoderamiento de las mayorías afrodescendientes. Sin embargo, precisamos distinguir entre las reparaciones neoliberales que proponen las élites que implicaría asignar algunos recursos a instituciones como el Banco Mundial, en contraste a reparaciones radicales que impliquen beneficios -económicos, políticos, culturales, espirituales- para aquellas y aquellos que Fanon llamó “condenados de la tierra” y Du Bois denominó “los pueblos oscuros del planeta”.

    El decenio que inicia en 2025 será un espacio para evaluar las persisten sombras de los compromisos incumplidos del decenio anterior. Aunque se lograron avances simbólicos, muchas promesas quedaron en el papel, sin traducirse en mejoras concretas para los pueblos afrodescendientes en todo el mundo. El desafío del Segundo Decenio será no repetir esos errores, asumiendo acciones concretas que garanticen justicia, reconocimiento y desarrollo. Pero dependerá de la comunidad organizada que esto efectivamente sea así.

    Fuente: Página 12

  • Legados de prietitud y memorias vivas: se celebra el Primer Encuentro Internacional de Narraciones Afrodescendientes en Bogotá.

    Legados de prietitud y memorias vivas: se celebra el Primer Encuentro Internacional de Narraciones Afrodescendientes en Bogotá.

    Colombia, Bogotá. El 29 y 30 de noviembre en el Archivo General de la Nación de Colombia, alrededor de 120 personas se dieron cita en el Primer Encuentro Internacional de Narraciones Afrodescendientes, organizado por Kutusoma, Editorial Comunitaria y Afrocentrada. Entre los asistentes se encontraban creadores de contenido, escritoras, escritores, promotores y mediadores de lectura, representantes de organismos institucionales a nivel nacional e internacional, activistas, editores, bibliotecarios y personas exponentes de la narración oral de distintos territorios afrocolombianos. Entre los objetivos centrales de este evento destacó el de posicionar en la agenda de la política pública la importancia de repensar la distribución presupuestaria para contribuir en la expansión del mercado editorial y, con ello, reducir la subrepresentación de las narraciones- orales y escritas- afrodescendientes.

    En el primer día de trabajo se contó con la participación de la mayora y narradora oral Alba Nelly Mina, quien a través de cantos, realizó la armonización del espacio. Por otra parte, Daniela Ibarguen, Directora General de Kutusoma, Editorial Comunitaria y Afrocentrada, compartió mensaje inspirador alentando la articulación colectiva para preservar y difundir las narraciones afrodescendientes en Colombia y otros países. El Director del Laboratorio Gráfico, Edinson Montaño, junto con Marcela Guerrero, integrante del mismo Laboratorio, compartieron parte de su experiencia en la elaboración del concepto gráfico, destacando la relevancia de crear mensajes visuales en torno al territorio, la pertenencia y la memoria viva. 

    Posteriormente, el Núcleo de Investigación, dirigido por Karol Rodríguez e integrado por Xinia Navarro, Samira Folleco, Yadira Salazar, Evelyn Quiñones, Gabriela Benitez y Ghana Hurtado, presentó los resultados de la investigación La resistencia de las narraciones negras: Barreras en la industria editorial y la lucha por la visibilidad, donde se realizó un análisis de datos sobre escritores afrocolombianos para identificar las disparidades en la difusión de las narraciones afrodescendientes de Colombia. Este estudio exalta una perspectiva de territorio para comprender los efectos de la centralización de la política cultural, así como llevar al debate la importancia de apostar por políticas educativas con enfoque étnico y cultural para promover la movilidad social entre creadores literarios pertenecientes a comunidades afrodescendientes.

    La jornada de intercambio de experiencias y de trabajo inició con el conversatorio “Escribir para recordar (nos): Nuestra memoria es histórica y negra”, donde participaron Rubén D’Silva Paz, Verónica Lozada representante del CEAF, Zaide Figuereo Acosta, pasante doctoral del Instituto Caro y Cuervo y Nicolás Vizcaíno, artista visual, fue moderado por Patricia Castillo, Editora de Kutusoma. El diálogo se centró en un cuestionamiento crítico ante la higienización y estetización del lenguaje de les escritores negres, haciendo énfasis en la necesidad de impulsar ejercicios de traducción y edición respetuosos con los territorios. 

    El tercer conversatorio del primer día abordó el papel de las instituciones en la visibilización de las narrativas afrodescendientes, para ello, se convocó a titulares de instancias como el Archivo General de la Nación y de proyectos como la Feria Insular del Libro San Andrés (FILSAI) y del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC). El Director del AGN Colombia expuso sobre el trabajo que se ha desarrollado para documentar, sistematizar y ampliar la memoria afrodescendientes, incluyendo el desarrollo de un proyecto de sonoridades; la participación de María Matilde Ramírez, Directora de la FILSAI,  versó en torno a las ventanas de oportunidad que existen con países del circuncaribe, colocando una cuestión significativa relacionada con la lengua. Francisco Thaine, representante del CERLALC, sostuvo una postura firme ante el compromiso de continuar fomentando narrativas afrodescendientes a través de articulaciones tácticas a nivel regional.

