• Comunidad haitiana en República Dominicana rechazan la violencia de turbas racistas en Constanza: los discursos de odio y la impunidad incitan los linchamientos xenófobos

    Comunidad haitiana en República Dominicana rechazan la violencia de turbas racistas en Constanza: los discursos de odio y la impunidad incitan los linchamientos xenófobos

    El mundo ha visto nuevamente como turbas racistas actúan impunemente en la República Dominicana, esta vez en la comunidad El Minero, en Constanza, el pasado 18 de noviembre. La horda racista atacó a decenas de personas trabajadoras haitianas, quemando sus viviendas y sus pertenencias y destruyendo sus herramientas de trabajo bajo la mirada complaciente de la Policía Nacional, el Ministerio de Interior, la Policía y la Procuraduría General de la República. En videos se registra, con sus propias palabras, la intención criminal de los atacantes: “que no quede ni un haitiano en la zona”. Circularon versiones no confirmadas de que habían fallecido personas haitianas producto de la violencia. Llamamos a las autoridades a investigar los hechos y establecer las responsabilidades del lugar.

    Las acciones de corte terrorista en Constanza se realizaron luego de que resultara herida una comerciante del lugar durante un robo. Se esparció el rumor de que el victimario era haitiano y se desató la venganza linchadora. Lamentamos cualquier hecho de violencia delictiva y nos solidarizamos con sus víctimas, al tiempo que recordamos que, como han señalado diferentes referentes de la academia y expertos dominicanos como Daniel Pou, quien fuera hasta hace poco director del Centro de Análisis de Datos de la Seguridad Ciudadana (CADSECI), la incidencia de las personas extranjeras, incluyendo las personas haitianas, en la criminalidad en República Dominicana es muy baja.

    Lamentablemente se intenta construir una imagen diferente a la que ofrecen las estadísticas oficiales, atribuyendo un supuesto carácter amenazador y peligroso a una comunidad que en su absoluta mayoría es trabajadora y se gana la vida honestamente. El propio gobierno califica a nuestra comunidad como una amenaza a la seguridad nacional y a la soberanía, como parte de una campaña violenta de expulsiones masivas. En ese contexto, cualquier acusación, verdadera o falsa, que recaiga sobre una persona haitiana, puede desencadenar hechos de violencia tumultuaria contra la comunidad entera sólo por compartir el mismo origen.

    Esto ha llevado a que incluso en casos en los que se atribuye falsamente a personas haitianas un delito, la consecuencia sea también la acción de turbas racistas con apoyo de las autoridades, tal como ocurrió en Dajabón. Allí, el 04 de septiembre de 2023 se cometió un cuádruple homicidio, atribuido falsamente a personas haitianas, lo que derivó en quemas de viviendas y expulsiones violentas y agresiones. Pero posteriormente la Policía Nacional publicó que los asesinatos habían sido perpetrados por el dominicano Pacheco Beltrán y que la banda era encabezada por el también dominicano David Cruz Jiménez.

    Cuando un delito es cometido por una persona de nacionalidad rusa, estadounidense, italiana, venezolana, cubana o francesa, no se generan acciones xenófobas contra toda una comunidad, es algo que sólo ocurre cuando se trata de la comunidad haitiana.

    Otro incidente que revela esta tendencia preocupante a endosar colectivamente a la comunidad haitiana cualquier hecho de violencia, es el lamentable suceso ocurrido en el Hospital Traumatológico Dr. Darío Contreras, en Santo Domingo Este, donde se presentó un altercado entre dos personas y el personal médico, con amplia repercusión en los medios, especiaalmente el director del Hospital, Dr. César Roque, se refirió al hecho, mencionando que el paciente presuntamente haitiano, respondía al nombre de Wilson Gabriel.

    La comunicación oficial del hospital repudiando lo que calificó como una agresión de los pacientes, publicada el lunes 18 de noviembre en una red social (@dariocontrerasrd), menciona que el hecho ocurrió el domingo 17. Afortunadamente no hubo personas heridas en el incidente según lo declarado por el subdirector Gabriel Ravelo, lo que evidencia que la discusión del caso en los medios y por parte de las autoridades ha sido desproporcionada. Incluso, ha intervenido la vicepresidenta y se ha militarizado el hospital.

    Desde el colectivo #HaitianosRD, condenamos cualquier agresión a profesionales de la salud. Resaltamos la Carta Compromiso del Hospital Darío Contreras (Agosto 2024-Agosto 2026) que declara que las personas que procuran atención médica tienen derecho a no ser discriminadas “por razones de etnia, edad, religión, condición social, política, sexo, estado legal, situación económica, limitaciones físicas, intelectuales, sensoriales o cualquier otra, apegados a la Ley General de Salud…”. 

    El Dr. Ravelo ha declarado en relación con este y otros casos similares que los conflictos son recurrentes debido al tiempo de espera en los hospitales: “los pacientes se desesperan, muchos pacientes terminan yéndose, muchos pacientes se incomodan y realmente se tornan un poco agresivos…”. Tal es la situación que el Colegio Médico Dominicano ha solicitado en el pasado que se implementen protocolos frente a ese tipo de incidentes. Apoyamos esta exigencia del gremio y llamamos a conducir la discusión pública enfocándola en lo fundamental, en los diversos aspectos de la crisis de la salud pública, sus causas y posibles soluciones, sin poner en riesgo el derecho a la salud de la comunidad migrante.

    Finalmente, llamamos a la Procuraduría General de la República a implementar mecanismos para hacer respetar las garantías legales de todas las personas, sin discriminación racial, para prevenir y erradicar los linchamientos racistas en la República Dominicana.

    Un comunicado de #HaitianosRD

  • 25N: La Red Afrofem lanza un potente manifiesto sobre la violencia contra las mujeres y disidencias negras en la comunidad

    25N: La Red Afrofem lanza un potente manifiesto sobre la violencia contra las mujeres y disidencias negras en la comunidad

    Hoy 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, compartimos el manifiesto de la @red.afrofem, formada por colectivos y personas afrofeministas en el Estado Español.

    Se puede leer el texto completo y acceder a la bandeja de testimonios anónimos en este enlace:

    Manifiesto de la Red Afrofem sobre Misogynoir en espacios organizados de la comunidad negra en el estado español

  • Qué supone la orden de arresto de la Corte Internacional contra Netanyahu y su exministro de Defensa

    Qué supone la orden de arresto de la Corte Internacional contra Netanyahu y su exministro de Defensa

    Juristas expertos en derecho internacional explicaron a elDiario.es su valoración de esta medida, la primera en la historia que afecta a un mandatario israelí, ante las amenazas desde EEUU de aplicar sanciones contra la Corte.

    Es la primera vez en la historia que la Corte Penal Internacional (CPI) emite órdenes de arresto contra un primer ministro israelí, tras la solicitud presentada en mayo por el fiscal jefe de dicho organismo, Karim Khan.

    Las presiones a la Corte Penal Internacional

    Han transcurrido seis meses desde aquella petición, durante los cuales la propia oficina del fiscal jefe ha denunciado presiones y amenazas: “Esta Corte fue construida para África y para matones como Putin’, me dijo un destacado dirigente. Nosotros no lo vemos así. Este Tribunal es legado de Núremberg, esta Corte debería ser el triunfo de la ley sobre el poder y la fuerza bruta. No vamos a ser disuadidos por amenazas”, contó el propio fiscal Khan en mayo, en la CNN.

    Ahora, a pesar de las presiones, la Corte señala que hay motivos razonables para considerar a Netanyahu y Gallant responsables de crímenes de guerra y de lesa humanidad, como “inanición como método de guerra”, “asesinato, persecución y otros actos inhumanos” contra la población de Gaza. Los tres jueces del panel que ha adoptado esta decisión consideran que Netanyahu y Gallant “privaron de modo intencionado y a sabiendas a la población civil de Gaza de objetos indispensables para su supervivencia”.

    Desde hace años Israel ha estado vigilando a altos funcionarios de la Corte y a trabajadores de derechos humanos de origen palestino, “como parte de una operación secreta para frustrar la investigación sobre presuntos crímenes de guerra”, según desveló el pasado mes de mayo la publicación israelí +972 Magazine.

    De qué depende el cumplimiento de la orden

    El ex fiscal jefe fundador de la Corte Penal, Luis Moreno Ocampo -en el cargo entre 2003 y 2012- contó recientemente, en una entrevista en elDiario.es, que Estados Unidos le pidió cerrar la investigación preliminar sobre Palestina en varias ocasiones, algo que detalla en su reciente libro.

    Este jueves, en conversación con este medio, Moreno Ocampo subrayaba que estas órdenes de arresto “limitarán a Netanyahu, no va a poder viajar a 124 Estados”, en referencia a los países que forman parte del Estatuto de Roma.

    La Corte no cuenta con policía propia ni con otros mecanismos para el cumplimiento, pero la importancia de estas órdenes es notable. Nunca antes se habían emitido mandatos de detención contra líderes israelíes.

