Desde las cabañas de las personas esclavizadas hasta las figuras de la Resistencia, el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana da cuenta de nuestra historia del Sur. Una de las recientes ordenes ejecutivas del presidente intenta silenciarnos –otra vez–.
En el corazón de Washington D.C se encuentra el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana –un monumento a la verdad– un lugar donde el dolor, el orgullo y el poderoso pasado del Sur es preservado a la vista de todes.
Al caminar entre las salas se encuentran desde cabañas de personas que fueron esclavizadas en Carolina del Sur, la Biblia de Nat Turner, y el féretro de Cristal de Emmett Till, el joven de 14 años que fue linchado en Mississippi. No se trata de lecciones abstractas, son pruebas concretas del sufrimiento, la sobrevivencia y la transformación del Sur. Se trata de objetos sagrados.
Ahora, tales elementos han sido tachados como “problemáticos” por el presidente, quien se ha inclinado por restaurar estatuas confederadas en lugar de reconocer la verdad de la Historia Negra en el Sur.
Lamentablemente esto lo hemos visto antes. Después de la Guerra Mundial, la libertad negra del Sur no fue honrada, sino invisibilizada. Los monumentos confederados se erigieron para reemplazar la Reconstrucción con el revisionismo, en el marco de la supremacía como valor. Reemplazar la verdad con mitología fue el primer borramiento. Calificar de «divisiva» la verdad expuesta en instituciones como el MNHCA es el segundo intento.
Las manchas son imborrables
Recientemente, Donald Trump firmó una orden ejecutiva titulada “Restaurando la verdad y la sanidad de la Historia Americana”. La orden, dirigida por el Instituto Smithsoniano, ordena remover exhibiciones y materiales educativos considerados “impropios, divisivos, o anti americanos”. ¿El primero en la lista? El Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana, que ha sido atacado por su propio nombre.
De acuerdo con la Orden Ejecutiva, el Secretario Smithsoniano, Lonnie G. Bunch III, envió un mensaje al personal para refrendar el compromiso del Instituto con la investigación y la historia inclusiva.
“Nosotros permanecemos firmes en nuestra misión… libres de partidos, para ayudar a la ciudadanía americana a entender mejor la historia, los desafíos y triunfos de nuestra nación.”
La orden critica al Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana por sugerir que conceptos como “individualismo” o “familia nuclear” han sido históricamente racializados.Se acusa que el Museo promueve ideología en lugar de educación. Pero, en realidad lo que hace es criminalizar el contexto, un antecedente peligroso para cualquiera que busque decir la verdad sobre la raza, la historia y el poder en Estados Unidos.
Incluso Michael Steele, republicano negro, ha calificado esta orden ejecutiva como un intento por reescribir la historia: “Podemos dejar de engañarnos a nosotros mismos con la pretensión de que algo de esto está bien” declaró Steel. “La historia no es ideología, son hechos. Es historia; no importa cuanto Trump y los Republicanos de MAGA intenten blanquearla, lo siento, las manchas son imborrables.”
La OE de Trump también insta al Departamento del Interior a restaurar los monumentos Confederados, estatuas y símbolos que fueron derribados o dañados desde el 2020 –muchos de ellos en respuesta a las protestas masivas por el asesinato de George Floyd–.
El Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana fue diseñado con la Verdad del Sur. Desde la resistencia en la época de la Reconstrucción hasta el movimiento por los derechos civiles, las salas del museo hacen eco de la historia de las personas que fueron esclavizadas, aparceros, estudiantes, pastores, artistas y luchadores por la libertad. Dentro del mismo se encuentra la historia de Autherine Lucy, la primera estudiante negra que fue admitida en la Universidad de Alabama, quien tras enfrentar acoso y violencia fue expulsada tres días después, justificando su “protección”.
El primer borramiento ocurrió cuando aquellos monumentos que fueron construidos bajo falsas pretensiones, acabaron por glorificar hombres que lucharon por mantener a las personas negras en condiciones de esclavitud. Ahora, el segundo borramiento consiste en amenazar a esos espacios que se han atrevido a contar la verdad.
La Reinstauración Confederada: un precedente peligroso en el Sur
Al pugnar por la restauración de las estatuas Confederadas, tal como lo estipula la OE, se envía un mensaje a los estados del Sur, de que ahora se cuenta con el respaldo institucional para dar marcha atrás.
Esto es:
- Los monumentos de esclavistas y traidores pueden volver a ser instalados en los parques públicos y en los jardines de los juzgados.
- Los estados del Sur se sentirán con el valor de redoblar su retórica en nombre del “patrimonio”.
- Los consejos escolares y los museos locales podrían verse presionados para suavizar o eliminar relatos verdaderos sobre la esclavitud, la segregación y la resistencia.
- Esto no es sobre “preservar la historia”, es sobre preservar el poder mediante la distorsión.
No mientras el sur lo vigile
Mientras esta orden ejecutiva intenta borrar la verdad y llevar esto hasta las últimas consecuencias, los líderes del Sur están dejando en claro una cuestión: veremos qué sucede y nos negaremos a estar en silencio.
“Borrar la ‘ideología impropia’ significa borrar el valor de la historia y de las historias de nuestros ancestros”, advirtió el Congresista de Mississippi, Bennie G. Thompson. “Es claro que JD Vance y toda la administración de Trump son un gran peligro”. El abogado por los derechos civiles, Ben Crump, originario de Florida, recordó que es lo que está verdaderamente bajo amenaza: “El Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana cuenta la verdad sobre el pasado de nuestra nación. Sin embargo, una nueva orden ejecutiva ordena remover la “ideología divisiva” y señala al MNHCA”.
En Texas, la Congresista Jasmine Crockett, denunció la hipocresía: “Primero Trump borra cualquier referencia de la diversidad desde el presente, ahora intenta hacer lo mismo desde nuestra historia. Déjenme dejarlo muy claro, usted no puede borrar nuestro pasado y, sobre todo, no puede detenernos en el futuro.” Por su parte, Troy A. Carter, miembro del Congreso de Luisiana defendió el Museo Nacional: “Nuestra historia es la Historia Estadounidense y es esencial. Nuestras memorias cuentan. Nuestras contribuciones ayudaron a levantar esta nación. No me quedaré callado.”
Autoría: Quintessa L. Williams| IG: willi_quinn.
Traducción: Ghana Hurtado.
Este texto fue originalmente publicado en inglés el 29 de marzo de 2025, en el medio 13th & South.