    En el cuarto conversatorio titulado “Afrocentrar el mercado editorial: propuesta para la distribución de obras afrodescendientes” concentró la reflexión de tres activistas que lideran proyectos editoriales en Colombia y República Dominicana y fue moderado por Alejandra Pretel, co-fundadora de Afroclectiva. Iniciativas colombianas como Tagigo y Kutusoma, representan un parteaguas en la industria literaria nacional, dado que su apuesta pondera el posicionamiento digno de las narrativas afrodescendientes en el mercado editorial. Al respecto, Luz Stella Malpica, Directora de Tagigo, insistió en el robustecimiento de la literatura infantil con enfoque étnico, como una propuesta para impulsar la educación antirracista desde la edad temprana. En su calidad de Directora de Kutusoma, Daniela Ibarguen sostuvo un llamado a la acción a instancias de gobierno, con el propósito de crear planes de trabajo que funcionen como catalizadores de las distintas narrativas afrodescendientes. Paralelamente, Michelle Ricardo, integrante de Anticanon RD, destacó la importancia de promover espacios de reconocimiento entre escritoras y escritores, con el fin de fortalecer redes de acompañamiento y difusión de alcance internacional. 

    El último conversatorio “Escritores y lectores negros al poder: políticas públicas y gestión cultural” convocó a la escritoras colombianas Carolina Rodríguez Mayo, Esthefany Chaverra y a la creadora de contenido, Gabriela Costa, contando con la moderación de Julián Vivas. Las participantes se inclinaron por compartir testimonios respecto a las barreras que ha enfrentado para entrar en mercados editoriales como escritoras o promotoras de lectura. Hubo una enriquecedora discusión respecto a cómo las editoriales mantienen ideas coloniales y patriarcales sobre lo que son las narrativas afrodescendientes, reforzando estereotipos culturales que se rigen por la exotización y folclorización no sólo de las narraciones, sino también de los cuerpos afrodescendientes. 

    El segundo y último día de actividades inició con cinco mesas de trabajo, las cuales, compartían un objetivo en común: sentar bases para la construcción de un plan de trabajo y de colaboración a mediano plazo con las personas participantes del Encuentro. 

    Luego, se dio paso al conversatorio “tejiendo lazos internacionales: un camino hacia el fortalecimiento de las narrativas afrodescendientes” teniendo como voceras a Melania Marte, Verónica Cevallos, y Gabriela Costa, fue moderado por Ghana Hurtado. En este diálogo, prevaleció la experiencia situada, poniendo de relieve puntos poco discutidos como el privilegio de la ciudadanía en la difusión y proyección de narrativasa afrodescendientes, el autocuidado y el cuidado de las personas creadores, mediadoras y promotoras literarias y la importante carga que tiene pensar la inclusión desde una perspectiva de incidencia con enfoque intercultural. 

    Para Verónica Cevallos, es crucial que el fomento de las narrativas afrodescendientes sea un sinónimo de romper barreras lingüísticas para avanzar en el entendimiento común en cuestión de identidad.

    En el segundo conversatorio, “Estrategias para la promoción de la lectura”, las escritoras Liliana Riascos (tambié conocida como Negra Errante) y Rosemary Armenteros, coincidieron en la urgencia de pensar en clave de comunidad en la creación de comunidades lectoras; Pedro Pulido, miembro de Formación Fundalectura, abrevó en los planes que se han diseñado para asegurar una equidad racial en la conformación de lecturas que hacen parte de bibliotecas comunitarias. 

    Esta jornada cerró con una serie de actividades enfocadas en la creación literaria, un homenaje a la vida del escritor Arnoldo Palacios y las presentaciones editoriales de los libros Hebrando mis raíces, Voces de Equidad, Escribir es de Valientes y Chapeo, todas de autoría afrodescendiente. 

    En términos de justicia racial, el sector editorial aún enfrenta desafíos titánicos, no obstante, iniciativas como el El Primer Encuentro Internacional de Narraciones afrodescendientes sientan un precedente significativo no sólo en la oferta cultural regional, sino también, en las alianzas afrocentradas para moldear propuestas de proyección internacional, consolidando espacios de conexión artística, política y ancestral.

    Una nota de Ana Hurtado

  • Racismo capilar: Discriminan a Wooldy Edson Louidor, embajador haitiano designado en República Dominicana, por su apariencia similar a Bookman Dutty, precursor de la revolución

    La designación del filósofo haitiano Wooldy Edson Louidor como embajador de Haití en la República Dominicana ha generado una controversia que va más allá de lo político, tocando las fibras más profundas del racismo estructural y los prejuicios capilares que aún persisten en Haití. Las críticas hacia su apariencia física, específicamente sus dreadlocks, evocan una conexión simbólica con la figura histórica de Bookman Dutty, líder espiritual y precursor de la revolución haitiana, cuyo legado representa resistencia y orgullo afrodescendiente.

    Louidor, un intelectual de renombre con una destacada trayectoria académica y profesional, ha dedicado su vida al estudio de las migraciones, los derechos humanos y la cultura. Su nominación como embajador ha sido cuestionada debido a su cabello, un aspecto que ha sido utilizado como excusa para deslegitimarlo.