    “Hay una Corte Internacional existente que dictamina que Israel está cometiendo un crimen. Acá el tema central es qué hacemos con esa información, qué pasa con los demás líderes del mundo, qué van a hacer Trump, Biden, Alemania, España, etc”, señala Moreno Ocampo a este diario.

    “Donald Trump ya sancionó a Fatu Bensouda [exfiscal jefe del Tribunal cuando Trump era presidente] como si fuera una terrorista por investigar a EEUU, ¿España y otros países van a dejar que pase eso? Este es el tema central. No es cuándo lo arrestan, sino cómo reacciona el mundo cuando el Tribunal Penal Internacional dice que esto que está haciendo Netanyahu es un crimen”, añade el exfiscal jefe fundador de esta Corte.

    Reed Brody, abogado estadounidense especializado en derechos humanos -con un papel importante en los juicios contra los exdictadores de Chad o de Haití, Habré y Duvalier- indica a elDiario.es que “estas órdenes refuerzan el creciente consenso internacional en torno a la naturaleza criminal de la guerra de Israel contra el pueblo de Gaza”.

    “Suponen que el mundo de Netanyahu y Gallant se limita ahora a los países que no han ratificado el Tratado de la Corte Penal Internacional”, añade.

    El profesor en Princeton y exdirector de Human Rights Watch, Keneth Roth, lo expone así: “Los países miembros de la CPI están obligados a detener a Netanyahu y Gallant si se atreven a poner un pie en su territorio. De repente, el mundo se ha vuelto mucho más pequeño para estos dos altos mandatarios israelíes”.

    El doble rasero y los obstáculos

    En Israel, tanto los partidos que integran el Gobierno como los de la mayoría de la oposición han criticado duramente las órdenes de arresto de la CPI. “La decisión antisemita de la Corte Internacional de La Haya es un moderno juicio Dreyfus y terminará de la misma manera”, afirmó el primer ministro Netanyahu en la noche de este jueves.

    Además de Israel, otros cinco países han criticado el anuncio del tribunal: Austria, República Checa, Estados Unidos, la Argentina de Milei y la Hungría de Orbán.

    Washington defiende una la ley internacional de quita y pon, aplicada solo para sus adversarios, y no reconoce la jurisdicción de la Corte en el caso israelí. Así lo ha vuelto a resaltar este jueves el Gobierno estadounidense, a través de varios portavoces y del propio Biden, quien ha tachado de “escandalosa” la orden de la CPI.

    El pasado 30 de abril el portavoz del Secretario de Estado de EEUU afirmó que Washington no cree que esta Corte Internacional “tenga jurisdicción sobre este asunto”, pero que sí trabaja “en estrecha colaboración con dicha Corte en una serie de áreas claves: Ucrania, Sudán, Darfur”. Estados Unidos acogió con celebración la orden de arresto contra Vladimir Putin en marzo de 2023.

    Las presiones y este doble rasero afectan a la credibilidad de Washington en el escenario global y generan preocupación ante los intentos de debilitar la imagen de la Corte Penal. El mundo presencia un pulso entre la defensa del derecho internacional y el ataque de EEUU al papel de los tribunales de La Haya.

    Ya en mayo, cuando el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional solicitó estas órdenes de detención, el presidente Joe Biden calificó de “indignante” esa petición, y el Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, planteó la posibilidad de sancionar al Tribunal de la Haya.

    Michael Waltz, futuro asesor de Trump en Seguridad Nacional, anunció este jueves “una fuerte respuesta en enero (cuando Trump asuma la presidencia) al sesgo antisemita de la Corte Penal Internacional y de Naciones Unidas”, en referencia a posibles sanciones contra ese tribunal.

    Además de las medidas contra Netanyahu y Gallant, la CPI también ha emitido una orden contra el comandante de Hamás Mohammed Diab Ibrahim Al-Masri, conocido como Deif, cuya muerte fue anunciada por Tel Aviv pero no ha podido ser comprobada por el tribunal. La solicitud de órdenes de arresto contra otros dos líderes de Hamás, Ismail Haniya y Yahia Sinwar, no ha prosperado, porque ambos fueron asesinados por el Ejército israelí. Para ejercer la jurisdicción de la Corte no hace falta ni la autorización, ni el permiso, ni el visto bueno de Israel.

    Almudena Bernabeu, abogada internacional

    El abogado Joan Garcés, impulsor del juicio contra el dictador chileno Augusto Pinochet, explicó a elDiario que los 124 países que han ratificado el Estatuto de Roma tienen el deber de cumplir la orden del Tribunal si el primer ministro israelí o su exministro de Defensa pisan el territorio de alguno de ellos.

    A su vez, Garcés reconoce las dificultades de la aplicación “frente a presuntos infractores que controlan los recursos de un Estado, que desafían la credibilidad de los tribunales nacionales e internacionales,”.

    En sus veintidós años de existencia -con órdenes de arresto contra 59 personas-, la Corte Penal Internacional nunca había acusado a un líder aliado de la comunidad occidental. “De hecho, ningún tribunal internacional lo ha hecho desde la Segunda Guerra Mundial. Es un hito en la historia de la justicia internacional, tan inédito como justificado y tardío”, señala Reed Brody.

    Con ello, el abogado hace referencia al uso de los instrumentos de la justicia internacional usados casi exclusivamente “para abordar crímenes de enemigos derrotados, como en los tribunales de Núremberg y Tokio, parias sin poder, especialmente de África, u opositores a Occidente como Putin o Milošević.”

    En conversación con elDiario, la abogada especializada en derecho internacional Almudena Bernabeu, destaca la importancia “de la legitimidad de la Corte Internacional” y señala que, “para ejercer la jurisdicción del Tribunal, no hace falta ni la autorización, ni el permiso, ni el visto bueno de Israel”.

    Los dos tribunales de La Haya están dando herramientas a los Estados de la ONU para que apliquen el derecho internacional, en un momento en el que el Comité Especial de Naciones Unidas acaba de concluir que los métodos de Israel en Gaza son compatibles con las características de genocidio.

    Las órdenes de arresto de la CPI refuerzan a su vez el marco de la otra Corte Internacional, la de Justicia, que en enero ordenó a Israel que no bloqueara la entrada a Gaza de la ayuda humanitaria necesaria, algo que Tel Aviv ha incumplido, como confirman ahora los jueces de la Corte Penal.

    Organizaciones internacionales de derechos humanos, como Amnistía Internacional, destacan que las órdenes de arresto de la Corte de La Haya representan “un avance histórico para la justicia y deben señalar el comienzo del fin de la impunidad persistente y generalizada que está en el corazón de la crisis de derechos humanos en Israel y el territorio palestino ocupado”.

    “Estas órdenes rompen con la percepción de que ciertas personas están fuera del alcance de la ley”, ha subrayado la organización internacional Human Rights Watch.

    A última hora de este jueves, el propio fiscal jefe de la Corte Internacional, Karim Khan, emitió un comunicado en el que anuncia que su oficina está impulsando “líneas de investigación adicionales en zonas bajo la jurisdicción del Tribunal, que incluyen Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este”, territorios todos ellos afectados por la ocupación ilegal israelí.

    “He subrayado que la ley existe para todos, que su función es reivindicar los derechos de todas las personas”, resalta Khan en su declaración, en línea con su postura de estos meses de atrás. “Nadie está por encima de la ley, ningún pueblo”, señalaba en mayo.

    El pasado mes de julio el máximo tribunal de Naciones Unidas, la Corte Internacional de Justicia, emitió un dictamen en el que resalta el carácter ilegal de la ocupación de esos territorios y en el que pide a los Estados miembros de la ONU la suspensión del comercio e inversiones que puedan contribuir de algún modo a esa ocupación.

    Al hilo de ese dictamen, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó en septiembre -por 124 votos a favor, incluido el de España- una resolución que exige el fin de la ocupación ilegal israelí en un plazo de doce meses y pide el fin del comercio o las inversiones que puedan contribuir a la misma.

    Desde octubre de 2023 más de 44.000 personas palestinas han sido asesinadas en Gaza por ataques israelíes, según cifras aportadas por las autoridades sanitarias. Israel está aplicando una operación de expulsión contra el norte de la Franja, forzando nuevos desplazamientos y bombardeando espacios donde se cobijan las personas refugiadas. Además, el bloqueo a la entrada de la ayuda necesaria ha provocado hambre y enfermedades que están causando un número indeterminado de muertes.

    Fuente: elDiario



  • Racismo ambiental: sobre la extracción y el empleo de países del Sur como vertederos de Occidente

    Racismo ambiental: sobre la extracción y el empleo de países del Sur como vertederos de Occidente

    La contienda por una justicia medioambiental es otra que se está librando en los territorios del Sur Global, pero eso no quita reconocer su amplitud y complejidad, pudiendo traducirse en una continuación por la libertad neocolonial a manos de países y potencias occidentales, debido al papel que juega el medio ambiente en nuestras vidas y en nuestra capacidad de subsistir.