    Este ataque recuerda inevitablemente a Bookman Dutty, originario de Jamaica y maestro de ceremonias en Bois Caïman, el evento que marcó el inicio de la lucha por la independencia de Haití. Con su cabello natural y su conexión con el vudú, Dutty encarnó la resistencia contra los colonizadores y los estándares impuestos por el régimen esclavista. Hoy, siglos después, la similitud simbólica entre la apariencia de Louidor y la de Dutty parece haber activado los mismos prejuicios coloniales que buscan deshumanizar y controlar a las personas afrodescendientes.

    El racismo capilar no es un fenómeno nuevo. Durante siglos, los afrodescendientes han sido juzgados y discriminados por sus características físicas, especialmente su cabello. Este tipo de discriminación no solo perpetúa estereotipos coloniales, sino que también margina a aquellos que eligen reivindicar su identidad a través de su apariencia.

    En el caso de Louidor, su cabello con dreadlocks no es solo una elección estética; es un símbolo de resistencia y orgullo cultural. Su apariencia representa la rica herencia africana que define a Haití, un país que luchó y logró liberarse del yugo colonial para convertirse en la primera nación independiente liderada por personas que fueron esclavizadas.

    Es irónico que Haití, cuna de la resistencia anticolonial, continúe reproduciendo patrones de exclusión y discriminación que contradicen su historia de lucha por la libertad y la dignidad. La controversia en torno a Louidor pone de manifiesto cómo el racismo estructural y el colonialismo mental siguen influyendo en las decisiones políticas del país.

    Al vincular la apariencia de Louidor con la de Bookman Dutty, se refuerza un temor ancestral hacia las figuras que representan resistencia y cambio. Este rechazo no sólo atenta contra el derecho de Louidor a ocupar un cargo público, sino también contra la memoria de héroes como Dutty, quienes lucharon para que Haití fuera un símbolo de emancipación global.

    La discriminación contra Wooldy Louidor es un recordatorio de que Haití aún tiene un largo camino por recorrer para romper con los vestigios del colonialismo. La sociedad haitiana debe reconocer la importancia de defender su identidad afrodescendiente y rechazar cualquier forma de racismo, especialmente dentro de sus propias instituciones.

    Es crucial que la designación de Louidor sea evaluada por sus méritos, su trayectoria y su compromiso con los valores que representan a Haití en el escenario internacional, y no por prejuicios relacionados con su apariencia. Además, la comunidad internacional debe alzar la voz para condenar este acto de discriminación, enviando un mensaje claro de que el talento y la dedicación deben prevalecer sobre los estereotipos.

    El caso de Wooldy Edson Louidor no es solo una cuestión personal; es un símbolo de la lucha más amplia por la igualdad y la justicia en Haití. Al igual que Bookman Dutty, Louidor representa la resistencia frente a las estructuras opresivas que intentan negar la dignidad de las personas afrodescendientes. Su nominación como embajador debe ser defendida como un acto de justicia histórica y como un paso hacia un Haití más inclusivo y respetuoso de su rica diversidad cultural.

    La verdadera libertad no solo radica en la independencia política, sino también en la emancipación de las cadenas mentales que aún atan a las sociedades poscoloniales. Haití, como faro de lucha y resistencia, merece líderes que encarnen su espíritu de dignidad y orgullo afrodescendiente. Wooldy Louidor es uno de ellos.

    Una reflexión de Jackson Jean

  • Nandi-Ndaitwah, la histórica militante elegida como primera presidenta de Namibia

    Nandi-Ndaitwah, la histórica militante elegida como primera presidenta de Namibia

    La hasta ahora vicepresidenta e histórica militante por la independencia de Namibia, Netumbo Nandi-Ndaitwah, será la primera mujer en presidir el país tras ganar las elecciones celebradas el pasado 27 de noviembre, según los resultados anunciados por la Comisión Electoral de Namibia (ECN).

    Nandi-Ndaitwah consiguió vencer la desilusión social con la gobernante SWAPO logrando una nueva victoria para la formación que ha gobernado el país desde su independencia de Sudáfrica en 1990, con el 57,31 % de los votos, una mayoría absoluta que impide una segunda vuelta.

    “Me gustaría agradecer al pueblo de Namibia por haber demostrado una vez más su confianza en el partido SWAPO para continuar brindando orientación”, dijo la vencedora al aceptar los resultados.

    Su vicepresidencia y trayectoria histórica

    Conocida coloquialmente como NNN, Nandi-Ndaitwah accedió a la Vicepresidencia tras la muerte del presidente Haige Geingob (2015-2024), quien dejó un legado agridulce en un país reconocido por su estabilidad democrática pero azotado por altas tasas de desempleo y desigualdad.

    “Somos conscientes de los retos a los que nos enfrentamos, en particular el desempleo que afecta de manera desproporcionada a nuestros jóvenes y contribuye a la pobreza en nuestras comunidades”, afirmó Nandi-Ndaitwah, de 72 años, durante un mitin electoral en la ciudad norteña de Rundu.

    En noviembre de 2022, la SWAPO reeligió a Nandi-Ndaitwah como su vicepresidenta, convirtiéndola en la candidata presidencial según el reglamento del partido. Este movimiento consolidó su camino hacia la presidencia, que se hizo oficial tras los resultados de las elecciones.

    Nandi-Ndaitwah nació el 29 de octubre de 1952 en Onamutai, cuando Namibia, bajo el nombre de África del Sudoeste, estaba administrada por Sudáfrica y bajo el dominio del régimen del apartheid (1948-1994).

    Desde muy joven, Nandi-Ndaitwah se unió al SWAPO en 1966 y militó en sus juventudes antes de exiliarse en Zambia en 1974, tras ser encarcelada por su actividad política. Durante los años de exilio, estudió en la Unión Soviética y obtuvo títulos en Administración Pública, Relaciones Internacionales y Diplomacia en universidades del Reino Unido.

    En los años posteriores, desempeñó importantes funciones dentro del SWAPO en Zambia y Tanzania, donde se casó con Epaphras Denga Ndaitwah, una figura clave en la lucha armada del partido.

    Desde la independencia de Namibia en 1990, Nandi-Ndaitwah ha ocupado múltiples cargos ministeriales, incluyendo Asuntos de la Mujer, Información, Medio Ambiente y Turismo, y Asuntos Exteriores, además de ser vice primera ministra.

    Una victoria en tiempos de desilusión

    Con su victoria, la presidenta electa parece haber seducido de nuevo a los votantes de un país rico en minerales como uranio y diamantes, pero afectado por promesas incumplidas del SWAPO, que llegó a estas elecciones en sus horas más bajas.

    Tras más de tres décadas de gobierno, el partido ha experimentado una pérdida de apoyo significativa: del 80 % de los votos en las legislativas de 2014 al 65,5 % en 2019, cuando perdió por primera vez la mayoría de dos tercios en la Asamblea Nacional.

    “El desempleo entre los jóvenes es real, muy real. Por eso el programa del SWAPO destinará 85.000 millones de dólares namibios (más de 4.400 millones de euros) para crear empleo para nuestros jóvenes en los próximos cinco años”, prometió recientemente Nandi-Ndaitwah durante un mitin.

    Su presidencia marca un momento histórico para Namibia y para el continente africano, donde su liderazgo encarna tanto los desafíos como las oportunidades de un país que busca construir un futuro mejor.

    Fuente: Infobae

  • Jay-Z, Beyoncé y Diddy: denuncias, silencio y poder en una industria impune

    Jay-Z, Beyoncé y Diddy: denuncias, silencio y poder en una industria impune

    La reciente acusación de violación contra Jay-Z ha destapado una trama de silencios y relaciones cómplices en la industria musical

    Denuncias de abuso, estrategias legales para callar alas víctimas y el poder mediático como herramienta para moldear narrativas. Todo esto en el contexto de una demanda que también incluye a Sean “Diddy” Combs, quien ha sido señalado como el centro de una red de explotación y abuso durante décadas. Las víctimas hablan, pero los acusados también tienen sus propias herramientas.

    La demanda presentada por una mujer identificada bajo el pseudónimo “Jane Doe” acusa a Jay-Z y Diddy de drogar y violar a una menor de 13 años durante la afterparty de los MTV Video Music Awards del año 2000. Cabe destacar, que estas denuncias surgen en un momento clave, ya que gracias a la extensión del estatuto de limitaciones en Nueva York, los casos antiguos de abuso ahora pueden volver a ser procesados.

    Recientemente, se han hecho públicas las presuntas imágenes de dicha fiesta y diversos hilos de Twitter apuntando a otras celebridades que estuvieron presentes:

    Jay-Z ha respondido rápidamente a las acusaciones, calificándolas de “atroces” y parte de un supuesto “intento de extorsión” liderado por el abogado Tony Buzbee, conocido por haber presentado múltiples demandas contra Diddy. En una moción legal, los abogados del rapero exigieron que la denunciante revelara su identidad, argumentando que el anonimato permite difamar públicamente a figuras destacadas mientras quienes acusan permanecen ocultos.

    Alex Spiro, abogado de Jay-Z, declaró que: “El Sr. Carter merece conocer la identidad de la persona que efectivamente lo acusa… y tiene derecho a defenderse de estas acusaciones bajo el amparo completo de la ley”. La defensa también alega que la estrategia de mantener el anonimato busca “extraer acuerdos económicos” vinculando a celebridades con las redes de abuso de Diddy.

    Sin embargo, las acusaciones contra Diddy y su relación con Jay-Z son parte de un contexto más amplio que ya ha destapado historias de abuso sistemático. La demanda contra ambos artistas no es un caso aislado, sino el reflejo de una industria que, por décadas, ha encubierto las prácticas más oscuras e inimaginables.

    La entrevista que, supuestamente, Beyoncé no quiere que veas

    En medio de esta tormenta, la entrevista de la cantante Jaguar Wright en el programa de Piers Morgan ha puesto el foco en cómo el poder y la influencia se usan para silenciar acusaciones. Durante la emisión, Wright calificó a Jay-Z y Beyoncé como “monstruos” y afirmó: “Llevo cuatro años gritando, no solo sobre Diddy, sino sobre Diddy y Jay-Z. ¡Son unos monstruos!”.