    Cada año conmemoramos y celebramos el día del medio ambiente cada 05 de junio. Pero ¿llegamos acaso a entender las connotaciones que suponen para algunas regiones el impacto medioambiental y entre ellos la basura tóxica y electrónica? Regiones que se ven más afectadas por este cambio y son llevadas a padecer desafíos ambientales más severos, la pérdida de la biodiversidad hasta la degradación de las tierras, entendiendo esto como un proceso de degeneración que reduce la capacidad de la tierra complicando y disminuyendo su capacidad de cultivo.

    Por lo que siguiendo la concepción de colonialismo como aquel acto de subyugar, eliminar, deshumanizar y simplemente eliminar el derecho a la vida y a la expresión cultural y vital de aquellos “colonizados”, convirtiéndolos en instrumentos para el beneficio y disfrute de poderes coloniales, vemos como se ha estado haciendo y se sigue haciendo lo mismo con tierras y territorios del sur global, instrumentalizando estos espacios para el sumo beneficio y enriquecimiento de occidente, destruyendo ecosistemas y fuentes de sustento de comunidades y regiones enteras. 

    Así que podemos entender este concepto de racismo ambiental como una forma de racimo sistémico, ya que a través de ella se toman países y zonas del sur global o zonas en las que habitan comunidades negras para minería ilegal, explotación forestal y como ubicaciones para uso de vertederos, dispensarios de residuos tóxicos, industrias extractivas, zonas industriales, fábricas y centrales eléctricas y como lugares de uso de otras actividades peligrosas y perjudiciales para dichas zonas y las personas que habitan en ellas.

    Segun Dominique Day, (miembro del UN working Group of Experts on People of African Descent), a día de hoy se siguen exportando residuos tóxicos y peligrosos a países del Sur Global, con políticas medioambientales y prácticas de seguridad que se acomodan convenientemente al deseo de los países más ricos, tratándose de enviar el problema a otra parte. Los afrodescendientes en todas partes del mundo enfrentan racismo ambiental, dice el presidente del Grupo de Trabajo sobre los Afrodescendientes al Consejo de Derechos Humanos.

    Entender el impacto del cambio climático junto al racismo ambiental sobre territorios del Sur Global no se puede concebirse como hechos aislados sino vinculantes a aspectos socioeconómicos y políticos que desestiman el derecho a la vida y a un entorno saludable y seguro de las personas de dichas zonas. Además de verse también como una consecuencia de la continua dependencia económica de la extracción, la explotación y la acumulación a través de la desposesión. 

    Ejemplos claros del multifacético racismo ambiental

    Según Greenpeace “una gran parte de la explotación forestal en África se realiza de manera ilegal. En demasiadas ocasiones, la actividad forestal en este continente se produce en un contexto de incumplimiento de leyes, falsificaciones de documentos y blanqueo de madera, conflictos bélicos, corrupción y violación de derechos humanos” 

    ¿Qué pasa en República Democrática del Congo?

    No somos ajenos o inconscientes al conflicto actual que está teniendo lugar en la República Democrática del Congo, respecto a los grupos armados y las fuerzas de seguridad congoleñas contra la población civil, que ha agravado la crisis humanitaria. Pero a su vez, hay que añadirle ocurrencias como proyectos mineros que dan lugar a desalojos forzosos de viviendas y privación de los medios de vida de miles de personas. Añadiendo ahora, desastres naturales que causan la muerte de cientos de personas. Junto a otras ocurrencias como la deforestación y la degradación de territorios verdes, debido a la tala por la industria de madera.

    Sin mencionar otros aspectos como la extracción ilegal de cobalto, cobre, uranio, oro, diamantes, casiterita y coltán, que acaba enriqueciendo a terceros y dejando a las comunidades en la pobreza. La necesidad de estos minerales (cada vez más creciente), se debe en mayor medida a la gran demanda internacional por producir productos electrónicos, que para funcionar necesitan la presencia de componentes construidos a partir de estos minerales.

    En la República Democrática del Congo, y volviendo sobre el tema de los grupos armados, vemos que estos mismos grupos que cometen atrocidades y conflictos sangrientos, compiten por el dominio de las minas con el objetivo de conseguir beneficios de la comercialización de éstas. Resultando en el hecho de que muchas de las producciones materiales tecnologías o innovaciones tech son gracias a la expropiación, destrucción y explotación de personas, comunidades y tierras.

    ¿Qué pasa en Nigeria?

    Ya sabemos que la prospección al igual que la extracción contribuye en la degradación y destrucción de los bosques, trayendo consigo la pérdida de sustento y de territorios. Por lo que si bien es cierto que el gobierno nigeriano (además de multinacionales petroleras), ha logrado grandes beneficios económicos de la extracción de petróleo en zonas como el Delta del Níger, no podemos obviar el hecho de que este hecho no está contribuyendo al crecimiento y bienestar de dicha región. Sino todo lo contrario, esta zona sigue sufriendo altas tasas de desempleo, pobreza, corrupción, represión, cultivos decrecientes, aguas contaminadas y bosques y faunas en desaparición. 

    ¿Qué pasa en Ghana y Costa de Marfil?

    Junto a Nigeria, podemos mencionar también el caso de Ghana o Costa de Marfil como otros ejemplos de países que han servido como receptoras de toneladas de materiales tóxicos procedentes de Europa y EEUU, y que al no reciclarse adecuadamente, estas toneladas de desechos han resultado en una mayor contaminación del medioambiente, y por ende las comunidades que viven cerca de esos puntos donde acaban esos desechos, acaban expuestas a sustancias químicas como el mercurio y el plomo por ejemplo. Y la quema de la misma tampoco ayuda, porque aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias y de la piel, además de infecciones oculares y cáncer para las comunidades que viven y trabajan cerca.

    ¿Qué pasa en Sudáfrica?

    En el 2023 se le hizo un llamado de atención a Sudáfrica desde la ONU para que aplicara cambios reales ante las consecuencias que sigue teniendo a día de hoy el legado del racismo medioambiental del régimen segregacionista del apartheid, como la práctica de situar vertederos e industrias contaminantes en comunidades de bajos ingresos y migrantes, según criterios raciales. Lo que crea una contaminación en el agua y en el aire que afecta de forma desproporcionada a dichas comunidades.

    Con esta revisión, estamos viendo que el desarrollo e innovación tecnológica y social corre a cargo de productos naturales de países en el sur global en la mayoría de las veces. Incluso las iniciativas que se pueden plantear en pro del ecologismo y por dejar de hacer uso de combustibles fósiles, corren a cuenta de la explotación y la extracción de comunidades. El paso a las energías renovables plantea el mismo dilema que el uso del petróleo, y es el hecho de que la extracción de minerales necesarios para dichas energías renovables se hace bajo las mismas premisas y condiciones que la extracción de combustibles fósiles, dejándonos con el mismo dilema. Y sosteniendo la misma degradación en el ecosistema y el medio, que al extraer petróleo, gas, oro, diamantes, níquel, cobalto y otros minerales sólidos.

    Un ejemplo muy claro, serían los materiales necesarios para elaborar teslas, o para la construcción de paneles solares y turbinas eólicas. Si bien es cierto que hay ciertas intenciones de progreso y lucha por la mejora climática, esto no puede ser a costa de las comunidades y países, por lo que es importante empezar a tomar ya medidas de precaución, para garantizar que esas iniciativas por una méjora ambiental sean reales, aplicables y aplicadas y no a costa de comunidades y la destrucción de sus territorios.

    Justicia medioambiental

    Cuando hablamos de racismo medioambiental, no podemos obviar que hay personas e iniciativas que dedican su energía y voz a la lucha y denuncia  constante de este hecho.

    El 16 de julio de 2020, un tribunal de Mombasa (Kenia) falló a favor de las comunidades locales en un caso de envenenamiento por plomo causado por una planta de fundición que reciclaba baterías de plomo-ácido. El tribunal concedió 12 millones de dólares a las personas afectadas, que debían pagar las dos empresas que explotaban y albergaban la planta de fundición, y las autoridades gubernamentales que no habían hecho cumplir la normativa medioambiental. También se les ordenó limpiar el lugar afectado en un plazo de cuatro meses. Sin embargo, el gobierno ha recurrido la decisión del tribunal. Otra iniciativa muy interesante que podemos encontrar de cara a crear concienciación es el Stop EACOP, una campaña y agrupación cuyo objetivo es detener el oleoducto de crudo en África Oriental.

    Mientras que, si algo hemos podido ver y analizar es el hecho de que el racismo ambiental también es el hecho de ubicar industrias contaminantes en comunidades empobrecidas o en países del sur global.

    Tras esta reflexión hemos podido entender el movimiento y la motivación de quienes defienden la justicia ambiental, ya que muchos países del continente africano se enfrentan a casos de injusticias y daños medioambientales. Bajo una concepción ideal vemos que el manejo de recursos naturales debería ser inclusivo de las personas autóctonas de cada zona y basado por y para las comunidades. Lo que sólo se puede conseguir con alianzas globales y vínculos de solidaridad basados en el empoderamiento de las personas locales. 

    Es necesario ver los problemas ambientales y del cambio climático desde una perspectiva de discriminación racial para poder entender de lleno su complejidad, ya que las repercusiones de ésta impactan de formas diferentes. De tal manera que el cambio climático no sea solamente sobre la protección del planeta, sino también sobre la inclusión de todas las personas que habitan en ella. A la hora de plantearnos acciones de cara a influir sobre este hecho y crear un cambio, toda implantación que tenga como centro esas mismas comunidades y su bienestar serían beneficiosas, ya que llevar un caso ante los juzgados puede suponer recursos económicos o temporales de los que dichas comunidades no dispongan. Sin mencionar el hecho de que garantizar la implementación y aplicación efectiva puede suponer otro problema, además de la corrupción existente.

    De ahí la importancia de seguir hablando, compartiendo, creando conciencia sobre la destrucción de ecosistemas y territorios a causa de la explotación y la extracción, porque a fin de cuentas, lo que nosotros percibimos como explotación, esclavitud, extracción, genocidio y destrucción desde occidente se percibe como innovación, comercio, emprendimiento, “conquista”, y desarrollo. No podemos seguir confundiendo conceptos o dejando que las narrativas occidentales sigan disfrazando aberraciones.

    Una reflexión de Favour Ekaezunim

  • Congreso aprobó proyecto de ley que prohíbe el matrimonio infantil y las uniones tempranas forzadas en Colombia

    Congreso aprobó proyecto de ley que prohíbe el matrimonio infantil y las uniones tempranas forzadas en Colombia

    La iniciativa pasó sus cuatro debates y será Ley de la República una vez el presidente Gustavo Petro la sancione.

    La plenaria del Senado aprobó en cuarto y último debate el proyecto de ley que prohibe el matrimonio infantil y las uniones tempranas forzadas con menores de 18 años en Colombia, una iniciativa que venía siendo presentada desde 2007 sin éxito. La iniciativa, impulsada por las representantes Alexandra Vásquez y Jennifer Pedraza, entre otres congresistas, tendrá que ser sancionada por el presidente Gustavo Petro para que se convierta en ley.

    La norma, que fue presentada bajo el lema #SonNiñasNoEsposas, contó con la ponencia de la senadora Clara López de la coalición del Pacto Histórico y tenía el respaldo de diferentes organizaciones como Profamilia, Alianza para la Niñez, Save the Children, Valientes, la ONU, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Unesco, y de universidades como la Nacional, los Andes y el Externado.

    “Gracias a cada una de las personas que nos acompañaron, el Congreso aprobó el proyecto de ley para eliminar el matrimonio infantil. Esto es un triunfo de todas y todos”, señaló la representante Pedraza, del partido Dignidad y Compromiso, luego de la aprobación de la iniciativa.

    Aunque el proyecto contó con el apoyo mayoritario de la plenaria, hubo diferencias cuando se puso sobre la mesa la discusión sobre el artículo 15, el cual estaba enfocado en las estrategias de prevención en las instituciones educativas. La senadora Karina Espinosa (Liberal) -así como sectores más conservadores- pidió que el artículo fuera claro en cuanto a los contenidos de dichas estrategias, que no se tocará el tema del aborto y que se incluyera un enfoque basado en “el sexo biologico” y únicamente las categorías binarias de género “hombre y mujer”. La proposición fue negada.

    También fue negada una proposición de la senadora Aida Quilcué que pretendía que la política pública fuera concertada con las comunidades indígenas antes de la aplicación en sus resguardos. La ponente y Quilcué pedían un enfoque diferencial en el diseño de la propuesta, mientras que senadores como Jonathan Ferney Pulido afirmaba que la proposición era peligrosa pues podría abrir la puerta para que la ley no se aplicara en su totalidad.

    Con la aprobación de esta iniciativa se creará una política pública encaminada a sensibilizar y divulgar los efectos, causas y consecuencias de contraer matrimonio o uniones maritales de hecho con menores de 18 años y el Programa Nacional de Atención Integral a Proyectos de Vida para niños, niñas y adolescentes.

    “Le cumplimos a las niñas, niños y adolescentes. Después de 8 intentos fallidos, no puedo estar más feliz el día de hoy. Gracias a todos y todas los que hicieron parte de esta iniciativa. Ahora esperamos la sanción del presidente Petro para que sea una realidad”, manifestó la representante Vásquez, a quien se le vio tratando de convencer a los parlamentarios del Centro Democrático en la antesala de la votación.

    “La eliminación del matrimonio infantil era una deuda histórica con la niñez del país. De ahí que debemos seguir avanzando de manera conjunta y articulada para hacer realidad la ley: procesos educativos y pedagógicos, políticas públicas y la construcción de estrategias que nos ayuden a construir entornos seguros y protectores para todas las niñas, niños y adolescentes del país”, aseguró Marta Royo, directora ejecutiva de Profamilia.

    El proyecto de ley se aprueba en un momento en el que Colombia ocupa el puesto 20 a nivel mundial con respecto al número de niñas casadas o unidas antes de cumplir los 15 años, según datos de la investigación “Análisis de situación de los matrimonios infantiles y las uniones tempranas en Colombia 2010-2020” de la Unicef.

    La Unicef, citando cifras del Censo Nacional de Población y Vivienda del 2018, señaló que para el año 2018 cerca de 340.083 niñas y adolescentes (8,6 %) y 133.293 niños y adolescentes (3,2 %) se encontraban o habían estado en situación de matrimonios infantiles y las uniones tempranas.

    “El 70 por ciento de las menores que se casan, son madres solteras, por hombres que se casan con ellas que las fuerzan a tener relaciones sexuales, las dejan embarazadas y luego las abandonan a ellas y a sus hijos”, expresó la senadora María José Pizarro durante el debate.

    Uno de los hallazgos de dicho informe es que las niñas y las adolescentes mujeres son quienes se encuentran más propensas a verse en este tipo de relaciones. “Así mismo se encuentra que los casos de MIUT tienen una mayor incidencia en los departamentos con mayor pobreza multidimensional: Vichada, Amazonas, Chocó, La Guajira y Caquetá”, dice la investigación.

    Fuente: El Tiempo

  • “Una miserableza pocas veces vista”: múltiples voces de rechazo para Miguel Polo Polo por un acto contra La Memoria Histórica y las madres de Soacha

    “Una miserableza pocas veces vista”: múltiples voces de rechazo para Miguel Polo Polo por un acto contra La Memoria Histórica y las madres de Soacha

    La Jurisdicción Especial para la Paz, senadores y representantes rechazaron el acto realizado por el congresista de tirar a la basura unas botas que representaban de forma simbólica la memoria de los fallecidos por los llamados falsos positivos.

    Ante la afrenta que recibieron las madres de los falsos positivos por parte del congresista uribista Miguel Polo Polo, Samper Ospina no se quedó callado y trinó lo siguiente: “Lo que hace este señor es infame y ruin, de una miserableza pocas veces vista” y muestra el video en donde Polo Polo empieza a meter a la basura las botas puestas en el congreso como si fuera una instalación artística en donde se invitaba a hacer un ejercicio de memoria y recordar los 6.402 jóvenes que fueron asesinados para hacerlos pasar como miembros de la guerrilla por parte del ejército en tiempos de Alvaro Uribe Vélez.

     El 13 de noviembre Miguel Polo Polo fue el protagonista de un ataque a la memoria histórica. Es que, después de su acto que fue calificado de ruin por Juanita Gómez de la revista Semana, fue interpelado dentro del congreso por Jaqueline Castillo, una de las miles de mujeres a quien la sed de sangre del ejército en tiempos de Uribe le quitó a su hijo (asesinó). Una de las frases que soltó en plena reprimenda a Polo Polo fue la siguiente: “Nos revictimizan, vuelven y asesinan a nuestros familiares al tratarlos como basura. Este señor no nos representa y no debería estar aquí”

    Después Polo Polo, con su característico histrionismo, empezó a pedir a seguridad del congreso que sacaran a la líder Castillo. Además la desafió a decirle que si estaba muy brava le pegara. El representante a la cámara David Racero defendió a la madre los falsos positivos y se preocupó por la clara labor que está cumpliendo Miguel Polo Polo y otros congresistas del Centro Democrático buscando cambiar la historia de este país: Estamos aquí rechazando ese acto que hizo este señor Polo Polo, al tirar estas botas en la basura (…) Llevamos 16 años de lucha cuando nuestros familiares fueron tirados en fosas comunes como basura. Hoy, el acto que usted hace, señor, de tirar estas botas en la basura, revive el desprecio con el que fueron tratados nuestros seres queridos”.