    Wright también mencionó que la pareja tendría “cientos de víctimas” con historias similares porque: “Hacen cosas desagradables. Retienen a personas contra su voluntad. Las suben a aviones mientras están inconscientes. Como Aaliyah…”.

    Estas declaraciones se volvieron virales, y la respuesta legal no se hizo esperar. Según el propio Piers Morgan: 

    “Jaguar hizo varias acusaciones serias sobre Jay-Z y Beyoncé durante esa entrevista. Sus abogados nos contactaron diciendo que esas afirmaciones eran totalmente falsas y carecían de cualquier base real. Hemos cumplido con su solicitud legal de eliminar dichas declaraciones de la entrevista original”.

    La reacción de los abogados de la pareja subraya cómo las figuras públicas utilizan su influencia no solo para controlar la narrativa, sino también para borrar contenido que cuestiona su integridad. Este movimiento, lejos de silenciar el debate, ha provocado que las acusaciones de Wright ganen más peso y atención.

    Diddy, Jay-Z y una red de silencios cómplices

    La relación entre Jay-Z y Diddy ha sido históricamente cercana, tanto a nivel profesional como personal. Desde colaboraciones musicales hasta eventos compartidos, su amistad ha sido un elemento constante en la industria. Sin embargo, este vínculo también ha planteado preguntas sobre cómo las conexiones entre celebridades pueden proteger comportamientos cuestionables e incluso encubrir delitos.

    Diddy enfrenta acusaciones de liderar una red de abuso y explotación sexual durante años, con docenas de víctimas que han comenzado a hablar tras su arresto. En este contexto, los señalamientos contra Jay-Z adquieren una nueva dimensión, especialmente cuando personas como Jaguar Wright le vinculan directamente con las prácticas de Diddy.

    Mientras Jay-Z lidia con estas acusaciones, Beyoncé ha mantenido un perfil bajo en cuanto a declaraciones, pero sus apariciones públicas cuentan una historia diferente. Recientemente, la pareja ha posado junto a su hija Blue Ivy durante el estreno de Mufasa: El Rey León, mostrando una imagen de unidad familiar cuidadosamente calculada.

    Sin embargo, este gesto no ha sido suficiente para desviar la atención. Una parte de sus fans critica su falta de transparencia, mientras la otra defiende su derecho a proteger su privacidad.

    El caso contra Jay-Z y Diddy ha polarizado a la opinión pública, sin duda. El silencio de Beyoncé, combinado con sus intentos legales por borrar contenido incriminatorio, plantea una pregunta clave: ¿hasta dónde llegan las medidas para proteger una imagen pública?

    El impacto mediático y el juicio social

    Mientras sus equipos legales trabajan para desacreditar las acusaciones, las víctimas y denunciantes enfrentan el reto de hacerse escuchar en un entorno mediático que favorece a quienes tienen los recursos y los medios para influir.

    El testimonio de Jaguar Wright y la investigación contra Diddy subrayan la necesidad de cuestionar la complicidad sistémica en la industria del entretenimiento

    Porque, como afirmó Wright en su entrevista: “Reflexionar sobre estas historias no es solo un ejercicio moral, es una necesidad para cambiar un sistema que ha normalizado el abuso y el silencio”.

    Un artículo de Ana Bueriberi

  • ¿Cómo los pueblos precoloniales han entendido las llamadas “discapacidades” antes de la supuesta “civilización” occidental?

    ¿Cómo los pueblos precoloniales han entendido las llamadas “discapacidades” antes de la supuesta “civilización” occidental?

    El concepto de discapacidad, tal como lo entendemos hoy en día en la sociedad occidental o postcolonial, se ha construido en gran medida bajo un marco colonial que asocia las diferencias físicas y neurológicas con el déficit y la anormalidad. Sin embargo, antes de la colonización, muchas sociedades precoloniales tanto en África como en América y el Pacífico, comprendían y valoraban a las personas con diferentes capacidades de manera integral y respetuosa, reconociendo su papel en la comunidad. A continuación, exploramos algunos ejemplos de cómo diferentes pueblos indígenas han percibido lo que hoy llamaríamos “discapacidades”.

    1. Los Shona de Zimbabue

    En la cultura Shona de Zimbabue, las personas con diferencias neurológicas o comportamientos atípicos a menudo eran vistas como personas con una conexión especial con el mundo espiritual. Los individuos que en la actualidad serían clasificados como autistas o con otros trastornos neurológicos eran respetados como sanadores espirituales o “n’angas” (curanderos tradicionales). Lejos de ser marginados, sus capacidades para percibir el mundo de una manera única eran valoradas como una conexión directa con la ancestralidad y lo sobrenatural. Así, estas personas no eran vistas como limitadas, sino como poseedoras de una sabiduría especial.

    2. Los San del Sur de África

    Los San, una comunidad cazadora-recolectora indígena de la región del Kalahari, practican una forma de inclusión profunda en sus estructuras comunitarias. La supervivencia de los San se basa en la colaboración, y las personas con diferencias físicas o neurológicas eran vistas como contribuyentes valiosas en la medida de sus capacidades. A las personas con discapacidades físicas les eran asignadas tareas que no requerían movilidad, como el cuidado de las infancias, la confección de herramientas o la transmisión de conocimiento. La interdependencia era clave para los San, y en su cosmovisión, todos los miembros del grupo tenían un lugar significativo, independientemente de sus limitaciones físicas.