     Las madres de las víctimas recordaron que las botas representan, justamente, las botas que integrantes del Ejército Nacional pusieron en los pies de los civiles asesinados, para hacerlos pasar por guerrilleros y justificar así los homicidios. “Señor, es una falta de respeto con todas las víctimas de Colombia”, aseveró otra de ellas.

    Se esperan en las próximas semanas demandas por parte de las madres de los falsos positivos contra el congresista quien seguramente dentro de su partido y dentro del pedacito de la población colombiana que se siente represantada con su mensaje de odio, será aplaudido, vitoreado y sugerido como senador. Pero no se necesita ser progresista para rechazar este acto de odio y de revictimización ante las madres de los falsos positivos.

    Fuente: Redacción Pares

  • Argentina es el único país que votó en contra de los derechos de los pueblos indígenas

    Argentina es el único país que votó en contra de los derechos de los pueblos indígenas

    En la Asamblea de la Naciones Unidas del 11 de noviembre, Argentina fue el único país que votó en contra de una resolución en favor de los derechos de los pueblos indígenas presentada por Bolivia, Venezuela, Dominica, Ecuador, Liberia, México y Paraguay el 22 de octubre.

    Es la primera votación del nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Gerardo Werthein, luego del desplazamiento de Diana Mondino por votar en contra del bloqueo a Cuba por parte de Estados Unidos. El ex embajador en Estados Unidos quiso dejar claro el cambio en la política exterior del gobierno de Javier Milei con una posición racista y colonialista, que fue incluso más lejos que los países con los que quiere congraciarse. Estados Unidos votó a favor de la resolución y el estado de Israel estuvo ausente. Otros seis países se abstuvieron: Francia, Lao, Lituania, Mali, Rumania y Eslovaquia.

    El documento no estipula nuevos alcances en materia de derecho para los pueblos indígenas sino que reafirma derechos concedidos y reconocidos hasta el momento en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas e insta a los Estados a cumplirlos, reconociendo implícitamente el avasallamiento sobre los pueblos originarios.

    En particular se hace énfasis en el reconocimiento del “Consentimiento Libre, Previo e Informado”, en la “protección contra el Desplazamiento Forzoso”, en la “participación en proyectos de desarrollo” y en la “toma de decisiones”. Sin embargo, se establece que estos derechos e pueden cumplir de la mano de las mismas empresas que avasallan los territorios de las comunidades indígenas. Contra el desplazamiento forzoso, se sugiere una “ indemnización justa y equitativa”, y la opción de regresar, como si comunidades y empresas negociaran en igualdad de condiciones. Así también se destaca la “participación plena, igualitaria y significativa” de las comunidades sin dar cuenta de las relaciones asimétricas de poder.

    Respecto al “desarrollo”, se alienta a los estados y al sector privada a “garantizar prácticas empresariales sostenibles y responsables que aborden el impacto ambiental adverso de ciertas actividades en las tierras y territorios de los Pueblos Indígenas”, los mismos sectores que solo priorizan su rentabilidad por sobre cualquier otra valoración socioambiental.

    Como es habitual en este tipo de Asambleas, no se discute los verdaderos alcances sustanciales de las políticas formales y está claro que esta declaración no va a cambiar la situación de resistencia de innumerables comunidades en todo el mundo. Pero el rechazo del gobierno de Milei muestra la intención de avanzar sobre los territorios indígenas sin ningún escrúpulo al servicio del capital transnacional para hacer extractivismo recargado, destruyendo el ambiente y habilitando aún más el saqueo de nuestros bienes comunes naturales. Debemos enfrentarlo en cada territorio y coordinando todas las luchas.

    Un artículo original de Lihuen Eugenia Antonelli para La Izquierda Diario

  • Arrimando el hombro contra la inundación de racismo

    Arrimando el hombro contra la inundación de racismo

    Mientras se organizan para superar la mayor catástrofe que han vivido en su vida, personas migrantes y racializadas afectadas por la dana tienen además que afrontar el racismo y la manipulación de la extrema derecha.

    Karina Almirón y sus compañeras pasan la tarde del lunes acumulando testimonios y capturas de pantalla que reflejan un racismo que están viendo emerger entre el barro. Son historias de gente que necesita ayuda y no la ha recibido, personas que no han sido tratadas como otras afectadas más, sino como elementos sospechosos de los que defenderse. Mensajes que cuentan cómo familias rumanas van a buscar ayuda y les dicen que vuelvan ya mañana cuando esté la Cruz Roja, alguien que comenta que a una mujer no le quisieron dar unas botas en una iglesia por ser musulmana, gente que escucha en el llamado puente solidario comentarios irónicos sobre personas migrantes “que van muy limpias y con bolsas”, insinuando que vienen de aprovecharse de la situación, gente que da por hecho que quienes vandalizan son gitanos rumanos. Vecinos que dicen que están entrando por la noche a las casas, y que seguro que son migrantes quienes entran.

     “Hemos detectado muchos casos de racismo, así que decidimos que era bueno visibilizar esto”, explica Almirón, integrante de diversos espacios, como Jovesolides o Fuerza Migrante. Pero que está organizando esta especie de balance antirracista, mientras se suman a la respuesta solidaria tras la Dana, con diversas asociaciones migrantes que están actuando en común. Sumar indicios del racismo que se está removiendo con la catástrofe está siendo un mal trago, explica: “contarlo es duro, pues mientras no lo cuentas, es algo que vives como migrante y que de alguna forma acabas normalizando”.

    No les está costando recabar información, siendo todas activistas antirracistas, la gente acude a contarles cosas que les han pasado o han presenciado, y ellas, también son testigo: “Todos esos comentarios que tú escuchas, que quizás no te los dicen a ti, pero al final los escuchas, hacen tanto daño porque al final dices ¡eh! Hemos elegido este lugar para vivir, estamos igual de damnificadas que el resto. Vivimos aquí, tenemos a nuestras familias aquí. Son nuestros barrios, nuestros amigos y amigas”. El racismo, reflexiona, te dice que no formas parte del lugar donde creías pertenecer. “Sin embargo, este es tu lugar y cuando pasa algo como lo que está pasando ahora, esto también te afecta a ti. Entonces, sentir esa mirada de desconfianza es tremendo”.

    Y sin embargo, esta mirada contrasta con lo que ella y tantas pueden ver, las personas que están arrimando el hombro, como corresponde, son también personas migrantes, y lo que urge, es poder también garantizar los derechos de personas migrantes o racializadas como ellas, que tienden a ser olvidadas en la respuesta a la catástrofe.

    La extrema derecha y sus periferias, por su lado, ya se han puesto a actuar, pero no precisamente para que nadie se quede afuera. A Almirón ya le removió, cuando se empezaron a armar grupos de Whatssap para responder a las necesidades de la gente y poder coordinarse, el hecho de que aparecieran mensajes con noticias que criminalizaban a las personas migrantes, o directamente bulos racistas. No pasó mucho tiempo hasta que empezaron a surgir los grupos de defensa para patrullar las calles contra los robos. Muestra varios de ellos en una captura. Se trata de la concreción en el terreno de una deriva política: “Es una cortina de humo: culpabilizan a un sector concreto de la población para desviar la atención”. Frente a esta deriva Almirón defiende las redes migrantes pero también las alianzas con todas esas redes y colectivos de la ciudad que no ponen los derechos de las personas migrantes en duda. “Ahora toca arrimar el hombro, ayudarnos y hacer lo que hay que hacer”.

    A través de un contacto en la Asamblea feminista, o del colectivo Cau de Muixeranga, la activista antirracista Silvana Cabrera, muy activa en movimientos como Regularización Ya, encontró cómo empezar a ayudar tras la dana. “También me he integrado al Support mutu de la dana, que es como una red inmensa de gente trabajando para las miles de necesidades que hay: necesidades de enseres, comida, medicación, de encontrar gente, de llenar formularios para estar de voluntarias”. Desde ahí hace lo que puede intentando sumar una mirada antirracista. “Hay una reivindicación que siempre hemos hecho desde aquí, que “aquesta també es la nostra terra”, es nuestro territorio y como tal sentimos ese corazonar con esto que está sucediendo”.

    A Cabrera también le preocupa cómo se está respondiendo ante las necesidades específicas de las personas migrantes. “Las inundaciones han afectado sobre todo a la zona de la periferia valenciana, donde vive muchísima gente trabajadora, muchísima gente migrante”. Aunque a día de ayer no había conseguido trasladarse hasta las zonas más tocadas, entre los colectivos preocupan especialmente las personas en situación irregular afectadas por las inundaciones, muchas que cobran su salario en B. “De momento no sabemos cómo vamos a poder gestionar esto”, confiesa, pero no falta gente que se está moviendo para afrontar estos otros desafíos. “Todos estos días han ido sobre la urgencia vital: encontrar a las personas, acceder a agua y comida, poder salir de casa, medicación. Creo que ahora irán saliendo este tipo de problemas, porque hay personas migrantes que han perdido todo”.

    Con todas estas urgencias, ¿queda tiempo para ocuparse de responder a esa ultraderecha engrandecida por la catástrofe? “Esto hay que responderlo, porque lo que no se dice no existe, no se pueden omitir los discursos de la derecha, porque son peligrosos, y en un momento de tanta tragedia, son preocupantes”. Cabrera habla de paradas por perfiles raciales, como algo que esperan poder confirmar pronto.

    El escenario post dana, como a tanta gente, más que para descubrir un racismo que ya estaba ahí, le está sirviendo para apreciar en toda su dimensión el “sols el poble salva al poble”, “no ha habido una respuesta inmediata de las autoridades, ha sido la gente que con las cosas que tenía y como ha podido, a través de los colectivos que ya había organizados, ha logrado llegar a los sitios, llevar suministros básicos, hacer las donaciones”.

    Después de que las inundaciones dejaran el pasado martes un escenario sin precedentes, Gabriella Nuru y otras compañeras del movimiento antirracista valenciano también se preguntaron qué podían aportar y cómo. “No nos pareció buena idea ir improvisadamente, sin protección y sin conocer el terreno, así que nos decidimos a activar un punto de recogida y abastecimiento, con alimentos no perecederos, productos de higiene, de limpieza”.

    Así los colectivos Uhuru Valencia (al que pertenece Nuru), casa Massapé, Mujeres Voces y Resistencias, y la organización Azahara —todos ellos integrados por personas migrantes, negras o afrodescendientes) se han asociado para recibir y canalizar suministros y donaciones, también de gente de su entorno. Como red, lo que quisieran es llegar a poblaciones a las que, consideran, que no se está llegando, “nos empezaron a llegar testimonios de barrios donde seguían sin ayuda, como El Raval en Algemesí, poblado en gran medida por personas migrantes y racializadas. Nos dijimos, queriendo o sin querer, se está perpetuando lo que en la vida ‘normal’ siempre vemos”. Poblaciones a las que se deja atrás.

    Por ello la propuesta de estos colectivos es también centrarse en estas zonas donde hay más población migrante y racializada: “si bien no queremos hacer distinciones, sí que es verdad que vamos a priorizar que la gente migrante o racializada que viven en estos pueblos pueda acceder a ayuda que no está recibiendo”. Para ello se sirven de lo que les va contando la gente sobre necesidades en zonas que han quedado más fuera del alcance de la ayuda. Allí esperan poder llegar con furgonetas o coches, para repartir lo recogido.

    Redes más allá de Valencia

    Desde Granada, Susana Muñoz parece un centro logístico en sí misma, esta activista gitana está ayudando a poner en contacto a gente de afuera que quiere ayudar con gente de València que distribuye la ayuda. Uno de ellos es Pakito, un chatarrero pro, lo define, que está yendo de un lado para otro con su furgoneta cargada de suministros para la gente que más difícil lo está teniendo. Entre ellos muchas personas gitanas, pero no solo.  “Tiene mucho contacto con todos los vecinos, se lleva coordinando desde 2020 con los bancos de alimentos… pues ayer mandaba un audio a todos sus contactos diciendo  que la comida está en las naves y no está llegando a los barrios, que hay gente sin comer, mayores que viven solos… y que quien pueda que se acerque a los polideportivos y que ayude a repartir”, apunta Muñoz, e insiste: “este gitano, está acudiendo a las zonas donde nadie acude, las zonas más desfavorecidas, y barrios guetificados donde nadie acude, y luego te dicen en el tuiter que por algo será si no va nadie, es que es muy fuerte”.

    La activista hace referencia a una respuesta a un tuit suyo en el que alertaba de la situación en una zona de chabolas en Aldaia y avisaba de la necesidad de ayuda porque nadie se estaba acercando por allí. No es la única actitud racista que la tiene, a ella y tantos otros, indignada, “En la televisión ha salido una vecina con afirmaciones desafortunadas, decía “estamos sin agua, sin medios, como en la prehistoria, como los gitanos”. Muñoz admite que las prioridades ahora son otras, pero le resulta insoportable: “mientras escuchamos estas cosas, estamos viendo que a los barrios de gitanos nadie acude. Muchos voluntarios y mucha ayuda, pero a los barrios de gitanos no llega.  Y además si vas a una nave de las que te están diciendo que vayas y te lleves lo que necesites, según tu fenotipo te van a mirar mal y te van a preguntar que de dónde vienes, de dónde eres”.

    Frente a esas actitudes racistas, Muñoz reivindica que la solidaridad está siendo enorme: “No tenemos que hacer algo heroico para que desde ahí se nos dignifique y tengamos derecho a ser tratados como iguales…  pero sí que es cierto que se han movilizado todos los gitanos que hay de punta a punta de España”, y habla de gente en Bilbao, Catalunya, las iglesias evangélicas de todo el Estado, Madrid, Jerez… mandando ayuda y apoyando como puede: “Un montón de gitanos que se están movilizando, uno pone la furgoneta, buscan ayuda, piensan dónde hay que ir, y allí que van. Y cuando nosotros llegamos no miramos a quién atendemos, si es blanco, negro, rubio o qué. Pero sí que es cierto que como vemos que los nuestros están peor, intentamos ir a esas  zonas, que además geográficamente son de difícil acceso”. 

    Muñoz comenta que estos días hablaba con un compañero, y compartían que estaban muy contentos de cómo se estaban organizando las redes entre gente gitana de muchas partes del estado, pero también, que imaginaban que pronto empezarían a surgir los comentarios racistas. Incluye uno más: el de un hombre que dice en un reel que hasta los gitanos están ayudando más que los políticos. “¿Perdona? los gitanos ayudan porque son vecinas y vecinos de Valencia y están sufriendo esta catástrofe como vecinos de Valencia y están intentando sobrevivir como todo el mundo”.

    Susana cuenta que Aurora, la activista que alertó sobre las chabolas de Aldaia les ha pedido que no le llamen al teléfono si no es para mandar ayuda. Que están hasta arriba de fango organizándolo todo, y que ya no queda gente en las chabolas, pues el agua había arrasado con ellas y los han ido llevando a un lugar seguro.

    Y es que las infraviviendas, los asentamientos situados en la intemperie, son los primeros lugares que se llenan de barro con las lluvias y eso lo saben bien en Huelva, donde el pasado viernes tuvieron que vérselas con el temporal. En la Asociación de Mujeres Migrantes  en Acción (AMIA) el viernes estuvieron llamando a todos los asentamientos de la zona para saber qué necesitaban: “no nos ha contactado nadie ni nadie se ha interesado”, les dijeron, con el agua corriendo por el suelo de las chabolas, algunas caídas, sin comida. El asentamiento que peor estaba era el de Lucena, cuenta Fátima Ezzohayry, integrante de AMIA. “Estaban todos mojados con un montón de agua sobre los plásticos. Pasaron la noche con mucho miedo, con todo el viento, a que se pudiera caer un árbol sobre las chabolas”.

    El sábado los encontraron llenos de barro y sin dormir, les llevaron mantas, sábanas, agua comida. Ayuda similar a la que están mandando a Valencia desde la asosiación, “Desde aquí sufrimos con lo que está pasando ahí, con lo que está pasando en Aldaia”, explica Ezzohayry. Saben bien lo que significa que llegue la lluvia y se lo lleve todo, pero también cómo organizarse para llegar ahí donde las autoridades se niegan a llegar.

    Un artículo de Sarah Babiker para El Salto Diario

  • ¿Todos los próceres de la patria son varones blancos? Un análisis a la figura de María Remedios del Valle, la Madre de la Patria

    ¿Todos los próceres de la patria son varones blancos? Un análisis a la figura de María Remedios del Valle, la Madre de la Patria

    Generalmente, cuando hablamos de historia en mayúsculas, o a secas, el recorte que hacemos de esos eventos y hechos históricos está atravesado por una idea inconsciente de quiénes pueden hacer historia, o dicho de otro modo, qué cuerpos están habilitados para contar con agencia histórica y así, llevar a cabo las grandes transformaciones y acontecimientos que irrumpen y alteran el curso de la temporalidad. Así, esta “historia oficial” representa una construcción que privilegia los relatos protagonizados por varones blancos y pertenecientes a las clases dominantes, a menudo excluyendo a quienes no encajan bajo estos estándares como es el caso de las mujeres, las personas racializadas y las clases populares.

    Además, la idea de una “historia universal” sugiere una narrativa compartida de la humanidad, aunque en realidad esta ha sido moldeada por perspectivas eurocéntricas y patriarcales. De este modo,  esta noción de “universalidad” funciona más bien como un ejercicio de exclusión que margina a quienes no cumplen con los parámetros establecidos por las élites históricas. María Remedios del Valle, como una mujer negra y empobrecida en una sociedad poscolonial argentina, que igualmente sostenía las jerarquías raciales en su nuevo orden social como estado-nación, desbarata esta visión restringida de la historia universal y su invisibilización, hasta hace muy poco, demuestra que esta historia al final es una selección poco azarosa, que no contempla la presencia y agencia de todas las identidades, sino que al contrario prescinde de protagonismos como el suyo debido al racismo y al sexismo. Rescatar la historia de María Remedios es disputar qué voces han sido históricamente silenciadas de la memoria histórica, es señalar que la afroargentinidad estuvo y ha estado siempre. 