    3. Los Lakota en América del Norte

    Entre los Lakota, un pueblo indígena de las Grandes Llanuras de América del Norte, las personas con discapacidades físicas a menudo eran vistas a través de una lente espiritual y cultural. Los Lakota creían en el concepto de “poderes especiales” otorgados por los espíritus a personas que vivían con desafíos físicos. Por ejemplo, aquellos con discapacidades físicas que no podían participar en actividades tradicionales como la caza eran valorados como guardianes del conocimiento, responsables de transmitir la historia oral y las tradiciones espirituales a las personas más jóvenes. De este modo, su rol dentro de la comunidad no sólo era significativo, sino que estaba profundamente entrelazado con el tejido cultural.

    4. Los Navajos y la conexión espiritual

    En la tradición Navajo, las diferencias físicas o cognitivas no eran vistas como debilidades, sino como manifestaciones de la voluntad espiritual. Los Navajos creían que las personas con discapacidades físicas, como la parálisis, eran individuos tocados por el mundo espiritual y se pensaba que llevaban consigo una forma única de sabiduría. A estas personas se les asignaban roles específicos en la comunidad, como el de mediadores o guías espirituales. Así, su discapacidad física era vista no como un obstáculo, sino como una puerta a una conexión más profunda con las fuerzas cósmicas.

    5. Los maoríes de Nueva Zelanda

    En la cultura maorí de Nueva Zelanda, la idea de discapacidad está profundamente ligada al concepto de “whakapapa”, o genealogía. Los maoríes creen que todos los aspectos de una persona, incluidas sus capacidades físicas y cognitivas, están entrelazados con su linaje y las historias de sus ancestros. El término “takiwātanga” es la palabra maorí para autismo y se traduce como “en su propio tiempo y espacio”, una frase que refleja una profunda aceptación de la diversidad neurológica. La comunidad maorí se enfoca en crear un entorno en el que las personas puedan florecer de acuerdo con su propia naturaleza, respetando las diferencias individuales como parte de la diversidad que enriquece a la tribu.

    6. Los quechuas y aymaras de los Andes

    Los pueblos quechuas y aymaras de los Andes también brindan un ejemplo fascinante de cómo las sociedades precoloniales valoraban la diversidad de capacidades. En estas comunidades agrícolas, las personas con discapacidades físicas o neurológicas no eran apartadas ni excluidas, sino que se integraban en las labores diarias de acuerdo con sus habilidades. Una persona con movilidad reducida podía desempeñar roles clave en la transmisión de conocimientos tradicionales o en la toma de decisiones comunitarias. La discapacidad no era vista como una limitación, sino como una característica más que podía ser acomodada dentro de la vida social y productiva de la comunidad.

    Reflexión final: Aprender de la sabiduría ancestral

    Descolonizar nuestra comprensión de la neurodiversidad implica romper con las visiones deficitarias impuestas por los marcos coloniales. Las sociedades precoloniales nos ofrecen ejemplos poderosos de cómo podemos abrazar las diferencias físicas y neurológicas como parte del tejido de nuestras comunidades. Los pueblos indígenas de África, América y el Pacífico nos recuerdan que la diversidad en las capacidades no es algo que deba ser “corregido”, sino valorado y respetado.

    La integración, interdependencia y respeto por las personas con diversas capacidades eran principios fundamentales en muchas culturas precoloniales. Estos enfoques nos invitan a reconsiderar nuestras nociones modernas de discapacidad y a buscar maneras de construir sociedades más inclusivas, donde cada persona pueda vivir y contribuir de acuerdo con su propio tiempo y espacio. Este artículo abre la puerta a un diálogo más amplio sobre la descolonización de las condiciones de las personas neurodiversas o con movilidad reducida. ¿Qué otras culturas podríamos explorar en este viaje hacia una mayor inclusión y comprensión?

    Una reflexión de Jackson Jean

  • Liniker, la primera artista negra trans en ganar un Latin Grammy

    Liniker, la primera artista negra trans en ganar un Latin Grammy

    La brasileña fue galardonada en la ceremonia con el premio a Mejor Álbum de Música Popular Brasileña por el disco “Indigo Borboleta Anil”. Con 27 años, su trayectoria la ha convertido en un símbolo para la comunidad trans y negra de su país.

    La cantante, compositora y actriz afrobrasileña Liniker hizo historia al ganar el Grammy Latino 2022 al mejor álbum de música popular brasileña. Ella es la primera mujer negra trans y artista de Latinoamérica en ganar un gramófono de oro.

    “Yo soy una cantante, compositora y actriz brasileña. Hoy algo histórico acontece en la historia de mi país: es la primera vez que una artista transgénero ve un Grammy”, dijo en español durante la ceremonia de premiación en Las Vegas, Estados Unidos.

    Su trayectoria artística ha sido descrita como la resistencia trans y negra hecha soul. Su música refleja el reconocimiento pleno de su identidad de género y a la comunidad negra trans.