    Ahora, hablar de la historia oficial en cuanto a los procesos de independencia en América Latina, implica insistir en de qué modo se resaltaron puntualmente los acontecimientos protagonizado por figuras masculinas, criollas y blancas, quienes monopolizan la narrativa de las luchas independistas, y que este recorte obedece a una lógica de poder donde los cuerpos racializados y feminizados son sistemáticamente marginalizados. Por eso, la figura de María Remedios del Valle cuestiona profundamente esta narrativa: es una mujer negra que luchó activamente por la independencia argentina, algo que el canon histórico ha intentado invisibilizar. En su identidad además, encontramos la confluencia de múltiples opresiones —género, raza y clase— lo que nos obligan a repensar la historia desde los márgenes y a reconocer la importancia de estos cuerpos en los procesos históricos. Además, en el caso de Argentina, cuando evocamos la historia masificada y mayormente difundida sobre estos procesos de independencia, y de resistencia al colonialismo, se destacan personajes como San Martín o Belgrano, dejando en la sombra el papel de otros actores, y además descartando que estos hechos que hoy configuran nuestra historia no ocurrieron exclusivamente desde agentes individuales, sino colectivos.

    Por lo que relatos como el de María Remedios del Valle, hoy un emblema y figura de la afroargentinidad debido a su combate en las guerras de independencia y su designación como “Madre de la Patria” por sus contemporáneos gracias a la lucha y valentía que siempre tuvo en el campo de batalla, han sido invisibilizados por la historia oficial debido a su lugar como mujer negra en una época donde se nos despojaba de nuestra humanidad, y por tanto, de nuestra agencia histórica. Revelando que, la construcción de esta historia se fundamenta no solo en lo que se cuenta, sino en quién tiene permitido formar parte de este relato, y María Remedios irrumpe en esta narrativa al desafiar los estereotipos respectos a qué cuerpos pueden y deben ser considerados héroes, próceres y protagonistas de la historia, develando cómo el sexismo y el racismo restringe las posibilidades de reconocimiento histórico.

    Además la pretensión de universalidad en el relato histórico involucra necesariamente una narrativa excluyente no sólo en cuánto a quiénes pueden hacer historia, sino también acerca de qué pueblos y comunidades carecen de ella. En este sentido, la historia colonial, y poscolonial, de América Latina suele presentarse desde la perspectiva de los colonizadores europeos y sus descendientes, omitiendo los procesos de resistencia y lucha de los pueblos indígenas y afrodescendientes. Esto ocurre porque cuando se cuenta la historia del pasado colonial, rara vez se reconoce la agencia histórica, es decir, la posibilidad de actuar, de los pueblos indígenas y negros. A pesar de que en realidad, soportaron y resistieron frente a la opresión y explotación del sistema colonial durante siglos, y desarrollaron formas de lucha tanto organizadas como cotidianas, , como es el caso de la formación de quilombos, palenques o cumbes, es decir, espacios políticos y autónomos de organización cimarrona, donde las personas negras que habían sido esclavizadas ejercían su derecho a la autodeterminación y la libertad en comunidad; o el suicidio masivo de los igbo en 1803, donde aproximadamente 75 africanos de la etnia igbo que estaban a bordo de un barco esclavista hacia el puerto de Georgia prefieron ahogarse, antes de ser esclavizados. Sin embargo, la historia oficial suele ignorar estos sucesos y, en cambio, enaltece la figura de los colonizadores europeos, sosteniendo las narrativas de pasividad y sumisión respecto a las personas racializadas, negándoles así su agencia y capacidad de resistencia. Esto también ocurre porque los eventos y figuras que no encajan en la narrativa hegemónica son los primeros en ser relegados al olvido, lo que incluye precisamente estas resistencias de los pueblos oprimidos, quienes desafiaron las estructuras coloniales y patriarcales.

    Así, la figura de María Remedios del Valle resulta aún más disruptiva, pues al ser una mujer negra que fue protagonista en las luchas por la independencia argentina, evidencia que las mujeres afrodescendientes participaron activamente en procesos de transformación social y política, tanto desde los márgenes, como desde la historia oficial o “a secas”. María Remedios destaca que los cuerpos indígenas y afrodescendientes también son parte de esta historia, cuestionando la idea de que apenas ciertos grupos tienen la potestad de formar parte de esta memoria.

    Tradicionalmente, los agentes históricos han sido concebidos como hombres blancos y en posiciones de poder, cuyas acciones son consideradas como un impacto significativo en la sociedad desde el ámbito político o militar. María Remedios del Valle debate esta noción. Su papel en las batallas por la independencia, como militar y enfermera, cuidando de los soldados heridos, fue tan importante como el de los generales y líderes militares reconocidos. Sin embargo, el ser mujer y negra le costó una relegación de su agencia histórica al plano de los márgenes, que recién hasta nuestros días está siendo cuestionado. Lo que nos lleva a replantearnos quiénes pueden hacer historia y cómo las mujeres, especialmente las racializadas, siempre han poseído esta agencia, aun cuando ha sido ignorada, por muchísimos años, por la historia oficial. María Remedios es un ejemplo de que la agencia histórica no es exclusiva de quienes ostentan el poder político o económico, sino que también puede ser ejercida por aquelles que, desde los márgenes, actúan, resisten y persisten. De esta forma, María Remedios del Valle, una mujer negra argentina que combatió en las guerras de independencia, desafía el canon de una historia contada desde el androcentrismo, en la que los protagonistas suelen ser  los “grandes” hombres blancos. Igualmente, la exclusión sistemática de las mujeres y las personas negras de los procesos históricos, revela cómo la historia oficial no sólo es una crónica de hechos, sino también una decisión política que determina qué voces son dignas de ser escuchadas y qué cuerpos merecen ser recordados.

    Justamente, el androcentrismo ha sido una constante en la construcción de la historia oficial, donde se privilegia a los hombres, específicamente a los hombres blancos, como agentes exclusivos de los acontecimientos históricos. Esta narrativa excluye tanto a las mujeres, como a todas aquellas identidades  que se desplazan del ideal de la masculinidad dominante, como las personas negras. Este enfoque androcentrista construye un pasado protagonizado únicamente por hombres en los espacios públicos, ligados a las guerras y al poder, mientras que a las mujeres se les asigna un rol periférico, o directamente se les niega un papel activo en los grandes procesos históricos, más aún si son racializadas. A pesar de ello, María Remedios, así como otras mujeres negras como Josefa Tenorio combatieron en el campo de batalla, cuidaron de los soldados y sostuvieron la lucha desde sus propios espacios de participación política. Al intentar relegarlas al olvido, la historia oficial no sólo pretendió negar sus contribuciones, sino que también reforzó una visión limitada, excluyente, racista y sexista del pasado.Este androcentrismo es algo que está latente en el caso de María Remedios, donde su rol como heroína y prócer ha sido subalternizado, e incluso intentó por muchos años buscó ser es borrado y ocultado de los relatos oficiales, evidenciando como esta selección de la historia refleja y perpetúa las desigualdades sociales, sobre todo en un contexto como Argentina que ha impulsado durante décadas múltiples esfuerzos en favor del blanqueamiento de su cultura, y por tanto de su historia.

    A su vez, la vida de María Remedios del Valle es un testimonio de esta resistencia negada, pues su lucha por la independencia representa el legado histórico de las personas afroargentinas en la construcción del estado-nación, así como la importancia de la emancipación frente a un sistema que oprimía a los cuerpos negros y a las mujeres. Algo que en la época colonial permanece, en gran medida, marginado y que no es accidental, sino que responde a una lógica que busca mantener el protagonismo en manos de los hombres blancos criollos, que son presentados como los “libertadores” y “padres de la patria”, mientras que el papel de las mujeres y personas racializadas es invisibilizado o subestimado.

    Por otra parte, la narrativa histórica que parte de héroes y próceres en singular es un fenómeno que invisibiliza la acción colectiva y los procesos populares. En la historia oficial, los cuerpos racializados y feminizados se ven relegados a posiciones subordinadas o, directamente, son desaparecidos. Al enmarcar los procesos históricos como logros individuales de ciertos hombres, se niega la contribución de comunidades enteras que participaron y lucharon colectivamente. Lo que es especialmente problemático en el caso de las independencias latinoamericanas, donde se suele presentar a unos pocos próceres como los únicos artífices de la libertad, borrando el carácter colectivo de estas luchas independentistas, donde por ejemplo, miles de personas africanas combatieron no por la libertad de la corona, sino por su propia libertad. De este modo, María Remedios del Valle cuestiona esta lógica individualista al representar una conexión con la resistencia colectiva de las comunidades negras pues su vida y acciones no fueron aisladas, sino que formaban parte de una lucha más amplia contra el racismo y la opresión colonial. Recuperar la historia de María Remedios del Valle y darle el espacio y reconocimiento que merece es también debatir esta visión y señalar la importancia de las luchas colectivas en la construcción de las naciones latinoamericanas, algo que ya está presente en la propia cosmovisión de los pueblos negros.