    Liniker nació el 3 de julio de 1995 en la ciudad de Araraquara, São Paulo, Brasil. Su madre Ângela, quien la crió como madre soltera, participaba en círculos de samba rock, por lo que desde su infancia estuvo inmersa en un entorno musical.

    A los 16 años comenzó a escribir canciones y a los 18 dejó su ciudad natal para estudiar artes en la Escuela Libre de Teatro, en Santo André.

    Su debut musical fue en 2015 con la banda “Liniker e os Caramelows”, que formó con varias de sus amistades.

    A lo largo de su carrera, Liniker se ha caracterizado por promover un cambio social, cantando en contra del LGTBIQ+ odio y el transodio, y buscando dar representación a las personas negras trans y queer.

    Su especialidad musical es el soul, influenciada por artistas como Nina Simone, Caetano Veloso, Gilberto Gil y Cartola.

    Este es el potente discurso con el que recibió su galardón:

    Redactado por Betty Zambrano Zabaleta

  • La familia de Giovani Mvogo Eteme busca testigos: desconfían de la versión policial acerca de la muerte del adolescente afroargentino

    La familia de Giovani Mvogo Eteme busca testigos: desconfían de la versión policial acerca de la muerte del adolescente afroargentino

    Giovani tenía 17 años, era afroargentino y jugador del Volei Federado. Su cuerpo fue encontrado el pasado jueves debajo de las escalinatas del Parque España, cerca de Avenida del Huerto y Salta en Rosario, provincia de Santa Fe.

    La última vez que lo vieron con vida, según un vecino de su barrio Puente Gallegos, Giovani fue detenido por la policía en un operativo de “averiguación de antecedentes”. La versión oficial dice que su muerte se trató de un suicidio, aunque activistas antirracistas de Rosario señalan que su cuerpo no tenía indicios de suicidio. Si viste o sabés algo podés comunicarte al +54 3413878287.

    La familia busca testigos de su muerte. Según medios locales, jóvenes cercanos a Giovani aseguraron haber recibido un audio de Whatsapp de un testigo que describía una pelea donde el joven habría quedado malherido en el suelo. Posteriormente habría llegado un móvil policial.

    La fiscal a cargo de la investigación es Mariana Prunotto, de la Fiscalía de Homicidios dolosos del Ministerio Público de la Acusación, donde la causa está caratulada como “muerte dudosa”. El informe preliminar presentado por el Instituto Médico Legal indica que Giovani sufrió un traumatismo de cráneo.

    Luego de buscarlo toda la noche, la familia encontró el cuerpo del joven en la comisaría 2°, donde los uniformados trataron de explicarles que el muchacho, que unas horas antes salió a pasear al parque que frecuentaba, habría decidido quitarse la vida allí.

    Andrea Cima, entrenadora del Club de vóley Central Córdoba, donde jugaba Gio, fue una de las personas que reconoció su cuerpo. Ella indicó al medio “La Capital” que el cuerpo del joven estaba mojado cuando ingresaron al reconocimiento, y que la policía no supo explicar dónde está el celular del joven.

    Tanto la familia de Giovani, como activistas y espacios antirracistas de Rosario y la Argentina, insistimos en el esclarecimiento de los hechos que llevaron a su fallecimiento. Tal como señaló Andrea Cima, entrenadora de voley del club donde jugaba Giovani desde pequeño, para un medio local: “Queremos saber dónde está el celular y por qué el cuerpo estaba mojado cuando ingresamos a reconocerlo junto con su papá y mi hijo”, señaló en diálogo con el medio local.

    Fuente: ANRed



  • Hablemos de música: Influencias clásicas de África

    Hablemos de música: Influencias clásicas de África

    La música es una de las formas de expresión más sentidas que hay, al menos para mi. Te permite alcanzar una conexión trascendental con otras personas además de servir como expresión de amor, cariño o afección. Mencionando también la presencia y la importancia que tiene a nivel cultural y tradicional. Personalmente no podría hacer cuentas de cuantas veces la música ha sido terapéutica para mi, momentos en los que he necesitado desconectar del mundo, de las personas y del estrés diario producido por la sociedad. La música en estas ocasiones ha servido como medio para volver a alcanzar la serenidad, y la paz que anhelaba.

    Por lo que hacer un rápido recorrido sobre los principales representantes e influencias clásicas más fuertes en algunos países de África siempre es un acierto. 

    Sudáfrica: Miriam Makeba conocida como Mama Africa, fue una cantante, activista por los derechos humanos y todo un icono de la lucha contra el racismo y el apartheid en Sudáfrica.

    Nigeria: Fela Kuti, también conocido como Father of Afrobeat, cantautor, multiinstrumentista, político y activista por los derechos humanos. Considerado como el creador del afrobeat

    Senegal: Youssou N’dour, conocido a nivel mundial como cantante, compositor, empresario y político.

    Mali: Salif Keita también conocido como Golden Voice of Africa, es un compositor, cantante y descendiente directo de Sundiata Keita, fundador del Imperio de Mali.

    Zimbabwe: Thomas Mapfuma conocido como The Lion of Zimbabwe, y por la influencia que ejerce a través de su música a nivel político, criticando también al gobierno de Zimbabwe.

    Sudafrica: Ladysmith Black conocidos como South African Culture Ambassadors, a través de su música, intentaron representar el resurgimiento de la “nueva Sudáfrica”, tras los años del apartheid.

    Benin: Angelique Kidjo conocida como Africa’s premier diva, es una cantante y compositora, conocida por sus influencias musicales y por su creatividad.

    Mali: Ali Farka Toure o The Desert Bluesman, fue un cantante conocido también como uno de los mejores guitarristas a nivel mundial.

    Costa de Marfil: Tiken Jah Fakoly, quien a través de su música se ha dedicado a denunciar injusticias sociales, como la discriminacion o el empobrecimiento.

    Sudafrica: Yvonne Chaka Chaka conocida también como Princess of Africa, es además de ser una famosa cantante y compositora, una empresaria humanitaria y docente sudafricana.

    Mali: Oumou Sangare conocida también como The Songbird of Wassoulou, es además de cantante y compositora, una activista defensora de los derechos de la mujer oponiendose al matrimonio infantil, a la poligamia y la mutilación genital femenina.

    Sudáfrica: Brenda Fassie conocida como Township Madonna, fue una cantante anti-apartheid sudafricana

    Cabo Verde: Cesaria Evora, conocida como La reina de la Morna, solía aparecer con los pies descalzos en sus actuaciones, en solidaridad con las mujeres y menores más empobrecidos de su país.

    Un texto de Favour Ekaezunim

  • Falleció Leonor González Mina, “La Negra Grande de Colombia”, a los 90 años de edad

    Falleció Leonor González Mina, “La Negra Grande de Colombia”, a los 90 años de edad

    Algunas de sus canciones más famosas son ‘Mi Buenaventura’, ‘Yo me llamo cumbia’, ‘El alegre pescador’ y ‘A la mina’.

    Hay luto en la música colombiana, luego de que se diera a conocer este miércoles el fallecimiento de Leonor González Mina, inmortalizada en el país como ‘La Negra Grande de Colombia’, a los 90 años de edad, según su mánager, María del Socorro Vallejo.

    La cantante y actriz afrocolombiana oriunda de la vereda de Robles, en Jamundí (Valle del Cauca) estaba viviendo en un hogar geriátrico en Pance, desde hace dos años, lugar donde se produjo su muerte a las 11:00 a.m. “Esta mañana, se levantó, se bañó, charló con sus cuidadores y se volvió a acostar. Ahí murió, muy tranquila y sin dolor, como ella se lo merecía“, contó a EL TIEMPO su mánager.

    ‘La Negra Grande de Colombia’ es recordada con cariño por su participación en canciones icónicas del repertorio musical colombiano tales como ‘Mi Buenaventura’, ‘El alegre pescador’, ‘A la mina’, ‘Mi peregoyo’, ‘Borrachera’, ‘Velo qué bonito’, ‘Navidad negra’, ‘Niño de color’, ‘La canoa ranchá’, ‘Maximina’, ‘Chocoanita’, ‘Mi cafetal’ y ‘Tío Guachupecito’, así como de la inmortal composición de Mario Gareña, ‘Yo me llamo cumbia’.

    Vida y obra

    Nacida en la vereda de Robles, en Jamundí (Valle del Cauca), el 16 de junio de 1934, fue una de las voces icónicas del folclor nacional. Su debut se dio ante un auditorio en París, cuando integraba el Ballet Folclórico de Delia y Manuel Zapata Olivella, a donde se unió seis meses después de haber dejado de su casa, cuando tenía 18 años de edad. Allí, Leonor pudo presentarse en países como China, Alemania y la Unión Soviética.

    Al regresar a Colombia, grabó su primer álbum de estudio de larga duración, titulado ‘Cantos de mi tierra y de mi raza’, que sería el primero de más de una treinta de discos. Entre esta amplia discografía se destaca ‘Campesino de Ciudad’, el cual interpreto en su totalidad en el Festival OTI de 1975.

    Además de la música, también ha sabido hacerse un nombre en la televisión colombiana como actriz. Fue merecedora de múltiples homenajes y reconocimientos, tanto públicos como privados. Uno de los más recientes fue el galardón ‘Vida y Obra’, del Ministerio de Cultura.

    Jamás pensé que me lo fueran a dar, porque nunca me he hecho ilusiones ni he esperado reconocimientos. Mi meta es hacer siempre bien las cosas para que la gente quede contenta, que cada uno de mis conciertos sea distinto y mejor que el otro, estar siempre en ascenso”, dijo al recibir el reconocimiento.

    La ‘Negra Grande de Colombia’ también incursionó en la política. En 1998 fue elegida como representante a la Cámara de Representantes por Bogotá, con el partido Liberal. En el 2006 también aspiró a una curul, pero no logró ser elegida.

    Hoy, toda Colombia lamenta su muerte, y al mismo tiempo honra su arte y enaltece sus enormes contribuciones a la música y cultura del país, así como de la región. Leonor, “La Negra Grande”, permanece hoy más que nunca en nuestras memorias y en el enorme legado de la herencia afrocolombiana.

    Fuente: Portafolio