    María Remedios, una mujer negra que luchó en las guerras de independencia y hoy enaltece la participación y el reconocimiento histórico del pueblo afroargentino, representa una disrupción en esta narrativa hegemónica, ya que su historia expone las limitaciones y contradicciones de un relato que privilegia a los hombres blancos como únicos agentes históricos. Pensar en la historia de María Remedios del Valle es una invitación a repensar la historia desde la periferia y a reconocer la importancia de quienes han sido tradicionalmente excluidos de los relatos oficiales. Su legado no sólo es importante para las comunidades afrodescendientes, sino para todas aquellas personas que se interesan por una historia sin sesgos y representativa. Recuperar y reconocer a María Remedios del Valle como una protagonista de nuestra historia implica desafiar la narrativa de los “grandes” hombres y reconocer la contribución de las mujeres y las personas racializadas en la conformación de nuestras naciones.

    Rescatando a María Remedios, abrimos un espacio para visibilizar el rol de las mujeres negras en los procesos de resistencia autónomos, así como en las luchas de independencia. Su historia nos recuerda que aunque la historia oficial es sólo una de las múltiples versiones posibles, eso no significa que no podamos ser partícipes de ella. Y también, que es necesario cuestionar los límites para construir una narrativa que sea realmente incluyente y representativa de la diversidad de experiencias y luchas que han dado forma a nuestras sociedades. La historia, lejos de ser una verdad absoluta, es un campo en disputa, y en esta disputa, la figura de María Remedios del Valle, así como la del pueblo afroargentino, emerge como un símbolo de resistencia y dignidad que exige ser reconocido.

    ¡María Remedios del Valle presente! Hoy, mañana y siempre.

    Argentina también es afro.

    Una reflexión de Alejandra Pretel

  • «Woke» : Un concepto antirracista manipulado por la extrema derecha (o la blanquitud)

    «Woke» : Un concepto antirracista manipulado por la extrema derecha (o la blanquitud)

    A pocos días de los Premios de la Academia 2024, el nominado a Mejor Actor, Jeffrey Wright, se unió a Willy Walker en el #WalkerWebcast para hablar sobre temas cruciales como la raza, momentos clave en su carrera, la industria cinematográfica, y mucho más. En medio de la conversación, Wright ofreció una profunda explicación sobre el origen y la evolución de la palabra «woke», un término que ha sido distorsionado y convertido en un arma política en la actualidad.

    Wright explicó que el uso original de la palabra «woke» proviene de un hombre nacido en una plantación en el sur racista de Estados Unidos en la década de 1880. En ese contexto, los afroestadounidenses fueron sistemáticamente privados de la educación y de otros derechos humanos básicos. Esta negación de derechos se aplicaba a través de la violencia y la depravación. A pesar de vivir en circunstancias opresivas, este hombre autodidacta y multi-instrumentista usó el lenguaje como una herramienta de supervivencia y resistencia. La expresión “mantente despierto” (stay woke) tenía un sentido profundo: estar alerta ante los peligros del racismo y la violencia que reinaban en el sur de Estados Unidos durante esa época.

    El término «woke» se popularizó a través de una canción de Huddy Ledbetter en el siglo XX, en la cual advertía a su comunidad negra sobre los peligros del sur estadounidense tras la reconstrucción. En ese momento, la violencia racial estaba en aumento, con el resurgimiento del Ku Klux Klan y la reacción contra la expansión de los derechos de los afroestadounidenses.

    La palabra evolucionó dentro de la comunidad negra, y en la última década, ser «woke» significaba ser consciente de las injusticias sistémicas, y también reflejaba una desconfianza general hacia las instituciones estadounidenses, como el gobierno. Wright señaló que este escepticismo hacia las estructuras de poder, e incluso hacia temas como la desconfianza de la colectividad negra hacia las vacunas, debido a traumas históricas de abuso médico y experimentación forzada como el infame estudio de sífilis de Tuskegee (1932-1972) — un experimento no ético en el que se negó tratamiento a hombres negros que padecían sífilis, incluso cuando ya existía una cura (penicilina), para observar los efectos a largo plazo de la enfermedad —. 

    La manipulación del término «Woke» por la extrema derecha (o la blanquitud)

    La extrema derecha, dominada por la blanquitud, ha manipulado y apropiado el término «woke», que surgió en la comunidad negra como un llamado a la conciencia frente a las injusticias y opresiones raciales, éste ha sido distorsionado y coaptado por la derecha como una herramienta para atacar cualquier tipo de crítica al sistema. También proyecta sobre los movimientos progresistas su propio miedo a perder poder y control. Así como un criminal podría temer que otros le hagan lo mismo que él ha hecho, la derecha radical teme que las mismas injusticias que han perpetuado históricamente sean ahora revertidas en su contra.

    Esta proyección se ve en cómo la extrema derecha acusa a los movimientos «woke» de ser autoritarios, divisivos o incluso peligrosos, cuando en realidad es su propia estructura de poder la que históricamente ha ejercido violencia y exclusión. Al etiquetar las luchas por la justicia social como “excesos woke”, lo que realmente están haciendo es externalizar sus propios impulsos de control y dominación, atribuyéndolos falsamente a quienes luchan por la equidad.

    Desde una perspectiva psicoanalítica, esta proyección sirve para calmar la ansiedad de la derecha frente a un mundo que desafía las jerarquías de poder y privilegio en las que históricamente han basado su identidad. Al proyectar estos miedos y sentimientos de amenaza sobre los movimientos progresistas, pueden desviar la atención de sus propios excesos y justificar su resistencia al cambio social. De manera simbólica, están diciendo: “Lo que tememos que nos hagan es exactamente lo que hemos hecho a los demás”, pero en lugar de reconocerlo, lo proyectan sobre el otro, distorsionando la realidad.

    En definitiva, la proyección de la extrema derecha sobre el término «woke» revela su incapacidad para confrontar sus propios miedos e inseguridades. En lugar de asumir la responsabilidad de su papel en la perpetuación de sistemas opresivos, prefieren caricaturizar y demonizar los esfuerzos por una mayor justicia e igualdad.

    «Woke» Un caso más de racismo lingüístico.

    Lingüistas decoloniales y antirracistas han teorizado ampliamente sobre el fenómeno del racismo lingüístico, señalando cómo el lenguaje se convierte en un campo de batalla en la lucha por el poder y la hegemonía cultural. En el contexto de la palabra «woke», es crucial entender cómo un término que emergió de la resistencia afrestadounidense ha sido despojado de su sentido original y transformado en una herramienta de opresión simbólica.

    Ngũgĩ wa Thiong’o y Walter Mignolo, entre otros, han planteado que la colonización no solo afectó territorios y economías, sino también el lenguaje y las formas de conocer el mundo. Desde esta perspectiva, el racismo lingüístico es una extensión de la colonialidad del poder, donde los términos asociados a la resistencia y la identidad de las comunidades oprimidas son manipuladas o desacreditadas para mantener la supremacía cultural y racial. En el caso de «woke», su cooptación por parte de sectores conservadores es un ejemplo de cómo el lenguaje puede ser usado como herramienta de control social.

    El filósofo y lingüista Frantz Fanon también analizó este fenómeno, describiendo cómo el lenguaje puede ser un medio para deshumanizar y someter a las poblaciones colonizadas. La deformación del término «woke» es un ejemplo claro de esta dinámica: lo que una vez fue un llamado a la consciencia y la vigilancia ante la injusticia, hoy se utiliza como una palabra vacía para desacreditar las luchas por la igualdad y los derechos civiles.

    No obstante, teóricas como bell hooks y Audre Lorde subrayan que el lenguaje también puede ser una herramienta poderosa de resistencia. Aunque términos como «woke» sean coaptados, las comunidades oprimidas continúan usando el lenguaje como medio para articular sus luchas y resistir la opresión. Lorde, en su obra Sister Outsider, enfatiza la importancia de reclamar y redefinir nuestras propias narrativas frente a los intentos de distorsionarlas.

    Conclusión

    La palabra «woke» es un claro ejemplo de racismo lingüístico y de cómo el lenguaje puede ser coaptado para desmantelar movimientos sociales y desvalorizar las luchas de comunidades marginalizadas. Descolonizar el uso de este término, y del lenguaje en general, significa reconocer su historia y devolverle su significado original: una advertencia contra la injusticia racial y una llamada a la conciencia crítica en un mundo donde las estructuras de poder siguen perpetuando dinámicas de opresión.

    Una reflexión de Jackson Jean